Siempre se ha dicho que Agrobanco no es un banco comercial sino de desarrollo que está orientado al pequeño y mediano productor agrario. Pero resulta que desde dicha entidad financiera se filtró un listado de las 33 empresas agroexportadoras cuyas deudas ascienden a 484 millones de soles. Se trata de una cifra que supone el 49 % de la cartera morosa del banco estimada en 950 millones de soles y que ha llevado a una nueva quiebra que está en operación de salvataje.
Lo que no ha informado Agrobanco es que la lista es mayor y que incluye a empresas del entorno del club de la construcción, como son Larroca Sociedad Anónima Cerrada, de los Roca Rey Miró
Quesada, e ICCGSA Forestal S.A.C.
Otros cálculos especializados llegados a este diario señalan que un pequeño grupo de grandes y medianas empresas, sobre todo exportadoras, en estos momentos adeudan al banco la suma de 388’010,788 soles.
A lo anterior se debe sumar la deuda de los productores cafetaleros que viene desde la crisis de 2013 que es de aproximadamente 360 millones de soles.
Los dos rubros hacen una sumatoria de 748’019,766 de soles de empresas con problemas y buena parte de ellas en insolvencia o sin capacidad de pago, con el agravante que los plazos de cobranza judicial ya han vencido.
EL GRUPO DE LAS 8
Las ocho mayores empresas deudoras de Agrobanco, según la web gatoencerrado, deben S/ 291.6 millones y obtuvieron los préstamos entre los años 2013 y 2014, cuando el gerente general del banco fue Walther Hernán Reátegui Vela y fueron presidentes del directorio Hugo Wiener Fresco (2011-2014) y Enrique Díaz Ortega (2014-2016).
En esta relación de las deudoras mayores algunas están en cobranza judicial y el banco ya las da como perdidas.
Como ya es público, Cultivos Ecológicos del Perú SAC debe al banco 61.34 millones de soles. Se trata de un préstamo estructurado por Cofide en una empresa en que es gerente general Carlos Antonio Abusada Hayal, “quien aparece en los Panama Papers como dueño de la empresa Pride Trade International Ltd., constituida en Islas Vírgenes Británicas”.
Entre otras empresas, Abusada también ha sido o es gerente de Agroindustrias Terranova SAC que le debe al Agrobanco S/ 3.83 millones. Esta deuda está en cobranza judicial.
Agrícola Yaurilla SA debe 58.51 millones de soles, una empresa que tiene una propiedad de mil hectáreas está gerenciado por Richard Forsyth Tudela, quien “ya habría vendido la empresa el año pasado”, según la citada web.
La tercera deudora es Agrícola Sol de Villacurí SAC, con S/ 52.12 millones para compra de deuda e instalación de uva. Le sigue RVR Agro EIRL, con un monto de S/ 39.16 millones para compra de deuda, instalación de uva y una planta de packing. Su gerente es Carlos Villacorta Pinedo.
Agrícola Los Médanos SA es otra morosa con S/ 22.37 millones también para compra de deuda y otros. La sexta es Perú Grapes SAC, conocida antes como Agrícola Inkaterra, con S/ 21.62 millones para compra de deuda, instalación de uva. Es otra sociedad a la que Cofide le estructuró el préstamo.
Completan el grupo de los ocho Esfiel Top International Business SA, con un monto de S/ 20.36 millones y Agrícola Santa Marcela EIRL, con S/ 16.11 millones para compra de deuda e instalación de uva y palto.
OTRAS PERLAS
Otros deudores que nada tienen de pequeña ni mediana agricultora son Agroindustrias Larroca SAC, de propiedad de Bernardo Roca Rey Miró Quesada, miembro del directorio de El Comercio, también aparece con una deuda de 2’093,344 soles.
En realidad fueron dos créditos de 1’588,363 soles y otro de 504,981 soles cuyos saldos en ambos casos están vencidos y que originalmente fueron deuda del Banco de Crédito del Perú y que ha sido calificado en situación de “deficiente” y prácticamente inviable en sus propósitos de la construcción de una bodega e instalación de equipos para la producción y envasado de piscos y vinos.
Asimismo, esta la firma ICCGSA Forestal SAC, que tiene la siglas de la consorciada de Odebrecht, que tiene como gerente a Tito Antonio Piqué Romero, empresa que, según su ficha de Sunat con RUC Nº 20529239212, está en situación de no habida y con deudas coactivas que la misma entidad recaudadora lo consigna.
PROBLEMA DE VIEJA DATA
Los problemas actuales del Agrobanco aparecieron por el año 2012 cuando los expertos del sector, como el economista Germán Lench Cáceres, se dan cuenta que algunos préstamos terminarían en “perromuertos” porque no se midió la rentabilidad de los proyectos y emprendimientos y menos se hacía un seguimiento sino que simplemente se otorgaban los créditos.
“Y cuando los grandes prestamistas no pagaban, se les reestructuraba las deudas a largo plazo y con periodos de gracia generosos”, afirma el experto.
En tales condiciones, “la Sunat tampoco actuó antes las evasiones tributarias, menos la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), de forma que muchas empresas deudoras desaparecieron, otras entraron en liquidación y cuando se intentaba cobrarles, las garantías no cubrían el crédito o simplemente ya no existían”, denuncia Lench.
¿Por qué el MEF, FONAFE y otras entidades ocultaron esa información?, se interroga el especialista.
“Estamos hablando de un deterioro de cartera de alto riesgo que en mi opinión llega a S/ 720 millones entre la deuda refinanciada, vencida y la judicial”, afirma.
DESNATURALIZACIÓN
¿Qué ha pasado? En el gobierno de Ollanta Humala el principal instrumento de apoyo financiero del Estado para el acceso a financiamiento, vía créditos, a segmentos poblacionales no atendidos por el sistema bancario, ha terminado solventando y subsidiando a grandes exportadores incluso con el apoyo de la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide) en la estructuración de los préstamos.
Se trata de la marginación de un segmento de más de 700 mil pequeños y medianos productores articulados al mercado –según el último censo agropecuario-, y, por ende, de la desnaturalización de los fines de esta banca de fomento del agro.
Esta desnaturalización fue advertida y denunciada por el entonces nuevo presidente del banco, en agosto de 2016, Richard Hale quien afirmó que si bien alrededor del 90 % de los créditos eran para pequeños y medianos propietarios, resulta que el 2 % de ese total se llevaba el 50 % de toda la cartera de créditos.
La denuncia llegó hasta la Contraloría, pero la acumulación de problemas crediticios se agrava cuando a raíz del problema de la roya amarilla de los cafetales se decide comprarles las deudas a los de 25 mil productores por criterios de tipo social.
Y para tal fin se usa el fondo de Agroperú con un monto de 600 millones de soles, con lo que perjudicaron la calidad de cartera del mismo Agrobanco.
Si al tema del café sumamos la morosidad de los créditos antes citados, muchos de la cuales ya son irrecuperables según el mismo banco, resulta que en los ejercicios 2017 y 2018 prácticamente Agrobanco estuvo paralizado, sin otorgar préstamos ni recuperar los créditos. Por eso es que entre enero y noviembre de 2018 la entidad reportó pérdidas por S/ 131.1 millones.
En esa situación de parálisis es que el Ejecutivo lanza el programa Mi Agro y el populismo del Congreso, bajo la batuta del congresista fujimorista Federico Pariona, insiste en el undécimo salvataje al banco agrario, es decir, aprueba el reflotamiento del mismo en diciembre del año pasado, cuando ya era presidente Martín Vizcarra.
A resultas de este populismo Agrobanco tiene ahora un respiro con una inyección de capital de 100 millones de soles por parte de Economía y Finanzas (MEF) y recursos del Ministerio de Agricultura con cargo a su presupuesto.
Es decir por ley N° 30893 se busca reflotar el Agrobanco y se abren las posibilidades para otorgar facilidades para sus prestatarios.
CAMBIO DE PIEL
Y, por si fuera poco, se afirma que el MEF le habilitaría 400 millones de soles con la férrea oposición de la SBS. Otros dicen que solo 200 millones, con el visto bueno del premier César Villanueva.
En tiempos de populismos en dos poderes del Estado, Ejecutivo y Legislativo, se afirma que el nuevo presidente del directorio del Banco, Luis Alfredo Palomino, no tiene otro camino que levantar el cadáver y poner énfasis en la supervisión y algo de subsidio temporal. Como en los viejos tiempos de don Ramón Remolina.
774,882 HECTÁREAS
El área agrícola no trabajada es de 774,882 hectáreas de las cuales el 24.1 % es por falta de crédito y el 56 % afecta a la selva.
¿Tomaron medidas?
En Agrobanco dicen que no se han quedado con los brazos cruzados porque han denunciado a 16 exdirectores por vulneración del estatuto del banco y a exgerentes de sedes regionales de Bagua, Yurimaguas, Arequipa y La Libertad. Pero nada se sabe de estas medidas.
AGROBANCO FUE MIMADA POR STANDARD & POOR’S Y FITCH RATINGS
Calificadoras de riesgo le dieron grado de inversión
Incluso querían emitir bonos de deuda en el mercado local
En medio de la crisis los publicistas del Agrobanco difundían como grandes logros de su performance financiera y de su rol promotor el hecho que las calificadoras internacionales de riesgo como Standard & Poor’s y Fitch Ratings le hayan otorgado o mejorado al banco el grado de inversión. Esto fue en agosto de 2016 cuando ya era gobierno Pedro Pablo Kuczynski.
Mientras Fitch Ratings elevó la clasificación de Agrobanco en moneda local y confirmó grado de inversión BBB+, la agencia Standard & Poor’s mejoró su calificación de grado de inversión, a BBB– con perspectiva estable. La calificación anterior era BBB- negativo.
La calificadora internacional Fitch Rating elevó la clasificación de Agrobanco en sus operaciones de corto plazo en moneda local, de F2 a F1 y reafirmó el grado de inversión en BBB+ con perspectiva estable, a través de pronunciamiento emitido en Nueva York.
Estos “logros” de Agrobanco dijeron que fue posible desde que recibió la autorización para apalancar recursos en el año 2011, registrando un crecimiento rápido, con un promedio de 59.4 % anual, liderando además la llamada “transformación estratégica de los préstamos de capital de trabajo, financiación de equipos y líneas de crédito a largo plazo”.
En ese entonces las clasificadoras de riesgo, las mismas que habían fracasado en sus calificaciones en la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos en octubre del 2008, veían con optimismo que Agrobanco mantenga su nivel de capital ajustado al riesgo por encima de 15 % y que reciba inyección de capital por parte de sus accionistas del Estado.
Los planes del Agrobanco para emitir bonos en el mercado local e internacional se verán potenciados con esta calificación, dijeron en ese entonces, “lo que se traducirá en un crecimiento sostenido y ordenado de la cartera de clientes, sobre todo de pequeños y medianos productores”. Nada de eso se cumplió.
GERMÁN LENCH: ENJUICIEN A GRANDES DEUDORES
Para el economista Germán Lench, la Ley N° 30893, que fortalece a Agrobanco, “ha tenido que ser promulgada para evitar su liquidación que iba en desmedro de los créditos que necesita la pequeña y mediana agricultura, la misma que requiere financiamiento especialmente en la zona rural de sierra para incrementar la oferta competitiva de productos nacionales y no tradicionales que coadyuven al crecimiento del sector agrario”.
Lo que se ha inyectado, 100 millones de soles según la Ley, es muy poco para los créditos que necesita Agrobanco para el sector agrario, y está muy mal que toquen el presupuesto del sector en vez de que se utilicen los recursos de la reserva de contingencia.
Lo que se debe hacer urgentemente es enjuiciar a los grandes deudores dueños y representantes de las empresas deudoras y pedir el embargo y remate de sus bienes con rapidez para inyectar recursos al banco y no se toque el presupuesto del sector agrario. Con esta medida se podría recuperar inicialmente S/ 300 millones, así mismo también debe apalancar al Agrobanco- Cofide mediante 150 millones de dólares en bonos, opina.