La carta de Ricardo Palma a Nicolás de Piérola: no son chilenos los que nos han vencido sino nuestros vicios
El tradicionalista reportó para diarios de América y para su círculo de amigos, la ocupación chilena de Lima descarnadamente. Un pasaje de sus relatos desnuda traiciones y corrupción en nuestra clase política y militar.
Redacción: Ricardo Palma | Bicentenario | Publicado el: 19/04/2016 09:04
Lima, Junio 27 de 1881
Excelentísimo señor don Nicolás de Piérola.
Mi distinguido amigo:
Los peruanos hemos tenido siempre en poco a la prensa. Por eso los chilenos nos ganaron de mano comprando aliados en la prensa europea que, salvo excepciones, nos ha sido y es generalmente hostil. Nuestros gobiernos, generosos hasta la prodigalidad, ha sido siempre tacaños en materia de prensa…
…Periodista ha sido usted, conoce a fondo el oficio y no necesita, por lo tanto, que le ponga puntos sobre las íes para estimar la conveniencia o inconveniencia de tener en Panamá un órgano exclusivamente peruano, ya que en Lima es ello imposible mientras nos dominen chilenos y achilenados…
…La continuación de la guerra, por nuestra parte, la tengo por otro lado imposible. ¿Por qué? Porque en nuestro país desventurado no hay virilidad ni patriotismo, porque la anarquía nos gangrena y porque la corrupción está infiltrada no sólo en los hombres de nuestra generación sino en las venas de la generación llamada a reemplazar la nuestra. ¿Qué pueblo este donde ochenta y nueve coroneles y cincuenta y siete tenientes coroneles suscriben el compromiso de no tomar las armas contra el invasor? El tesoro público habrá mantenido durante años y años a tanta y tanta sanguijuela, para que, cuando la patria necesita de ellos, se conviertan en inofensivos gusanillos. ¡Y qué militares! Salve usted a la patria con los que tan cobardemente corrieron en San Juan, y con fanfarrones cuando el peligro está distante…
Por cada diez militares pundonorosos y dignos tiene usted noventa pícaros, para quienes el honor, el deber, la patria y la honra son palabras huecas. Para formar ejército tendría usted que empezar fusilando la mitad siquiera de los militares. Como ya sabe usted que en San Juan hubo jefes, y no pocos, que por salvar incas (billete circulante), sacrificaron todo, menos la vida por supuesto. Coronel hubo que el 15, a la hora en que se batían algunos de sus soldados en Miraflores, llegaba a Huacho.
No son armas ni municiones los que más necesitamos para escarmentar al enemigo chileno y vengar los pasados desastres. Es patriotismo y unión, o lo que es lo mismo son virilidad y virtud lo que nos hace falta. Con ellas ¿sería posible que Lima, ciudad de 130,000 almas, se encontrara sujeta por una guarnición chilena de 3,000 hombres?...
…No son chilenos los que nos han vencido sino nuestros vicios, y consecuencia de ellos es la escasez de hombres para los puestos de compromisos.
Ricardo Palma.
Publicado en Cartas a Piérola, editorial Milla Batres.
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