Nikitina Hidalgo Robles, abogada del ex­policía e integrante del clan Orellana, Benedicto Jiménez, ha sido acusa­da por su anciano padre y sus tres hermanos de haberlos despojado de su vivienda de la Mz J, Lote 4 de la urbanización Los Portales, Amarilis.
Luz del Pilar, Jesús Máximo y Milagros Li­via refieren que todo se inició en el año 1992. Con el dinero de su madre, pa­dre y hermanos, Nikitina compró el lote en Los Por­tales el 13 de abril de 1992 y, tal como se acordó en la familia, antes del año (23 de febrero de 1993) do­nó el terreno a su padre Máximo Hidalgo Rojas y sus tres hermanos: Luz, Jesús y Milagros.
Los hermanos afir­man que desde enton­ces, como propietarios, construyeron la casa de dos pisos, el cerco peri­métrico, pagaron las ins­talaciones de luz, agua y desagüe y asumieron los gastos que ha generado el mismo.
Por más de 20 años no hubo ningún problema en la relación familiar, afirman.
Sin embargo, el 22 de agosto de este año Niki­tina revocó la donación con una escritura en la Notaría “Julio E. Feria Zevallos”. Para hacerlo, acusa, en el documento, a su padre y hermanos de maltratarla “de obra e in­juriado grave” y de llevar “una vida y una conducta deshonrosa e inmoral”.
Los tres han negado tamaña acusación y des­virtuándola han referido que no podían haberla maltratado ni injuriado porque Luz, que vive en Suiza, no regresó al Pe­rú hasta este mes, desde el 2012. Jesús que vive también en Suiza y Mila­gros, en Estados Unidos, estuvieron en junio en el Perú para visitar a su pa­dre que estaba delicado, pero, dicen, vieron por poco tiempo a Nikitina. Y descartan que su padre la haya injuriado y mucho menos que lleve una vida deshonrosa.
Luz es profesora y Je­sús es terapista en Suiza, mientras que Milagros es enfermera en Estados Unidos.
Milagros y Jesús re­fieren que notaron el ex­traño interés de Nikitina por la casa en sus viajes a Perú este año, a raíz de que su padre sufrió una lesión tras una caída. En febrero de este año Mila­gros llegó a Lima ante el delicado estado de salud y en junio regresó con Je­sús para visitar a su padre que seguía enfermo.
Tras regresar a sus países y conociendo que Nikitina es abogada de Ji­ménez, miembro del clan Orellana al que —entre otros hechos– se le acusa de apropiarse de propie­dades “con el apoyo de un equipo de notarios, jueces, policías e inclu­so funcionarios muni­cipales”, los hermanos decidieron averiguar en Registros Públicos la si­tuación de su propiedad. Fue entonces que des­cubrieron que Nikitina revocó la donación el 22 de agosto. El 24 los notifi­caron el inmueble de Los Portales, donde no había nadie (porque Nikitina se llevó a Máximo a Lima) y el 9 de octubre inscribió en Registros Públicos el inmueble a nombre de su hijo Luis Angel Tara Hi­dalgo, como anticipo de legítima (herencia).
Los tres hermanos han pedido a Nikitina rectificar la revocato­ria de la donación, de lo contrario, han dicho, acudirán a las instancias judiciales para anularla y proteger la única casa de su padre.