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Wednesday, January 15, 2014

Adiós Luis Enrique León Velarde Gamarra

 por Rodrigo Franco Seoane


 Luis Enrique León Velarde Gamarra 
los hermanos Máximo,Carlos, Angélica, Enrique y Ricardo Leon Velarde y el patriarca de la familia don Ricardo Leon Velarde en el yate de la familia "Maraya"

Partió un gran hombre de la política independiente del Perú.
Wikepedia, resume su obra en lo siguiente:Enrique León Velarde Gamarra (Lima, 21 de Junio de 1930, 14 de enero de 2014)1 fue un empresario, ingeniero y políticoperuano
Biografía[editar]

Hijo del Teniente Coronel EP y Senador de la Republica Ricardo León Velarde Valcárcel y de Angélica Gamarra Peralta de León Velarde.
Estudio en el colegio italiano Antonio Raymondi y curso estudios superiores en la Universidad de La Plata, Argentina, donde no pudo graduarse debido a una prolongada huelga estudiantil. Obtuvo el titulo de ingeniero agrónomo de la Universidad Agraria de La Molina, en Lima Perú.
Heredo junto con sus hermanos Máximo, Ricardo, Carlos y Angélica la hacienda Chavarría de 500 hectáreas, ubicada en el Valle de Bocanegra hoy distritos de Los Olivos y San Martin de Porres en Lima, Perú.
Fue propuesto por varios comités de madres del entonces Distrito Obrero Industrial 27 de Octubre (nombre tomado de la fecha del golpe de estado del General Manuel A. Odria) al Presidente Manuel Prado en 1957 como alcalde debido a la gran sensibilidad social demostrada por su madre y a quien Enrique León Velarde acompañaba en su obras filantrópicas y de beneficencia.
En 1960 es invitado a participar en el partido Acción Popular del arquitecto Fernando Belaunde Terry, llegando a desempeñar varios cargos en el mismo y conjuntamente con Manuel Mujica Gallo y Miguel Dammert Muelle financio gran parte de la campaña electoral de 1962. Fue elegido diputado por Lima en las elecciones generales de 1962. La sospecha de fraude del arquitecto Belaunde Terry quien sentíase despojado de la presidencia por sectores hostiles a el dentro del ejercito lo llevo a dar la orden a todos sus parlamentarios electos a no presentarse a la ceremonia de instalación del congreso en señal de protesta y "para no convalidar el fraude". Es desobedecido por un grupo de parlamentarios electos, entre los que figuraba León Velarde. Esto les costo la expulsión del partido a los 22 que se presentaron a jurar.
En las elecciones de 1963 se presento como #1 de la lista de diputados del candidato ingeniero Mario Samame Boggio que tuvo escasa votación.
En 1967 se presenta como candidato independiente a la alcaldía de San Martin de Porres y es elegido con alta votación, derrotando a los favoritos candidatos del partido Aprista y Odriista.

Tras duras batallas cívicas, siempre con él a la cabeza, durante el gobierno del Presidente Fernando Belaúnde Terry logró la dación de la Ley Nº 16584 del 12 de julio de 1967. Esta ley conocida popularmente como "La ley León Velarde" permitió posteriormente la hazaña de inscribir en los Registros Públicos de Lima 4 millones de metros cuadrados a favor de cuarenta mil familias del distrito de San Martín de Porras gracias a las gestiones de León Velarde ya en el gobierno del Presidente Juan Velasco Alvarado. Por ello se le considera como el padre de los títulos de propiedad en los barrios marginales del Perú.

Durante un viaje de vacaciones con su esposa Minnie Novoa en un crucero, entablo inmediata amistad con el entonces general de brigada Juan Velasco Alvarado quien años después seria el conductor de la revolución de las Fuerzas Armadas que en 1968 interrumpiría el orden democrático al derrocar al gobierno del arquitecto Fernando Belaunde Terry que se encontraba inmerso en varios escándalos de corrupción, siendo el mas notorio el famoso caso de la "Pagina Once".
León Velarde participa junto con otros civiles en los preparativos para el golpe de estado según el diplomático norteamericano Frank V. Ortiz quien en su libro de memorias "Lessons from a Life of Service" describe como es que descubre la intención golpista de Velasco Alvarado a través de León Velarde y de su amigo Pedro García Miro Elguera en el Jockey Club del Perú.
Durante el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, León Velarde participo del mismo como Director de Gobierno Interior y Director del Banco de la Nación.
Desde 1971 a 1975 fue presidente de la Mutual Metropolitana de Ahorro y Crédito que financio muchas urbanizaciones para las clases populares.
Se aleja del gobierno militar en el año 1974 después de la expropiación por parte del estado de los medios de comunicación pero continua su estrecha amistad con el general Velasco hasta la muerte de este ultimo en 1977.
Jugó un papel importante en el proceso de transformación de capital agrario en capital inmobiliario desde su condición de alcalde del distrito de San Martín de Porres y como uno de los mayores propietarios de tierra en la zona. Junto con sus hermanos pago integramente el diseño y la construccion de la avenida Angelica Gamarra de Leon Velarde que conecta casi desde la avenida Elmer Faucett hasta la carretera Panamericana Norte.
En tierras de la hacienda Chavarría se edificaron mas de diez mil casas de interés popular, contándose entre otras las urbanizaciones Covida, Sol de Oro, Las Palmeras, Mercurio, El Trébol, Villa Los Ángeles, Angélica Gamarra de León Velarde.
Fue copropietario con sus hermanos de la Ladrillera Chavarría y con los hermanos Palacios Moreyra de la Ladrillera Acho, ambas de importante producción.
Gran aficionado a la hípica, fue copropietario del stud Levega y del haras Chavarría con sus hermanos. Fue propietario del stud "Martín de Porres", cuyas sedas vistieron ejemplares que marcaron historia en la hípica peruana. Fue propietario de ejemplares como: Figurín (65-66), Malhumor (66-67) (considerado por el eximio jinete Arturo Morales el mejor que corrió después de Santorin), El Beato (70-72), Biógrafo (73-76 ganador internacional), Palao (74-75), Bólido (82-85). Ganó la estadística de studs en 1974, fue copropietario además del Stud Los Luchos de Satélite y el FFLV, de Clochard.
Fue Director del Jockey Club del Perú (1967-1969) en la directiva de Luis Olaechea Dubois. 2
En noviembre de 1966 participó en las elecciones municipales como candidato independiente, siendo elegido, con más de doscientos mil votos, alcalde del distrito de San Martín de Porres para el periodo 1967 - 1969.
Fue perseguido y encarcelado por el gobierno de facto del también golpista Francisco Morales junto con varios amigos del ex presidente Velasco Alvarado a la caída de este. Sufrio prision por trece meses y después fue exiliado 5 años, lo que le que le causo irreparables daños economicos y politicos.
Dirk Kruijten su libro La Revolucion por Decreto, El Peru en el Gobierno Militar describe asi la lealtad de Leon Velarde hacia su amigo Juan Velasco Alvarado al momento de su derrocamiento:
"Velasco leyó un breve discurso de despedida por radio y televisión, preparado por Graham y aprobado por el Consejo de Ministros. A las dos y media se levantó la sesión. Velasco se despidió de todos los presentes con un abrazo y se retiró con su familia a sus aposentos privados para ordenar sus papeles. A las cuatro de la tarde abandonó el palacio por la salida lateral, en compañía de su esposa y dos de sus hermanos, un teniente coronel y un mayor. Siguió luego el carro de Meza Cuadra.Solo uno de sus amigos civiles, Leon Velarde, lo estaba aguardando en el porton de palacio"
Luego segun Kruijt esta lealtad le valio duras represalias por parte de su enemigo y ya presidente Morales:
"Ahora la atención se desplazó a los familiares y amigos de Velasco. Las primeras víctimas fueron sus dos hermanos, ambos oficiales: uno quedó cesante y el otro fue a parar a la cárcel. Sus hijos eran perseguidos en la calle, su yerno perdió el trabajo. Su amigo León Velarde estuvo un año en la prision, Tantaleán permaneció tres meses entre rejas. Se promulgaron ordene de detención contra Zimmermann —ex jefe de prensa de Velasco—y Luis González Posada —su cuñado—, y contra sus amigos Urteaga, Dongo Soria, Dasso y Monteblanco"
Esto esta corroborado por el Departamento de Estado americano via un cable confidencial del 29 de Agosto que fue desclasificado el 6 de Julio de 2006 donde se informa que un grupo de amigos del derrocado ex presidente estaban bajo orden de arresto o arrestados ya bajo pretexto de combatir a la corrupcion y para moralizar al pais. Especificamente de Leon Velarde dice que era ex alcalde y terrateniente de San Martin de Porres donde se habian desatado disturbios estudiantiles y que los mismos eran la causa real de su arresto segun la prensa.Tambien comenta que estos arrestos tenian por motivo detener presuntos movimientos por devolver al depuesto presidente al poder y que los mismos servirian de aviso a militares que quisieran intentar lo mismo. Ver en Wikileaks el cable 1975LIMA08951_b .
Al recobrar la libertad fue obligado a abandonar el pais y paso 6 años en el exilio, primero en Venezuela y luego en Miami.
Regreso al Perú en 1982 y se presento a las elecciones municipales de 1983, candidateando a la alcaldía de Lima, nuevamente como independiente y esta vez sin éxito.

Obra[editar]

  • ¿El chino y yo jodimos al Perú?: confesiones de Enrique León Velarde. E. León Velarde, 2000 - Perú - 268 pag.


 Me cuentan que Enrique
 protegió y pràcticamente salvó al Perú del comunismo cuando el paìs se encontraba infestado de comunistas, actuando como clave de que el paìs no caiga en ideologìas maquiavèlicas radicales, en su momento histórico con simples estrategias de logística e impidiendo que la garra del bombardeo ideològico de la extrema izquierda del Perù secuestraran al paìs, combatiendo con  ideologías moderadas mas centristas durante el primer gobierno de Belaunde y despuès con Velasco.

Me contò como anècdota que durante la revolución del General Velasco Alvarado en una decisión clave (propia de su inteligencia ràpida y con talento de improvisaciòn nata), Impidió la entrada a Fidel Castro en el Perú  quien pretendía el liderazgo ideológico y geopolítico de la región prácticamente opuesto a ciertas medidas radicales a ese elemento comunista con pretensiones estratégicas para la región.

 Tambièn me contaba que Conoció a Velasco en un viaje de Europa al Perú que realizó por barco con su primera esposa en la travesía,  mientras las esposas conversaban y se hacían amigas diseñaron la revolución porque el Perú no daba para más, Asediado por grupos terroristas y una corrupción incontrolable de un gobierno pusilame colado de corrupción y vulnerable a la guerra de guerrillas, que enrumbaba al país al caos y la guerra interna, Enrique propuso una solución política inevitable,  Tomar el toro por las astas, y con numerosas confirmaciones de logística que el general Velasco tenía, ante la avanzada comunista de la guerra de guerrillas en el Perú , la invasión ideológica de las escuelas, 


universidades que se veían  acechar subliminalmente al peruano y en muchos lugares donde la pobreza extrema se expandía como un cáncer León Velarde le propone al General hacer la revolución a favor de todos los peruanos, Velazco accede a su propuesta de ser el líder, Decidiendo tomar medidas radicales como la Reforma Agraria porque desde el campo era donde se fomentaba el desorden y la injusticia de ciertos hacendados que eran dueños del problema  vastas extensiones territoriales desde la conquista del Perú
Enrique Leon Velarde Gamarra y su amigo Juan Velasco Alvarado
eran focos de muchas injusticias con sus trabajadores vulnerables a ideologías radicales ya existían rondas campesinas dispuestas a entrar a la radicalidad política y esto repercutiría en todo el país. Si bien era cierto, la familia León Velarde también era una familia acomodada, como hacendados veían en carne propia que existían ciertos hacendados que maltrataban al pueblo al estilo de señores feudales de antaño. 

Pero también durante su gestión inicial, existían presiones de las izquierdas radicales del Perú. Ya como director de gobierno en la revolución de Juan Velazco Alvarado y  defendiendo a los intereses de todos los peruanos sin distinguir clase social, raza, o religión  ejerce firmemente su cargo expulsando a la corrupción de  su propio entorno del gobierno militar, descubriendo y en la misma dirección del gobierno habían rumores e  informes de corrupción, investigaciones internas arrojaban de que  el general Morales Bermúdez quien era su ministro de agricultura estaba involucrado en actos de corrupción y de dudosa  ética y moral, Enrique no pudo aceptar que esto ocurriese por mas amistad que pudiese haber en el entorno habían pruebas que le dieron al General Velasco
 discuten al proponer separarlo pero  Velasco insiste  que le dé una oportunidad y le pide perdonarlo, como Enrique era un hombre noble, humilde de principios cristianos  accede, más tarde Bermúdez aprovechando una enfermedad de una dolencia física donde ele amputan una pierna al general que pone a Velasco en una silla de ruedas, Morales finalmente se aprovecha de la debilidad del caudillo y lo traiciona derrocándolo en una contra-revolución y como su primer acto de vendetta como nuevo presidente contra-revolucionario,  formula un plan político y legal para enmarañar y acusar a Enrique para anularlo totalmente de la política por ser un potencial líder presidencial a futuro despojándolo de toda su fortuna, se le bloquearon todas sus cuentas bancarias como era independiente y hombre exitoso de negocios y de fortuna  familiar, Había que anularlo por allí. lo primero que hizo fue embargarlo de todas sus empresas, 2 aras de más de 180 caballos de carrera pura sangre  por que Enrique, y sus hermanos eran famosos por afición histórica  de la hípica de más de tres generaciones la familia tenía su palco en Monterrico, las haciendas Chavarría, Matamula y Cieneguila parte de ellas injustamente le fueron expropiadas cuando Morales lo apresa. La familia León Velarde sucumbió ante la desgracia de la vendetta política de el contra-revolucionario Bermúdez en ello los que más sufrieron fueron sus hijos quienes acostumbrados a una vida de comodidades tuvieron que pasar aprietos desde muy pequeños, Sometiéndolos a la venganza política,  judicial sumada con la muerte civil y una  ruina económica que injustamente todos tuvieron que sufrir pero se prolongó por más de tres gobiernos dado a los tentáculos de una injusta y despreciable venganza añadiendo una vendetta  política de tres generaciones.... 



La chacra de Cieneguilla era originalmente de Enrique, allí criaba y entrenaba sus caballos de carrera, en la parte de atrás construyó unas piscinas para el tratamiento y recuperación de los animales, mas atrás en Tinajas que es una quebrada rodeada de cerros por donde antiguamente pasaba un huaico, Enrique  había construido un torno y una pista de carreras para entrenar a los caballos, hoy las tierras han sido parte invadidas por una mafia de tierras muy  arraigada en Cieneguilla desde la época de Morales Bermúdez, ahora se denomina  como Potrero Santa Rosa, Santa Lucía y Tinajas  son de propiedad de su ex mujer quien reemplazada por su hijo sigue en una lucha que lleva más de 30 años tratando de recuperar su patrimonio, gran parte de lo que el sistema corrupto y la mafia les quitó hoy está invadido por miembros del gobierno de Belaunde, García y Fujimori , En época de Reforma Agraria Enrique  le pidió a su ex-mujer, quien llegó a ser Alcaldesa del distrito salvaguardase para que el hijo único de los dos tenga un patrimonio.  Enrique  le compró la hacienda como Negociación Cieneguilla, adquirió los predios de los   Santisteban pero cuando estuvo en el gobierno de Velazco como director de gobierno vino un golpe de estado por Morales Bermúdez y como venganza fue preso injustamente despojado de todos sus bienes por la cobarde vendetta política de Morales Bermúdez, antes de que lo perdiera todo le cedió la propiedad a la señora para su hijo pero en los ochentas el muchacho  y su madre sufrieron  un cobarde atentado contra sus vidas, unos  atacantes a tempranas horas de la madrugada  fuertemente armados con fusiles FAL, AKM y otros armamentos de guerra los asesinos estaban vestidos con uniformes y las cabezas cubiertas , se treparon por  los cerros y ingresaron a la propiedad con orden de matar. al entrar, raudamente como ataque de asalto de aniquilamiento,   diseñado a acabar con sus vidas  bombardearon y con ráfagas de metralla y explosivos atacan a la señora y a su hijo, el hijo protege a la madre  la sube a su Jeep logran escapar del plan macabro  para sacarlos del fundo y despojarlos de la posesión de las tierras , más tarde se supo que el ataque efectuado por elementos del crimen organizado de Cieneguilla que todavía sigue investigándose se sabe que son conocidos  traficantes de tierras. Su madre quien desde que tuvo posesión de las tierras es extorsionada y viene siendo amenazada, extorsionada, le cortaban los cables de la luz, los cables del telefono, la masacraron a golpes en el río Lurín los matones de Jaime Ortiz de Zeballos, constantemente abusada física y  sicológicamente.
Los ataques vienen desde el año 1982 cuando fue el inicio de el plan por sacarla de la propiedad, en ese año, la señora fue cobardemente ultrajada, vejada y golpeada por un grupo de matones que invadieron las tierras, uno de ellos de apellido Saravia quien después se supo que trabajaba para Luis Ortiz de Zevallos, el hijo después de que su madre estuvo en el hospital viajo de USA abandonando sus estudios universitarios para ayudar a su madre, al retornar a su casa y no obstante la señora quien tenía la adjudicación de Reforma Agraria, más tarde en un complot organizado por el zar del tráfico de tierras confabulando en combinación con socios mediáticos políticos y  poderosos de la corrupción  y elementos de la vendetta política del primer gobierno de Alan García continuaron con el aniquilamiento, el robo, más tarde partes de la hacienda han sido vendida ilegalmente y


Enrique vivió en mi casa antes de que el Parquinson, el Allzimer´s y la demencia cenil terminasen quebrantándole la salud pero en momentos de lucidez conversabamos sobre sus logros me comentó que era uno de los pocos políticos del Perú que entraron a la política siendo millonarios y salieron pobres, lo que ocurre al reves en el Perú donde los políticos entran sin un centavo y terminan siendo ricos maganates. Pero conversando con él por su fe cristiana núnca le hizo daño a nadie siempre pensó en lo mejor para su país, en los pobres, en los más vulnerables aunque muchos lo envidiaron y odiaron por sus actos, Ya Dios lo había premiado con mucho que él le devolvió a su patria,  se sentía satisfecho y orgulloso de haber sido partícipe de la defensa nacional, de la revolución, de tener muchas mujeres, muchos caballos cracks, vivir siempre bien, vestir bien y hacerse respetar.

En una oportunidad de su trabajo como director de gobierno, me narra  como anécdota que Velasco le pide recibir al mismísimo Fidel Castro al aeropuerto para darle todas las facilidades del caso pero él en cambio como decisión propia no obedece y lo expulsa en una estratagema del país después de haber aterrizado en Jorge Chaves no le permite el ingreso, Castro, quien pretendía quedarse el Perú con otras intención para imponer su guerra ideológica como lo venía realizando en el continente después de derrocar a Batista en sierra Maestra quería figurar como salvador de Latinoamérica y líder para expandir el comunismo por toda la región y el país como era el centro de América del sur era un punto estratégico para la expansión geopolítica de la avanzada comunista
Castro ya venía al Perú con intenciones de dirigirse al pueblo peruano y convertir a el Perú en su satélite revolucionario para propagar su conquista avanzada pero ante la acción de lo ocurrido antes de salir a la ciudad del aeropuerto no tuvo opción y se subió a su avión regresando por donde vino...

Enrique fue el mejor alcalde que tuvo San Martin de Porres les instaló a todos los pobres alumbrado, agua y desagüe sin distinción ya que ese  territorio era la hacienda  de su familia la hacienda Chavarría era de propiedad de su madre Angélica Gamarra de León Velarde quien fue nieta del héroe nacional y libertador Agustín Gamarra 2 veces presidente peruano. La hacienda Chavarría que hoy es el distrito pujante de los Olivos y San Martin de Porres lleva el nombre de su madre como avenida principal, 
Kike como cariñosamente le llamaban era muy engreído de la madre y muy palomilla de niño siempre se iba a jugar con los niños de la chacra y sus hermano Ricardo quien en paz descansa ex-alcalde de San Isidro me contaba que no se explicaba cómo es que Enrique se las ingeniaba para siempre tener dinero desde niño pero cuando se dormía ellos  le quitaban sus propinas por ser tan engreído ellos no se explicaban como hacía para siempre conseguirse las mejores propinas del padre don Ricardo Leon Velarde 


quien fuese en vida  Senador por Madre de Dios como Enrique era el menor de 4 hermanos  lo llenaba de gollorías... desde muy joven era un apasionado de la política, en una manifestación de miles de peruanos fue llevado en andas caminaron desde la hacienda hasta el centro de Lima llegando a Palacio de gobierno donde el presidente Prado estaba dando su discurso se llena la plaza del pueblo iba en una manifestación reclamando una mejor calidad de vida y el mismísimo presidente al ver el liderazgo del muchacho le llamó a conversar al podio luego fue o propuesto como alcalde por su gente.


 Nota

Enrique venía de sangre política y de líderes nacionales, era  biznieto de Agustín Gamarra 2 veces presidente del Perú libertador de la guerra de la independencia con España hijo de un Español y una dama Cuzqueña quien más tarde con afán de recuperar Bolivia como territorio peruano entregó su vida como héroe de la batalla de Ingavi….. Kike estará junto en la gloria del señor con su abuelo Máximo León Velarde héroe de la guerra con Chile con su madre Angélica León Velarde Gamarra su padre Ricardo León Velarde Senador de Madre de Dios, sus hermanos Máximo, Carlos, Ricardo y con Dios


EL DIARIO EL COMERCIO ESCRIBEPENOSA PERDIDA Falleció Enrique León Gamarra a los 84 años de edad fallece Enrique León Velarde Gamarra, quien fue alcalde de San Martín de Porres entre 1967 y 1969.Nacido en Lima, en 1935, León Velarde fue Director de Gobierno en el régimen de Juan Velasco Alvarado y además director del Banco de la Nación, fue uno de los principales propietarios de caballos de carreras del país.

Entre los Studs de crianza de caballos de carrera pura sangre Enrique era uno de los mejores criadores del Perú tenía el ojo del águila como le dicen, conocía exactamente los atributos de los caballos que escogía genes de los ejemplares de los mejores ADN ciencia que heredó de los abuelos, el padre y como profesional, era Ingeniero Agrónomo donde se especializó en Argentina cursa como estudiante en la Universidad  la crianza de estos bellos y veloces animales, pasión venía de sus abuelos heredada con la sapiencia de un conocedor experto para producir los mejores ejemplares del continente produjo caballos de carrera campeones internacionales como Biógrafo, Bólido, Palao, entre muchos ganando premios internacionales, 

los aficionados a la Hípica lo recuerdan por sus premios nacionales e Internacionales, llevó sus caballos por Sudamérica y hasta Kentuky que criaba en su hacienda Chavarría y en Cieneguilla donde fue propietario de Negociación Cieneguilla donde criaba los caballos del Stud San Martín de Porres, en su chacra de 240 hectáreas campeón de muchas carreras importantes con sus caballos  fue co-propietario del stud "Levega" y fundador del stud "Martín de Porres", cuyas sedas vistieron ejemplares que marcaron historia en la hípica peruana. Fue propietario de ejemplares como: Figurín (65-66), Malhumor (66-67) (considerado el mejor que corrió después de Santorin), El Beato (70-72), Biógrafo (73-76), Palao (74-75), Bólido (82-85). Ganó la estadística de studs en 1974, fue copropietario además del Stud Los Luchos de Satélite y el FFLV, de Clochard.
Fue Director del Jockey Club del Perú (1967-1969) en la directiva de Luis Olaechea Dubois.


Bòlido, Palao, en Argentina campeona el Peregrini y en EEUU con Cholo Boy, participa en la carrera del bello Hipódromo de  Hialeah  y viaja hasta  Kentucky donde adquirió finos especímenes y campeones.

La envidia de algunos  enemigos políticos y la ambición de otros que se le pegaban como lapas por su éxito con las mujeres y los caballos, menospreciaron la calidad del ser humano y como siempre pasa en el Perú sus propios compatriotas, amigos y parientes no supieron apreciar la calidad del ser humano de fondo sin extenderle la mano cuando estuvo en apuros económicos.
Enrique fue un gran ser humano, el inventor de la verdadera Inclusión social, Wikepedia lo llama el “Padre del título de propiedad de los más pobres, el padre de las barriadas”. Como todo líder millonario, tuvo muchos amigos en la abundancia y muchos enemigos pero lo más triste de su vida fue que fue un hombre bueno de honor y de fe cristiana nunca recibió un reconocimiento merecido después de ayudar a miles de peruanos que hoy gozan de propiedad privada y de parcelas productivas en un país que logro convertirlo en pujante y de nuevos ricos fue abandonado a su suerte  en la enfermedad sin que el estado o el gobierno le agradezca o le reconozca lo mucho que hizo por el país, lastimosamente no le rindieron homenaje en vida antes de su partida. Pero su obra no fue en vano hoy por hoy hay miles de familias y miles de peruanos se han beneficiado de su amor a su patria peruana dejó un Perú más justo, más inclusivo, más humano, con nuevos emprendedores y miles de propietarios con menos diferencias raciales y sociales más equiparado,  hoy por hoy miles de emprendedores y pequeños agricultores tienen la opción de tener sus parcelas criar sus animales, criar sus hortalizas y diferentes productos nacionales en una distribución más humana de la riqueza formando nuevas clases sociales emprendedoras y todos tienen más oportunidades de alcanzar el sueño del nuevo mundo, miles de peruanos ahora tienen parcelas y tierras por todo el Perù generando un nuevo Perú más equitativo, mas inclusivo progresista,  venganza  absurda de algunos miembros obscuros lastre de las épocas Feudales donde no se respetaba al ser humano, dejando un legado próspero a de una sociedad mejor, pujante y exitosa hoy por hoy ejemplo de una  Latino América libre, independiente y donde todos pueden y tienen derecho al progreso de una economía libre de mercado
 Me decía "soy uno de los pocos políticos peruanos que entro al poder millonario y salió pobre carajo", sus amigos me cuentan que en reuniones durante sus campañas para ser presidente, le gustaba mucho la música criolla siempre le cantaban la canción "El plebeyo" porque aunque nació en cuna de oro pero era un hombre común como cualquier hombre de la chacra, del pueblo, siempre se consideró ser como todos los peruanos de a pie a quienes más se identificaba  y como líder más quería. Luis Enrique el Plebeyo le decían de joda también sus amigos de la cárcel cuando un traidor se trató de cobrar venganza y lo mandó asesinar dos veces en Lurigancho,  pero como Kike era muy querido hasta en la cana  tenía a todos los convictos de su lado y lo cuidaron, se salvó de la muerte varias veces.... fue líder de las barriadas de San Martin de Porres beneficiando a cientos de pobres a  quienes les regaló en secreto sus casas tierras de la hacienda de su madre  quien era una mujer tan buena y quien le dio el ejemplo de tratar a todos por igual y quererlos como tal, antes que la Reforma Agraria y Morales Bermúdez lo metiera preso y le quitara todo, su madre Angélica Gamarra regaló las tierras a sus obreros y gamonales, les obsequio las  tierras en vida...por ello hoy existe la Avenida Angélica Gamarra en lo que era su hacienda, hoy el pujante distrito de San Martìn de Porres y los Olivos....Descansa en paz Kike, fuisteis un buen hombre quien lo entregó todo por su país y su gente. 
ESCRIBIO EL LIBRO "El chino y yo Jodimos el Peru?
CONFESIONES DE ENRIQUE LEÓN VELARDE"
QUE HOY SE ENCUENTRA EN LA BIBLIOTECA DEL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MUCHAS UNIVERSIDADES COMO HARVARD Y  STANFORD QUE ESTUDIAN LA HISTORIA PERUANA: El Chino y yo jodimos al Perú? : confesiones de Enrique León Velarde

Author/Creator:
León Velarde, Enrique (León Velarde Gamarra)
Publication date:
2000
PREMIO ESPECIAL CARLOS Y RICARDO LEÓN-VELARDE GAMARRA “ganándolo la potranca WIDAD del buen amigo Hiad Hami Dr. Carlos León-Velarde fue el gestor así como copropietario con sus hermanos Máximo, Ricardo y Enrique de formar el Haras Chavarría, de más de 300 hectáreas (hoy Los Olivos) el renombrado Stud Levega, luchando los primeros puestos de las estadísticas de esas épocas de gloria con el Quaker State y el San Esteban...copropietario y director del Stud Martín de Porras y el Futuro. Hacemos historia, sus padres tenían enormes terrenos que abarcaban el distrito de Los Olivos y en la época del Presidente Leguía (cuando estuvo detenido) en el año 1934, los esposos Ricardo León-Velarde y Angélica Gamarra le pidieron permiso al Presidente para tomar los colores del Stud Perú para que corriera 
Palomeque, que ganó muchas carreras; desde esta época data el gusanito hípico en la familia. Los hermanos trajeron un padrillo inglés: Forum que fue un gran jefe de raza en el Perú, además importaron yeguas inglesas y argentinas mejorando el elevage peruano. Recordamos con cariño a la yegua Family que ganó varias carreras conmigo y exportada a la Argentina tuvo un nieto Pelotari que ganó el Derby Argentino y el Gran Premio Nacional en el año 1984. La familia tuvo muy buenos caballos, el mejor que yo monté se llamaba Nicoya ganando varios clásicos, fue un vientre sensacional dando hijos campeones. El Dr. Carlos León-Velarde tenía vena de liderazgo y asumió la dirección de las pistas en Monterrico creando un medidor de densidad para buscar el mejor peralte de las pistas. En el año 1952 se crea el stud Levega con Rampuki, sus mejores defensores fueron Sir Post, Fumajina, Financiera, Facenda, Farm, Family y Nicoya. Enrique fue Alcalde del distrito de San Martín de Porras y Ricardo Alcalde de San Isidro haciendo buena labor y siendo muy recordados hasta la fecha. Felicitamos a la familia León-Velarde porque sus hijos y nietos están retornando a la hípica con grandes brillos, suerte la tarea no es fácil, pero la afición es grande.
El sábado se corrió el Premio Especial
«CARLOS Y RICARDO LEÓN VELARDE GAMARRA», 
    "Maraya" el yate de los hermanos León Velarde conocido por todos los Anconeros y Limeños, Máximo y Carlos permanecían a cargo de la embarcación en la temporada de verano y Enrique la llenaba de invitados





Agustín Gamarra el bisabuelo de Enrique


(Apurimac, actual Perú, 1785 - Ingavi, Bolivia, 1841) Militar y político peruano. Su extraordinaria peripecia vital es un compendio de los dramáticos conflictos americanos de la primera mitad del siglo XIX. En las guerras de la independencia se distinguió en el lado realista, peleando a las órdenes de José Manuel Goyeneche y Barreda, Joaquín de la Pezuela y José de la Serna; pero ni siquiera sus repetidas hazañas militares evitaron que siempre se desconfiara de él como secreto partidario de la independencia.


Agustín Gamarra

Pasó luego a luchar al lado de los patriotas peruanos: en 1821, en efecto, se unió a José de San Martín, y a pesar de que fue jefe de Estado Mayor del ejército libertador en la batalla de Ayacucho, en 1824, antes había sido condenado a muerte por su conducta en la batalla de la Macacona, salvándolo Andrés de Santa Cruz. En Perú fue partidario de la destitución de Simón Bolívar, y después obligó a José de la Serna a abandonar Bolivia.

Ascendió a mariscal en 1828, y a raíz de la derrota peruana en la guerra contra Colombia, derrocó al presidente José de La Mar y Cortázar y firmó con Colombia el tratado de Guayaquil, cediendo las reclamaciones peruanas sobre la ciudad. En 1829, Agustín Gamarra fue nombrado presidente constitucional, cargo que desempeñó hasta 1833. Durante su mandato trató de construir el Gran Perú, un ideal cuya realización requería la anexión de Bolivia y que provocó un enfrentamiento continuo con los bolivianos.





Exiliado en Chile, promovió, al igual que Andrés de Santa Cruz (pero con fines distintos), la Confederación Peruanoboliviana; pero cuando ésta se creó, se alió con Chile y participó en la expedición victoriosa de Manuel Bulnes Prieto contra la Confederación (1839), volviendo a ocupar la presidencia de Perú. Gamarra redactó una nueva constitución de signo conservador y nacionalista. En 1841 su intervención en territorio boliviano, dirigida en principio contra Andrés de Santa Cruz, se saldó con su derrota en la batalla de Ingavi, en la que pereció, y con la que la independencia de Bolivia quedaba definitivamente consolidada.

La Guerra Perú – Bolivia
de 1841-1842


Batalla de Ingavi

Fecha: 01 de Octubre de 1841 – 07 de Junio de 1842Beligerantes: República del Perú vs República de BoliviaCausas: Agustín Gamarra intenta anexar Bolivia al PerúComandantes: Agustín Gamarra (Perú), José Ballivian (Bolivia)Resultado: Tratado de Puno y posterior Tratado de Paz y Comercio

Fue un enfrentamiento bélico entre las repúblicas de Perú y Bolivia en los años 1841 y 1842. En 1841, Agustín Gamarra, presidente del Perú intenta anexar Bolivia (la ex Audiencia de Charcas colonial), lo que costó la vida el 18 de noviembre de 1841. El ejército de Bolivia al mando del general José Ballivián ocupa las provincias peruanas de Moquegua, Puno, Tarapacá, Tacna y Arica. La retirada de las tropas bolivianas del Perú fue motivada por la dificultad en la disponibilidad de recursos materiales y humanos (factor que favorecía al Perú) y por el hostigamiento de las incursiones peruanas. Al final de la contienda se firma el Tratado de Puno el 7 de junio de 1842.
I. Antecedentes y gestación del conflicto
A) Relaciones Prehispanicas, virreinales y republicanas:

Existía una comunidad múltiple y antiquísima entre el Perú y Bolivia. Los quechuas, indios peruanos, y los aimaras, indios bolivianos, son hermanos antropológicamente. En el imperio de los Incas y aun antes en ese Imperio antiquísimo llamado de Tiahuanaco, todavía misterioso; los territorios de Perú y Bolivia formaron una sola entidad. Tan solo porque la capital del Virreinato del Perú, Lima, capital artificial, estaba muy distante, fue creada en la época colonial la Audiencia de Charcas. Las más valiosas encomiendas del Virreinato del Perú estuvieron en los territorios de Callao y Charcas, así como su más legendaria riqueza, la de las minas de Potosí.

Cuando se trató de segregar al Alto Perú del Bajo, el virrey don Manuel Guirior se opuso, y resultan proféticas las palabras de su carta de 20 de mayo de 1778: «El reino del Perú, Bajo y Alto, no admite división perpetua; estando sus provincias enlazas unas con otras, se pondría una piedra de escándalo y emulación». Efectivamente, la segregación del provincias del Alto Perú o Audiencia de Charcas y su incorporación al Virreinato de Buenos Aires contribuyó a la decadencia del Virreinato del Perú en el siglo XVIII. Al producirse la sublevación de Túpac Amaru, no solo se conmovió el sur del Perú, sino también el norte del Alto Perú. Lo mismo ocurrió con la sublevación de 1814, llamada de Pumacahua, en el Cuzco, y la de 1812, de Zela en Tacna. En la Asamblea que decidió la creación de la República de Bolivia, hubo un partido favorable a la unión con el Perú.

Después vino todo lo que estudiado queda: las instrucciones del canciller peruano Pando al plenipotenciario Ortiz de Zevallos, y el tratado firmado por este en 1826: las pretensiones de Bolivia sobre Arica; los planes expansionistas de Gamarra, evidenciados en la invasión de 1828; el motín del general Loayza en La Paz, de carácter peruanista; los planes de Gamarra, La Fuente y Santa Cruz de formar una federación de tres Estados a base de las dos Repúblicas en la época en que se constituyeron en triunvirato contra La Mar; la interdependencia política revelada por las relaciones entre Gamarra y Santa Cruz, de 1829 a 1834.

Todo ello se basaba, no únicamente en caprichos o en intereses menguados, sino en circunstancias preexistentes. No provenían ellas tampoco de meras derivaciones históricas. Bolivia era en verdad un país incompleto mediterráneo, que podía temer a la Argentina o al Perú. Los departamentos del sur del Perú estaban, por otra parte, separados del Norte por el desierto de Islay y por las serranías de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, sin relación inmediata por la ausencia de caminos, de telégrafos, de ferrocarriles, de vapores.

En cambio, hacían un tráfico constante con Bolivia. Así, el vestido de los habitantes de La Paz provenía de telas de Cuzco y de Puno. La exportación de la coca de La Paz se realizaba generalmente sobre el sur del Perú. Arica era un puerto de tránsito para Bolivia. La exportación de vinos de Moquegua tenía por principal mercado el boliviano. Lo mismo ocurría con las exportaciones de Arequipa y Abancay. Muchos hombres del Perú del sur habían hecho sus estudios en la docta Chuquisaca. Además, como el Brasil y Argentina estaban en vísperas de alcanzar un poderío singular: como el restablecimiento de la Gran Colombia era un hecho siempre posible, y Chile se organizaba para adquirir la supremacía en el sur de América, la Confederación peruano - boliviana se presentaba altamente conveniente desde el punto de vista de equilibrio continental.
B) La Confederación Perú-Boliviana

Fue un Estado constituido por la coalición igualitaria de tres estados: El Estado Nor-Peruano, el Estado Sud-Peruano, ambos de efímera existencia, y el estado de Bolivia, esta última una república, bajo el mando supremo del mariscal boliviano Andrés de Santa Cruz, uno de los vencedores de la batalla de Ayacucho. Santa Cruz asumió el cargo de protector de la Confederación Perú-Boliviana en 1836, luego de haber sido presidente de la República del Perú (1827) y mientras era presidente de la República de Bolivia (1829-1839).


Mapa de la Confederación Perú-Boliviana



Símbolos de la Confederación Perú-Boliviana

La confederación tuvo una existencia de tres años. Aunque su comienzo institucional surgió con la declaración de su constitución en 1837, su vigencia dató desde 1836 de facto (con el término de la Guerra entre Salaverry y Santa Cruz) hasta 1839 (con la disolución hecha por Agustín Gamarra debido a la guerra declarada por el gobierno de Chile, la Confederación Argentina y los peruanos contrarios al proyecto de Santa Cruz).


Andrés de Santa Cruz, protector de la Confederación Peru-Boliviana


Luis José de Orbegoso, presidente del Perú concertó con Santa Cruz la creación de la Confederación

En los inicios de la Confederación, las fuerzas peruanas al mando de Felipe Santiago Salaverry se enfrentaron a las fuerzas confederadas de Santa Cruz que terminó con la derrota y fusilamiento de Salaverry. Posteriormente, la Confederación Perú-Boliviana se enfrentaría a la Confederación Argentina, dirigida por Juan Manuel de Rosas, por la disputa de territorios en el altiplano. Temporalmente, el ejército de Andrés de Santa Cruz logró prevalecer.


Felipe Santiago Salaverry, se opuso a la Confederación.


Salaverry fue fusilado tras su derrota en la la batalla de Socabaya.


La batalla de la Cuesta de Coyambuyo o de Montenegro, el Ejercito Confederado al mando de Otto Braun derrota al ejercito argentino de Gregorio Paz

La Confederación Perú-Boliviana se enfrentaría con la República de Chile y los peruanos contrarios a la Confederación que deseaban la reunificación del Perú y la expulsión de Santa Cruz del poder. La guerra terminaría con la victoria de las tropas del Ejército Unido Restaurador, determinando la disolución de la Confederación Perú-Boliviana y el fin del gobierno de Andrés de Santa Cruz en Bolivia.





Carga final de la caballería chilena en la batalla de Yungay. Momento decisivo en la victoria del Ejercito Restaurador.

C) Conflictos que alejan a Bolivia de Perú:

La guerra de la Independencia había venido a servir de causa para la creación o exacerbación de sentimientos regionales. Cuando en la guerra de la Emancipación las tropas peruanas de Goyeneche penetraron en el territorio del Alto Perú, se hicieron grandemente odiosas por sus crueldades.

En 1827, viendo Sucre que el Perú había arrojado al suelo el andamiaje de la Constitución creada por Bolívar y que su enemigo personal, el general peruano Gamarra, se había movilizado con su ejército a la frontera, procuró crear una “Unión Sagrada” entre los bolivianos, y sus escritos parecen reflejar esta consigna: “El Perú: he ahí el enemigo”.

Adicionales causas de rencor dejaron los soldados de Gamarra cuando invadieron el territorio boliviano en 1828 para imponer el Gobierno que más le placía a su jefe, el Gobierno de Blanco, que rápidamente fue depuesto. Y entre 1831 y 1833, es decir, apenas 3 años antes del intento de fundar la Confederación, Bolivia y Perú vivieron días de zozobra guerrera y ambos campamentos se erigieron frente a frente en el Desaguadero hasta que la mutua vigilancia, la actitud moderadora del congreso peruano y la mediación de Chile detuvieron la guerra que durante un tiempo parecía inevitable.



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12-ene-2014, 15:50
. Editado por eurorich85 12-ene-2014, 16:23 
#2
 

II. Inicio de la Guerra


Mariscal Agustín Gamarra, presidente del Perú durante la guerra

Gamarra durante su segundo gobierno, había pensado (desde que triunfó sobre Santa Cruz), en avasallar a Bolivia. Quería bien extender los límites del Perú por el Norte, en desmedro del Ecuador; pero decidió ante todo tomar la ofensiva contra Bolivia. De este modo, no solo seguía planes elaborados ya en 1828, sino que recibía el constante acicate de un grupo de militares inquietos surgidos a su lado: Torneo, San Román, Lopera.

El coronel Arguedas fue enviado como comisionado secreto para provocar la firma de actas en algunas ciudades bolivianas, pidiendo la anexión al Perú. Se hizo una discriminación cuidadosa entre soldados peruanos y soldados bolivianos en el ejército del Perú. Se mantuvo todo el andamiaje militar montado con motivo de la pasada guerra (de las campañas restauradoras) y se utilizó el armamento que en ella había sido capturado. En su mensaje al Congreso de Huancayo Gamarra llegó a afirmar que había sobrados motivos para que el Perú llevara la guerra a Bolivia. Y la guerra fue finalmente iniciada en 1841.
A) Uniforme del Ejercito peruano de la época

Uniforme del General Gamarra




B) Uniforme del Ejercito Boliviano


Regimiento Ingavi - Caballeria

III. Acciones Militares
A) Ocupación Peruana de La Paz

El anuncio de una invasión peruana provocó en Bolivia un reflujo hostil a Santa Cruz. El 12 de julio, en Sucre, un nuevo motín proclamó a Ballivián. Mientras el desterrado caudillo llegaba, asumió el poder en su nombre el doctor José María Serrano, el mismo que en el Congreso de 1839 declamara tanto contra el «César de lodo, barro y podre». A la ciudad de Sucre se unió la de Potosí. Había, pues, dos movimientos revolucionarios: el de Santa Cruz en el Norte, representado por Calvo y Agreda, y el de Ballivián en el Sur, representado por Serrano. La reaparición de Velasco en el Sur con un ejército en el que figuraban varios emigrados argentinos (el historiador y político Bartolomé Mitre entre otros) vino a aumentar la confusión imperante.

Cartas y proclamas de Ballivián lo delataban como franco colaborador de la intervención peruana. Inclusive, existiendo un acta para anexar al departamento de La Paz al Perú, Ballivián escribió a favor de este plan. Cuando vio que de Bolivia lo llamaban, escudándose en su nombre para contener la temida invasión sobre cuyas trágicas consecuencias no podía dudarse, Ballivián no fue sordo a estas instancias y comprendió que podía lograr su ambición de poder, pero con un significado mucho más honroso y alto que como auxiliar de los invasores. Calvo llegó a ponerse en relación con él y convinieron, si no definitivamente, al menos en principio, en evitar la invasión y en unirse. Dícese que al notar Gamarra el cambio de frente de Ballivián intentó apresarle, pero que Ballivián se escurrió del Perú y pasó la frontera.

La Paz lo recibió con entusiasmo. En seguida ofició a Gamarra que el orden reinaba en Bolivia y que su administración sería «la más sólida garantía de paz y amistad con el Perú». Antes de recibir esta nota ya habían pasado Gamarra y su ejército la frontera.


José Ballivián, caudillo boliviano

Las tropas peruanas dirigidas por el Presidente Gamarra iniciaron la marcha hacia Bolivia el 1° de octubre de 1841, cruzando la frontera al día siguiente. Gamarra no voceaba su imperialismo; así como en 1828 dijera que marchó a Bolivia a «interponerse entre la víctima (Sucre) y los asesinos», ahora afirmó que marchaba a «interponerse entre un pueblo oprimido y un ejército servil y mercenario». Adujo que no veía una garantía en el repentino encumbramiento de Ballivián; que los partidarios de Santa Cruz preparaban su caída; que quería seguridades; que no le era honroso retroceder; que «el ejército peruano no es un postillón al cual se le puede hacer regresar cualquier hora y en cualquier punto».

Como Ballivián no se había acordado de anular sus manejos anteriores, los invasores hallaron al pisar territorio boliviano al teniente coronel Borda encargado de proporcionarles víveres, forrajes y movilidad. En el lugar llamado Achacachi recibió Gamarra toda clase de atenciones de las autoridades, y el pueblo de Huaycho (la anécdota ha sido contada por el historiador boliviano Paredes), un vecino prominente, don José Nicasio Unzueta, trató a Gamarra como a un invitado de honor y recibió un título Gobernador firmado por Ballivián. Cuando Unzueta fue apresado por este, no quiso escapar, alegando que quien le comprometió para servir a Gamarra, no le castigaría por haber cumplido con ese compromiso; pero fue fusilado como traidor a la patria.

Contra la opinión de Castilla, favorable a una lucha inmediata con Ballivián, se empeñó Gamarra proseguir las negociaciones y en concluir la campaña «sin un tiro de fusil». De este modo quería seguramente hacer aceptable el plan de anexar al Perú el territorio de La Paz o más. Perdió la oportunidad acabar la guerra a mediados o a fines de octubre. Ballivián pudo así reunirse a las tropas que había concentrado Velasco en el Sur. Su primera victoria consistió en suspender las querellas intestinas y la de formar un frente único, una «unión sagrada», contra el invasor.

Para ganar tiempo, fue Ballivián retirándose ante el avance de los peruanos, que lo dejaron escapar ocupando La Paz sin combatir (19 de octubre de 1841). El 21 de octubre, en el pueblo de Mecapaca, tuvo lugar un encuentro doble con fuerzas bolivianas, al ser ocupado ese pueblo por una columna peruana al mando del coronel San Román, que luego fue atacado por el batallón N° 5 y un destacamento de coraceros (cuyos combatientes fueron autorizados a llevar una medalla con los colores bolivianos). Los peruanos, tomados por sorpresa, se rehicieron y obligaron a sus enemigos retirarse en desorden.

Vencedores luego en una escaramuza inevitable en pequeña aldea de Mecapaca, los peruanos desocuparon La Paz por las hostilidades de su populacho (una multitud paceña asaltó el hospital para dar muerte a los soldados y oficiales peruanos heridos en la refriega, acción difícilmente contenida) y la condición sanitaria las tropas, acampando en Viacha.

El ejército peruano, en cuyas tiendas de campaña rondaba amenazante la discordia, tenía alrededor de cuatro mil soldados, según testimonios propios; y el boliviano cerca de tres mil, pero este estaba armado con un tipo nuevo y más perfecto de fusil llamado "hannoveriano".
B) La Batalla de Ingavi

La batalla de Ingavi librada en una llanura rodeada de altos cerros y de un pantano, cerca a la poblacion de Viacha en el departamento de La Paz, el 18 de noviembre de 1841 .duró cincuenta minutos.

Los bolivianos se agruparon junto a José Ballivián y se alistaron en sus ejércitos situándose en las llanuras de la altiplanicie de Ingavi. Ballivián, antes de la batalla arengó a sus tropas diciendoles: " Soldados.... Los enemigos que teneis al frente, los véreis desaparecer como las nubes cuando las bate el viento."

En esta oportunidad la infantería boliviana haría uso de un nuevo tipo de fusil adquirido recientemente de Europa, conocido popularmente como "hannoveriano", dicho fusil, invento del capitán alemán Berner de Brunswick, poseía un proyectil ajustadamente calibrado, pudiendo disparar al mismo tiempo pequeñas balas esféricas.


Ballivian pasa revista a sus tropas

Se dio inicio a la batalla en un dia nublado con un arcoiris y en un campo completamente lleno de lodo y charcos de barro porque el día anterior (17 de noviembre) llovió torrencialmente. Por un rápido movimiento, las tropas de Ballivián se colocaron en forma oblicua en relación con las peruanas. Estas intentaron un movimiento envolvente, y al avanzar en él, la línea central quedó debilitada, perdiendo su línea de retirada. Allí cargaron las fuerzas bolivianas, haciéndo sentir los efectos de los nuevos fusiles del Ejército de Bolivia. Durante la batalla Gamarra exclamó: "He estado en muchas refriegas desde la Guerra de Independencia y nunca he presenciado un fuego tan graneado".


Tan sólo algunos minutos después el Comandante de las tropas peruanas y Presidente del Perú Agustín Gamarra, quien se encontraba en la primera línea de fuego, fue alcanzado por un certero disparo enemigo falleciendo poco después. Cuando la noticia de su muerte se esparció en el campo de batalla, cundieron la confusión y el desconcierto entre las tropas peruanas, concluyendo así en la retirada del campo de batalla. El general Ramón Castilla, que hizo alarde de bravura, cayó preso. Se dice que Ballivián, cuya madre y hermana habían sido enviadas al Perú, humilló personalmente a Castilla y que de ello nació el odio que entonces se profesaron ambos. Tan solo la caballería peruana pudo escapar, al mando de San Roman.

La victoria en el campo de Ingavi aseguró la independencia de Bolivia. Se cumplió lo que decía las estrofas del himno nacional boliviano, que compusiera el poeta Ignacio de Sanginés sobre la música del maestro italiano Benedeto Vincenti.

La caótica situación de Bolivia había empujado a Gamarra a la invasión. Contó para ella con la ayuda de Ballivián y seguramente pensó que la defensa boliviana se pulverizaría como en 1828. Todo lo esperó Gamarra en esta campaña del juego de las fuerzas políticas. Cometió el error de no ir a la ofensiva fulminante, descuidó y menospreció al adversario, "anclando" en el terreno después de invasión de sorpresa.

Catorce años antes Gamarra había invadido Bolivia sin resistencia. Entonces, habiendo podido destruir esta República, se contentó con hacer firmar el tratado de Piquiza que entregó el Gobierno de Bolivia a los bolivianos mismos. Entonces, cuando pudo no quiso; ahora, cuando quiso eliminar a Bolivia no pudo. Simbólicamente murió en Ingavi, frente a Piquiza. Aparece Ingavi como un contraste y un sarcasmo. En forma menos ostentosa y más hipócrita que Santa Cruz, lo que Gamarra quería era disolver o parcelar a Bolivia; pero no como Santa Cruz quiso en sus momentos mejores, para crear el Gran Perú una sola nacionalidad con derechos equivalentes, sino con designios imperialistas. Gamarra tuvo una victoria parcial al lograr deshacer la Confederación peruano-boliviana y al deshacer con ella la vida política y el mensaje de su émulo Santa Cruz; pero fue terrible su derrota al querer construir él también un nuevo Estado. Ambos caudillos se neutralizaron, y con esta doble eliminación se precisó la bifurcación de los destinos del Perú y Bolivia que hasta ahora sigue.


Batalla de Ingavi, oleo anónimo que representa la muerte de Gamarra






12-ene-2014, 15:51
#3


C) Ocupación del sur del Perú por el Ejército Boliviano, ofensiva peruana


Puerto de Arica, objetivo de la invasión boliviana

Los bolivianos invadieron Puno, Tacna, Moquegua, Arica y Tarapacá; buscando la anexión del puerto de Arica a Bolivia. El 9 de diciembre de 1841, un regimiento al mando del coronel Rodríguez Magariños (jefe de la segunda división boliviana) ocupa Tacna, otro al mando del coronel Bernardo Rojas ocupan Arica y otra al mando del coronel José María García ocupan Tarapacá; mientras las fuerzas de José Ballivián ocupan Moquegua y Puno. Guerrillas locales los hostilizaron en repetidas oportunidades.

El coronel Manuel de Mendiburu, quien era Comandante Militar del Sur, retorna de Lima para organizar la resistencia peruana. Con ello el ariqueño Juan Bautista Ramos, mayor del ejército del Perú, organiza una guerrilla con los vecinos de Azapa y se enfrenta a las fuerzas de Bernardo Rojas en Arica el 25 de diciembre de 1841. En Sama, el coronel tacneño José María Lavayén organiza una tropa que logra derrotarlo. En Locumba, el coronel Manuel de Mendiburu también organiza fuerzas entre quienes se encontraba Justo Arias y Aragüez en 1842. También José Rosa Ara organiza en Tacna una columna de campesinos y en Altos de Chipe (Locumba) derrota a una columna boliviana. El ejército boliviano no contaba con tropas suficientes para mantener la ocupación.
D) La Batalla de Tarapacá del 7 de enero de 1842 

El 3 de enero de 1942 una columna de cien soldados del ejército de Bolivia, al mando del coronel José María García, ocupa el poblado de Tarapacá convirtiendo la casa del Cabildo en cuartel para sus tropas, el subprefecto peruano Calixto Gutiérrez de La Fuente se retira a Iquique llevando la noticia de la ocupación de las tropas bolivianas. En dicha ciudad se pone en contacto con el mayor peruano Juan Buendía y Noriega quien organiza una columna de milicianos y montoneros en el puerto de Iquique poniéndose así en marcha para Tarapacá el 5 de enero de 1842.

Al promediar la media noche del día siguiente la columna peruana se aproxima sigilosamente al poblado con intención de tomar por sorpresa a la guarnición boliviana, rotos los fuegos y ante el desconocimiento del número de la fuerza que le atacaba el coronel García ordena a sus soldados atrincherarse en el cabildo contestando el tiroteo por las ventanas.

A Buendía se le suman algunos vecinos de Tarapacá, tras casi cinco horas de lucha las municiones de los peruanos empiezan a agotarse lo que estos solucionan fundiendo una imagen del niño Jesús hecha de plomo y que pertenecía a la capilla del pueblo. Nuevamente apertrechados las fuerzas peruanas reaunadan el ataque disparando las balas llamadas "del niño Dios".

A las seis de la mañana del 7 de enero de 1842 el coronel García cae mortalmente herido ordenando a su segundo el comandante Luis Mostajo batirse hasta el final, una hora después la guarnición boliviana sin municiones y fuertemente diezmada se rinde a discreción. Quedaron prisioneros unos cuarenta soldados y algunos oficiales, el armamento capturado fue repartido entre los vecinos y las tropas bolivianas no intentaron avanzar nuevamente sobre Tarapacá. La victoria peruana permitió la reocupación del poblado de San Lorenzo de Tarapacá; curiosamente el mayor Juan Buendía, lucharía años después contra el Ejército chileno en la Batalla de Tarapacá de la Guerra del Pacífico




San Lorenzo
E) Retirada progresiva del ejercito boliviano
En Puno y Moquegua fue donde las guerrillas, allí llamadas "montoneras", resultaron más importantes. Los asaltos a las avanzadas, las roturas de convoyes, el fomento de las deserciones (pues muchos de los prisioneros en la batalla de Ingavi habían sido enrolados en el ejército boliviano), fueron hechos repetidos. Algunos de los jefes de montoneras, como Choquecallata e Infantas, fueron fusilados por los bolivianos.

A su vez, los montoneros tuvieron encuentros felices, tales como el de Motoni, tras cual, con las armas de los vencidos, se formó el famoso batallón Motoni. La escolta del general argentino don Juan Lavalle que había conducido el cadáver de este jefe a territorio boliviano, y que había sido incorporada a la escolta del presidente Ballivián, por sugestión de algunos prisioneros peruanos, pasó al bando de este país. La destrucción y desolación de los pueblos del departamento de Puno llegaron a ser completas.

El hostigamiento obligó a las tropas bolivianas desocupar progresivamente Tacna, Arica y Tarapacá (hacia febrero de 1842), replegándose hacia Moquegua y Puno. Las batallas de Motoni y Orurillo desalojan el grueso de las fuerzas bolivianas del territorio peruano.
IV. Fin de la Guerra

El Gobierno peruano pudo al fin formar un ejército cuyo jefe fue el mariscal La Fuente. Este ejército no llegó a combatir contra los invasores. El Gobierno de Chile ofreció su mediación para concluir la guerra y fue aceptada. En Acora, un pequeño pueblo cerca de Puno, se firmó el 7 de junio de 1842 un tratado de paz. Convinieron ambos beligerantes en olvidar "para siempre" los motivos de la guerra, y se obligó al Gobierno de Bolivia a evacuar completamente, a sus tropas aún restantes, en un plazo de ocho días del territorio peruano; además, quedó cedido recíprocamente cualquier derecho que pudiérase tener a indemnizaciones por gastos de guerra.

El clima de tensión entre Lima y La Paz seguiría latente 5 años mas, hasta 1847, año en que se hace efectiva la firma de otro "Tratado de Paz y Comercio"
V. Epílogo:

Ballivián ganó la guerra; pero perdió la paz. Tenía prisa por volver a su patria a consolidar su autoridad debilitada por la ausencia. Sabía que los peruanos luchaban en su propio terreno; que su marina, dueña de Cobija y de Arica, podía prolongar un bloqueo asaz dañoso. Obscuramente intuía que el colapso del Perú era transitorio, que Bolivia no hubiera podido sojuzgar o amputar a este vecino de tanta aptitud potencial y que una paz prudente mantenía intactos los laureles de Ingavi y despejaba el porvenir.

Solemnes fueron las exequias que al infortunado Presidente hizo el Perú en la Catedral de Lima, 1842. Allí, ante la muchedumbre enlutada, un sacerdote, el párroco del humilde pueblo de Lurín, pronunció la oración fúnebre ritual. Pero no habló mendazmente de la vida del hombre que estaba recibiendo los últimos honores. «Hablaré de su muerte, castigo nuestro», dijo. Y al cadáver hizo hablar a su patría así: «Si tienes ofensas de qué reconvenirme, ve cómo las expío. Mi sangre derramada por tu seguridad y por tu gloria, y los últimos latidos de mi pecho claman: ¡Patria, perdón!» Y luego, convirtiendo el pulpito en cátedra de civismo, el orador pasó a preguntar: «¿Por qué vive el Perú en la anarquía y no el progreso?» «¿Por qué este país tan digno de ser dichoso se debate en la desgracia?» Y la respuesta: Es que el principio de la obediencia pereció en la emancipación. «A la bajada del monte rompimos tablas de la ley, y lo que en el pueblo de Israel ocurrió una vez, nosotros lo hacemos todos los días». ¡Basta!, pareció decir también aquel sacerdote. Ingavi era un castigo y debía ser una expiación. En sus labios vibraba un apostrofe de Isaías: «¡Levántate, levántate Jerusalén, que has bebido hasta las heces el cáliz del señor!». Aquel sacerdote se llamaba Bartolomé Herrera.


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