Durante aproximadamente seis semanas, desde que Keiko Fujimori fuera arrestada de manera preliminar, el fiscal coordinador del Equipo Especial (EE), Rafael Vela Barba, no tuvo contacto alguno con su jefe, el Fiscal de la Nación, Pedro Gonzalo Chávarry. El titular del Ministerio Público no respondía las comunicaciones de Vela y dejó también de contestarle las llamadas telefónicas y los mensajes por WhatsApp. El miércoles último Chávarry rompió la ley del silencio y convocó a Vela a su despacho. Fue una reunión tensa, donde se guardaron las formas pero cada uno se mantuvo firme en su posición. El Fiscal de la Nación trató de “doblegar” al jefe del Equipo Especial. Y Vela se mantuvo en sus trece, y defendió al fiscal José Domingo Pérez. Chávarry le respondió al día siguiente, el jueves, y lo hizo a su estilo: “Necesitamos fiscales proactivos, trabajadores, que no salgan a los medios sólo para hacerse conocidos con la desgracia ajena”.
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