El caso de Luis Castañeda no solo abarca el presunto aporte de 100 000 dólares de OAS para su campaña para las elecciones municipales 2014, también con las irregularidades que habrían en los contratos y la alza de peajes con la constructora brasileña y con Odebrecht.
Los acuerdos se relacionan con evaluaciones por el proyecto Línea Amarilla, informes realizados para el beneficio de OAS, además de subestimar las estimaciones de recaudación de peajes; mientras que con Odebrecht, a través de Rutas de Lima, habría habido cambios de obras y alza de peajes.
Luis Castañeda: OAS y Línea Amarilla
El contrato por Línea Amarilla se firmó el 12 de noviembre del 2009, en el segundo periodo municipal de Luis Castañeda. No obstante, existe una denuncia el arquitecto Miguel Guerrero Orbegozo, presentada después de dos días. La acusación, archivada por el Ministerio Público, fue recogida por el Órgano de Control Interno de la Municipalidad Metropolitana de Lima.
El proyecto ofrecido por OAS a través de Lamsac era de 13 kilómetros de nueva autopista, según el arquitecto. Actualmente se señala que son de 9 km, pero según cálculos sería de 7,54 km.
Además, la declaratoria de interés de la constructora brasileña en junio de ese año indicaba que el costo por la obra era de 482 millones de dólares sin incluir intereses, IGV ni garantías de pago. El valor total llegaba a 676 millones.
La evaluación técnica y económica de la Línea Amarilla fue realizada por un ingeniero mecánico electricista Aldo Solimano Semorile, quien dio un informe el 11 de junio indicando que el valor de la obra llegaba a 351 millones de dólares. No obstante, al día siguiente presentó un segundo informe donde decía que el costo era de 462 millones, 111 millones de diferencia y solo 18 millones menos de lo que proponía OAS.
Control Interno de la MML indicó en el 2012 que la propuesta tenía un perfil de obra “muy básica y no acorde con la particularidad, la magnitud y la envergadura del proyecto”. Solimano indicó que careció de información, sin que la municipalidad u OAS se la hayan brindado, pese a la solicitud.
Asimismo, para la presentación del proyecto, OAS había planteado ingresos por recaudación de peajes de 54,8 millones de dólares en el 2015, mientras que para el 2025 era de 109.5 millones de dólares.
No obstante, para el 2010 se recaudó 59 997 472 dólares y en el 2018, 110 millones, 5 y 7 años antes de lo previsto, respectivamente. Incluso, según la Empresa Municipal Administradora de Peaje de Lima (Emape), Lamsac tuvo ingresos por 44 millones en el 2009.
Se acordó durante la gestión de Luis Castañeda que el precio de los peajes se eleve de S/4.50 a S/5, luego a S/5.30 y para octubre del 2018 a S/5.70.
Cabe recordar que OAS vendió Lamsac en el 2012 a Invepar, cuyo principal accionista es la constructora brasileña, mientras que en el 2016 la concesionaria fue adquirida por Vinci Highways. Esta última operación fue validada por la MML.
Odebrecht, Rutas de Lima y Vías Nuevas de Lima
Para el caso de Vías Nuevas de Lima, según la denuncia de la Contraloría de la República, los montos de peajes se elevaron en diciembre del 2016, pese a no haber finalizado la construcción de las obras estipuladas en el contrato. Además, se cuestiona las modificaciones en los proyectos acordados.
En agosto del 2015, mediante actas de acuerdos, se logró modificar los estudios de ingeniería de obras como el proyecto –no realizado– del intercambio vial de Buganvillas o el del puente Benavides, mientras que se postergó la obra en Canta Callao, pero retomando en diciembre el de El Derby –con un paso a desnivel entre la avenida El Derby y Manuel Olguín, aunque este no pertenecía a la concesión– y la autopista Ramiro Prialé. Los gastos por las obras llegaron a 69 109 204 dólares.
Por los peajes, con la tarifa elevada, entre enero y mayo del 2017, Rutas de Lima, entonces con presencia mayoritaria de Odebrecht, ganó un millón y medio de dólares, además de los 235 436 124 soles de la recaudación de ese año.
Este aumento al cobro de peaje se logró por el acuerdo en junio del 2016 del pago escalonado en las tarifas, además de la implementación del cuestionado peaje de Chillón. En ese mes, con el escándalo Lava Jato, la canadiense Brookfield Asset Management adquirió las acciones de Odebrecht en Rutas de Lima.
Para Rutas de Lima, los precios del peaje en la gestión de Luis Castañeda se elevaron en diciembre del 2016 de S/4.50 a S/5 en vehículos livianos y de S/3.50 a S/4.50 en pesados. Para finales del 2018 aumentó a S/5.50.
Además, en noviembre del 2016 se realizó otro acuerdo en el que la MML a entregar a Rutas de Lima el fideicomiso de recaudación por 20 millones de soles, además de anular los ingresos brutos por peajes cada año, que era del 4%, y extender la concesión a 33 años.
Según la Contraloría, 91 945 276.65 dólares fue el costo por la suspensión y modificación de obras, mientras que la compensación para Rutas de Lima, fuera de lo establecido por el contrato, fue de 44 371 828.03 dólares.