Translate

Tuesday, February 7, 2012

EL PLAN CONDOR BASTA DE IMPUNIDAD DE LOS CORRUPTOS

Italia requiere a militares y civiles de varios países por Plan Cóndor
La justicia italiana pasó a engrosar la lista de países que buscan hacer justicia contra quienes dieron vida al ignominioso Plan Cóndor, la pérfida maquinaria opresiva que ejecutaron varias dictaduras sudamericanas en los años 70 y 80. Esto, luego que ayer un tribunal de Roma dictara 140 órdenes de captura contra personas que participaron en esa operación, entre los cuales se hallan relevantes ex jerarcas de los regímenes castrenses. Pero parece que el gobierno Aprista Fujimorista y ahora impune con su nuevo socio seguirá blindando la corrupción que viene desde el padre de Remigio Morales Bermudez, ya que todos son socios del dinero del narcotrafico que los convierte en intocables a los mas corruptos 2 generaciones de corruptos se convierten en "los intocables"



El padre, Francisco Morales Bermudez, cuando fue 
presidente blindo a los narcos, apreso a quienes lo
 apoyaron en el gobierno de Juan Velazco Alvarado
 como Enrique León Velarde Gamarra quien fuese
 director de Gobierno y ideòlogo del plan
 revolucionario para un Perú mas inclusivo y
 progresivo socialmente cayo victima de la ambición y
 la traición de Morales Bermudez enviado por medio
 de un Set-up para eliminarlo en prisión y despojarlo
de todos sus bienes y  separarlo de sus 
negocios, familia injustamente 1 año y medio nunca
 restituido después
 le gano juicios al gobierno 
pero gracias a la mafia Aprista que se apoderó del 
sistema judicial nunca pudo tener justicia y el hijo de
 Bermudez, Remigio, según los medios locales, 
continuó con  la impunidad con 
Alan Garcìa amasaron una fortuna del terror y el
 narcotràfico escondida con los testaferros que los
perennizan en la impunidad




Justicia argentina pide captura de Morales Bermúdez

10:56 Juez argentino ordenó la detención del expresidente peruano por el secuestro de 13 opositores de su gobierno, el traicionó al pueblo, a Velasco Alvarado y se involucró con los narcos.
Un juez federal de Argentina ordenó la detención a nivel internacional del ex presidente peruano Francisco Morales Bermúdez, por el presunto secuestro de 13 opositores a su gobierno que luego fueron enviados a Argentina, en el marco del ‘Plan Cóndor’.
Según medios argentinos, el juez Norberto Oyarbide envió la solicitud de captura a la cancillería de su país y pidió apoyo a la Interpol para la detención y extradición de Morales Bermúdez.
El ex mandatario de facto es acusado de enviar, en 1978, a los detenidos hasta Argentina. El ‘Plan Cóndor’ consistía en acciones represivas coordinadas entre las dictaduras de la región entre los años 70 y 80.
La decisión se toma tras la denuncia presentada por Ricardo Napurí Schapiro, uno de los 13 opositores capturados, quien fuera acusado de “actividades subversivas”.
Morales Bermúdez, quien actualmente tiene 90 años, fue presidente del Perú entre 1975 y 1980.

mi tio abuelo Manolo Seoane y Haya de la Torre deben de estar requintando por que este desgraciado ha ensuciado el honor de la familia con su mafia 

GARCIA AHORA DICE QUE ANTES DE ENTREGARLE EL PODER A HUMALA LE PROPUSO LA LIBERTAD DE FUJMORI .....¿QUE PRETENDE GANAR COYUNTURA PARA QUE LO BLINDEN Y SEGUIR IMPUNE HASTA EL 2016?







‘Hubiera Sido un Loco’

Ver galería
“Lo que sí me alarma son los antecedentes de este juez Oyarbide. Ese señor es el que se atreve a enjuiciarme”.
Morales Bermúdez explica por qué fue imposible que el Perú se uniera
al Plan Cóndor y narra pasajes desconocidos de la transición. Sobre
los deportados señala: "al gobierno argentino no le convenía hacerles
algo. Fueron asilados."
Hace cuatro años que no puedo pisar el aeropuerto”, lamenta Francisco Morales Bermúdez, extraordinariamente vital a sus 90 años, y quien por ello se pierde las invitaciones internacionales para ofrecer conferencias sobre el particular proceso de transición a la democracia que vivió el Perú en 1980. Al juicio que se le inició en Italia, donde es procesado en ausencia, se suma un nuevo pedido de detención por parte de la justicia argentina.
–¿Alguien del gobierno de Ollanta Humala se ha comunicado con usted? 
–Nada. Lo que sí me alarma son los antecedentes de este juez Oyarbide. Ese señor es el que se atreve a enjuiciarme.
–Usted menciona una persecución política y a Oyarbide le llegan casos que le interesan al gobierno argentino. ¿Cree que hay una caza de brujas? 
–Puede ser. Seguramente él está ganando mucho protagonismo y quiere ser el (Baltasar) Garzón argentino. Garzón estuvo en el Perú en dos oportunidades a raíz del caso de 1980 de los montoneros argentinos. Escribió un libro enorme donde menciona todas estas cosas tremendas en Chile y Argentina. Habiendo estado dos veces en el Perú investigando lo de los montoneros no puso ni una letra sobre mí. Por algo será.
–Cuando ocurre el caso por el que Oyarbide pretende arrestarlo, su gobierno enfrentaba el embate de ciertos sectores de extrema izquierda. ¿Qué exigían en la coyuntura del paro de 1978? 
–Precisamente el extrañamiento fue porque estaban motivando todo lo que fuera alteración del orden del país cuando se necesitaba tranquilidad para ir avanzando de una dictadura militar a la democracia. Concretamente no exigían nada, pero si usted analiza documentos de la época, la izquierda radical no deseaba una transición democrática porque no querían volver al “sistema democrático tradicional”. Hagamos una comparación un poco burda pero que puede ser histórica, sobre lo que está pasando actualmente en el Perú. El gobierno del señor Humala fue apoyado por parte de toda esta izquierda, incluso estos mismos señores. ¿Qué pasa entonces? El señor Humala se ha dado cuenta que con ellos no puede gobernar y como es un gobierno democrático, los va aislando del poder. Desgraciadamente, a diferencia de un gobierno democrático, un gobierno de facto como fue el mío no tiene los resortes necesarios para manejar circunstancias de esta naturaleza. Un gobierno democrático tiene mucho más recursos. El gobierno de facto no, tiende a un endurecimiento natural.
–¿Dentro de su propio gobierno tenía también que manejar tendencias más represivas? 
–Claro. Yo soy un hombre de profunda vocación militar por tradición familiar, pero durante la etapa del general Velasco, que tuvo muy buenas cosas en determinados aspectos, se politizaron las FFAA y esa fue una de las razones poderosas que me llevaron a mí a buscar la transición. Usted encontraba un espectro variado en los dirigentes de los institutos de las FFAA, gente ya de extrema izquierda, muy de derecha y gente equilibrada. Las FFAA no deben nunca gobernar. Yo me sentí muy feliz de dejar instalada una democracia en el Perú.
–¿Cómo interpreta el buen resultado de los deportados en la Constituyente? 
–Mi propósito, cuando se instala la Constituyente, era que ningún grupo político estuviese fuera. Lamentablemente solo Acción Popular no quiso participar. Los deportados regresaron sanos y salvos al Perú. Y cuando la Constitución fue aprobada por la Asamblea, la izquierda no la firmó. Ahora muchos de ellos piden que se regrese a esa Constitución. Hay un episodio histórico que no he revelado nunca. Era el día D, muy cerca para que el JNE cierre las inscripciones, y había un partido que había tenido dificultades técnicas para ser aceptado por el Jurado. Ese partido era el PUM (N.de R.-se refiere en realidad a la Unidad Democrático Popular, UDP, encabezada por Javier Diez Canseco y precursora del Partido Unificado Mariateguista, PUM). Entonces, una persona del PUM que por razones obvias no voy a mencionar me visitó en mi casa a las 10 de la noche para reclamar por la situación. Me quedé pensando qué hacer. Tomé el teléfono, llamé al secretario general del JNE y le dije que me parecía un asunto menor. Le pido a usted, que en lo posible, elimine esa falla y que ingrese ese partido para que no tenga problemas en poner candidatos. Así ingresó el PUM.
–Entonces, si había este ánimo inclusivo, ¿en qué momento dijo se va esta gente? 
–No le puedo decir el momento exacto. Se detectó una serie de obstaculizaciones del proceso por parte de ellos. A mí me dolió mucho esta deportación. Yo no la hice con sadismo. Una transición no es cosa fácil. Yo tenía un frente interno complicado. Estaba en el gobierno no por haber sido elegido sino porque las FFAA me habían puesto ahí en lugar del general Velasco. Para llegar a una meta concreta, como la que gracias a Dios se logró, yo tenía que cuidarme porque lo que me sostenía en el poder eran los institutos armados. Si yo tenía algún problema con el elemento que me apoyaba, yo también salía. En un gobierno de facto institucional; el jefe de ese gobierno no puede cumplir con su voluntad porque es un colegiado. La decisión de la deportación no fue mía, sino colegiada.
–¿Le pudieron hacer un golpe de Estado? 
Habría tenido serias dificultades para la transición y una demora para el proceso, que ya tenía fechas marcadas.
–Javier Diez Canseco dijo que se sabía que en la dictadura de Videla se desaparecía izquierdistas. ¿Por qué los enviaron allá? 
–Al gobierno argentino en la vida le hubiera convenido hacer algo sobre la vida de estas personas. Fueron considerados asilados. Inicialmente llegaron a una base militar, pero al poco tiempo fueron trasladados a Buenos Aires. Inclusive la organización de la ONU para refugiados los tomó a su cargo.
–¿Cómo fue la comunicación con Argentina? 
–Yo descentralicé mucho las acciones. Los servicios correspondientes se hacían cargo de estas cosas, por eso yo nunca traté para estos asuntos con el general Videla.
–Ricardo Letts señala que fueron maltratados en el camino. 
A veces uno no puede manejar la actitud de los subordinados. Yo qué voy a ordenar que los enmarroquen y les hagan daño. Imposible.
–En el otro evento, la expulsión de los montoneros en 1980, entiendo que usted prefería que los entregaran a otro país en lugar de Bolivia. ¿Cómo fue? 
–Ocurrió lo siguiente. El primer ministro, el general (Pedro) Richter, tomó la decisión. Cuando estos señores ya habían sido entregados a las autoridades bolivianas, me informó que dispuso eso y así sucedió. Se siguió la ley de extranjería. Los documentos obran en poder del general Richter.
–Pero Bolivia era parte del Plan Cóndor. 
–El general Richter los entregó ahí porque había un gobierno democrático. Cuando me informó, le dije que mejor hubiera sido enviarlos a México. Estos montoneros llegaron cuando ya había sido electo el presidente Belaunde y había terminado la transición. El servicio de inteligencia del Ejército dijo que ellos habían venido a instalar una base subversiva en el país. Fueron entregados con fotografías, completamente sanos. Lo que pasa después no es responsabilidad del gobierno peruano. Una de las señoras, (Noemí Gianotti de) Molfino, aparece muerta un mes después en un hotel en Madrid. Ahora, con el proceso en Argentina, vuelven a vincular al Perú con el Plan Cóndor.
–¿Lo invitaron a participar en el Plan Cóndor? 
–Llegó una comisión de Argentina y Chile a Palacio de Gobierno a entrevistarse conmigo. Esto ya lo ha declarado el embajador (José) De la Puente. Yo no quise saber nada de estos señores y le pedí que los despidieran. Yo no quería tener relación con esos gobiernos. Teníamos un plazo concreto donde la Constituyente se establecería en junio del ’78, terminaría su misión en junio del ’79 y las elecciones generales serían en junio de 1980. Ellos querían quedarse en el poder, nosotros salir por voluntad propia. Yo estaba manejando un proceso de transición sumamente difícil, con aristas delicadas, y ¿voy a comprometer al gobierno del Perú y mi persona con el Plan Cóndor? Tenía informaciones concretas de que estudiantes de nuestras juventudes que habían ido a estudiar a estos países habían sido eliminados. ¿Con esa gente iba a entrar yo? Hubiera sido un loco para tomar esa decisión. No era la filosofía política del gobierno y además soy profundamente cristiano. (Entrevista de Enrique Chávez y Patricia Caycho)

1 comment:

  1. ¿Es tan dificil caminar recto? o hacer lo correcto?.... EL COMANDANTE LEON VELARDE

    ReplyDelete