ENTREVISTA 16. MIGUEL AURELIO EXEBIO REYES. TESTIGO CLAVE DEL CASO “RODRIGO FRANCO”
Pese a que es testigo clave en el juicio oral contra Agustín Mantilla por el caso del comando paramilitar Rodrigo Franco, que se quebró el último jueves y volvió a fojas cero, Miguel Aurelio Exebio Reyes no se amilana ante las amenazas de muerte que recibió hace algunos días e insiste en que no se está procesando al verdadero responsable –según él- de este escuadrón de la muerte: el expresidente Alan García. En entrevista para diario16, el exagente de la Marina cuenta su verdad y narra algunos detalles sobre el accionar de este grupo de aniquilamiento formado durante el primer gobierno aprista.
Por CARLOS HINOSTROZA
-¿Por qué se quebró el juicio oral contra Agustín Mantilla y los integrantes del comando Rodrigo Franco?
Estoy convencido de que Alan García movió sus influencias para que se quiebre el proceso y vuelva todo a fojas cero. Es penoso y preocupante para mí, como testigo principal, que suceda esto, porque aparte de haber conformado y visto todo el accionar delictivo de este comando paramilitar, quiero que se llegue a la verdad y que se condene a los verdaderos responsables de estas atrocidades.
-Usted iba a tener un careo con los acusados…
Yo esta semana he debido dar mi testimonio y enfrentarme a ellos en un careo para decirles sus verdades, pero siempre aparecen las artimañas de Alan García para protegerse, porque él es el responsable directo de todas las crueldades que cometió este grupo. Estoy convencido de eso.
-¿Cree que no se está procesando a los verdaderos responsables?
Así es. Alan García fue responsable de todo el accionar del comando Rodrigo Franco y no está siendo procesado. El expresidente era el que comandaba y autorizaba a este grupo. Él era el responsable directo. Que ahora Agustín Mantilla y ‘Chito’ Ríos lo quieran tapar y se inmolen por él es otra cosa, pero a mí no me queda ninguna duda. Yo acuso a Alan García de ser el que autorizaba las ejecuciones del comando Rodrigo Franco en contra de los opositores de su primer gobierno.
-¿Tiene alguna prueba de los que dice?
Todo está documentado. Yo he visto cómo coordinaban las comunicaciones entre ‘Chito’ Ríos, Agustín Mantilla, el general Luque Freyre (director de inteligencia de esa época) y Palacio de Gobierno. Todo lo que hizo el comando Rodrigo Franco tuvo la autorización de García Pérez.
-¿Pero el mismo ‘Chito’ Ríos ha negado eso en todo momento, incluso, dice que no lo conoce y que nunca perteneció a ‘Rodrigo Franco’?
¿Que no me conoce? (risas) Está mintiendo.
-¿Cómo conoció a Miguel ‘Chito’ Ríos Sáenz?
Yo he sido siempre un marino de inteligencia. Trabajé en el primer gobierno de Alan García (1985-1990) como analista de la Marina de Guerra del Perú, haciendo inteligencia militar y análisis de datos. Ahí fue que conocí a ‘Chito’ Ríos, quien se sorprendió con los trabajos de inteligencia que hacía y me convocó al grupo. Los dos vivimos en el inmueble ubicado en San Isidro (avenida 2 de Mayo Nº 1511), que fue un local de campaña del líder aprista.
-¿Cómo funcionaban las comunicaciones en el comando ‘Rodrigo Franco’?
Las comunicaciones siempre eran fluidas. ‘Chito’ Ríos me llamaba desde la base (local de San Isidro) para coordinar cualquier acto de inteligencia. Ríos coordinaba con el general Luque, quien en ese momento era jefe de inteligencia, y con Agustín Mantilla. El exministro aprista era el encargado de darle cuentas a Alan García. Es decir, había una jerarquía en la organización.
-¿Usted teme por su vida?
Lógicamente, pero todos tenemos que morir alguna vez. Sin embargo, no me amilanaré ante las amenazas de muerte que he recibido en estos últimos días.
-¿Quién lo está amenazando?
Hace unos días me llamaron desde un teléfono público unos sujetos a mi celular diciéndome: “si hablas te vamos a matar hijo de puta”, por eso siempre cambio de teléfono o paro de un lugar a otro. Sospecho que es la gente de ‘Chito’ Ríos. No le tengo miedo
-¿Es verdad que piensa ir al Congreso para exponer el caso?
Esta semana iré al Congreso de la República a solicitar que se forme una comisión investigadora del primer gobierno de Alan García por los delitos de lesa humanidad que se cometieron durante su administración, y si es posible iré a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), ahí si me escucharán.
“SI PONCE FEIJOO Y MONTESINOS HABLAN, ALAN GARCÍA MUERE”
-Usted también ha mencionado en anteriores oportunidades que Elías Ponce Feijoo sabe mucho de esto…
Es verdad. Elías Ponce Feijoo, quien fue condenado por el caso Business Track, y Vladimiro Montesinos saben mucho del accionar del comando ‘Rodrigo Franco’ y si hablan, Alan García muere.
-¿Cómo así?
Es que los dos manejaron mucha información de la Marina por aquellos años. Si Ponce Feijoo no ha hablado hasta el momento es por el almirante Luis Giampietri. A parte, La Marina tiene documentos que prueban que Alan García sabía del accionar del comando ‘Rodrigo Franco’.
-¿Qué tipo de documentos?
La Marina tiene un informe que hizo la dirección de inteligencia naval de esa época, que hablaba de la existencia de ‘Rodrigo Franco’. En dicho informe se estableció un organigrama del grupo y todos sus movimientos, pero, por alguna razón, nunca ha salido a la luz.
-¿Usted llegó a hablar con Ponce Feijoo?
Ponce Feijoo se desempeñaba como subdirector de inteligencia naval por esos años, recuerdo que una vez pactamos una reunión en el local de San Isidro para intercambiar información, pero ese día se presentó con un grupo de 40 agentes, y no lo atendí porque no era bueno ver tanta gente en un local de inteligencia. Ponce Feijoo sabe de todo el accionar de ‘Rodrigo Franco’ y sabe que Alan García está implicado también.
-Pero ¿por qué no ha hablado?
El mutismo de Ponce Feijoo es a cambio de algo, se debe investigar. Otro personaje que sabe del informe y evitó que este tema salga a la luz fue el almirante Luis Giampietri, quien fue nombrado vicepresidente en el año 2006, a cambio de su silencio. 
“PENSARON QUE IBA A TENER MIEDO TODA MI VIDA, PERO NO FUE ASÍ”
-¿Como así fue que el comando ‘Rodrigo Franco’ decidió acabar con su vida?
Fue en represalia a la información que le di a la revista Oiga, que empezó a destapar los asesinatos del comando ‘Rodrigo Franco’. Yo estaba en desacuerdo con estas matanzas, y se lo dije bien claro a ‘Chito’ Ríos, a lo que me respondió: “tu calla nomás, porque ese trabajo es de nosotros, porque si tú dices algo te buscamos y te matamos”.
-¿Cómo fue el secuestro?
Esto sucedió el 12 de octubre de 1989. Yo estaba en el hotel Corona, ubicado en el jirón Montevideo (Cercado de Lima), esperando a ‘Chito’ Ríos y a Enrique Melgar Moscoso para tomarnos un jugo. Al término de esa reunión decidimos caminar y cuando nos encontrábamos en el cruce de la avenida Abancay con el jirón Montevideo, nos intercepta una camioneta y bajan de su interior tres hombres que me pusieron una capucha y me trasladaron al fundo Barbadillo.
-¿Qué le hicieron?
Ya en el lugar, me patearon la espalda y me metieron puñetes en el estómago, querían que les dijera quién había dado la información a la prensa de las actividades del comando, a lo que me negué a responder. Después de 5 a 6 horas de interrogatorio, me metieron un balazo, que por suerte me cayó en el dedo índice, y los sujetos se asustaron y no siguieron con la tortura.
-¿Estaba presente ‘Chito’ Ríos?
Así es. Al ver la situación en la que me encontraba, o sea, desangrándome en el piso, ‘Chito’ Ríos salió de una oficina que estaba al costado para ver cuál era mi estado de salud. Uno de los chicos le dijo: “este conchesumadre ya no va a hablar, llévenselo”. Y así fue como pude escapar. Pensaron que iba a tener miedo para toda mi vida, pero no fue así.
-¿De qué otro hecho fue testigo?
Me acuerdo haber hablado con ‘Chito’ Ríos, Richard Briceño Vásquez y Adolfo Usquiano Barandiarán justo el día que se ejecutó el frustrado atentado al diario Marka. Horas antes, ‘Chito’ se me acercó y me dijo: “Vamos a hacer un operativo porque ese cojudo de Angulo, del diario Marka, está que friega. Ayer quisimos tumbarlo, pero no pudimos”. Ante eso yo le pregunté ¿y si me pasa algo?, a lo que me respondió: “No pasa nada. Aquí está el teléfono de Alan García y Agustín Mantilla. Si pasa algo los llamas nomás”. Nos transportamos en un auto, pero yo al final desistí y me bajé en el cruce de las avenidas 28 de Julio y Salaverry, después me enteré que el operativo falló y que fallecieron Usquiano y Briceño.
Foto: Milagros Brugman
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