Cipriani: “Crisis moral invade a todo el Perú”
- Domingo 2 de julio del 2017 | 6:04 am
Merecemos un poco más de respeto y de paz, afirma
Advierte que los políticos no son los dueños del país y que no se debe descalificar a los rivales sin fundamentos.
Ante las recientes denuncias de corrupción que involucran a autoridades y políticos de diversas tendencias, el cardenal Juan Luis Cipriani alertó ayer sobre una crisis moral que invade todas las esferas de nuestro país y sostuvo que el Perú merece un poco más de respeto y de paz.
“Vivimos una crisis moral que está invadiendo el país, donde parece que se puede hacer todo. ¿Dónde está la justicia, dónde está ese mínimo de respeto para poder tener una convivencia normal o por lo menos razonable?”, cuestionó el arzobispo de Lima.
“Que Dios nos ayude a todos. Que esta visita del Papa vaya creando ese clima de mayor paz. No soy yo quién para poder acusar a nadie, simplemente quiero tocar la campana. Esta crisis moral no es cuestión de estructuras ni de poderes ni de leyes, está en el corazón. Más respeto por los demás, por los padres, por los hijos, por los abuelos, por los amigos y por los enemigos”, remarcó Cipriani Thorne.
Sostuvo que este es un tema que va más allá de los políticos. “Ellos no son los dueños del país, ellos son servidores, han sido elegidos para que sirvan al bien común”, argumentó en el programa Diálogo de Fe, en RPP.
Sobre el respeto que debe haber entre los adversarios políticos, el cardenal destacó una recientes declaraciones del líder histórico del PPC, Luis Bedoya Reyes. “El doctor Bedoya, siempre tan preciso y siempre como un recurso moral de décadas de presencia en la vida del país, habla de que la grosería hay que sacarla de la vida política y de la vida pública. Yo creo que tiene mucha razón y hay que ir más a fondo. Hay que pensar qué pasa con el honor que todos merecemos. Hay personas que tienen un valor, no su casa ni su sueldo, su honra. Robarle la honra es más que robarle el carro”, sentenció.
“No nos acostumbremos tan fácilmente a descalificar sin fundamento y sin tener la responsabilidad. No podemos destrozar la fama y la honra de una persona, porque es robarle lo más valioso que tiene en su vida. Tampoco podemos ir descalificando y murmurando de una manera muy ligera diciendo ‘Este tipo es tal o hizo tal cosa’”, advirtió.
“GRAVE DELITO”
Se refirió también a la calumnia, de la cual dijo que “es cuando alguien de manera intencional dice una mentira para hacer daño a otra persona. Pienso que esta lesión intencional del honor y de la fama es un grave delito”.
Remarcó que hay muchos personajes que tienen responsabilidades concretas “en medios de comunicación, en el Congreso de la República, en el Poder Judicial, en los colegios y en la enseñanza, en las redes sociales. Tú ves cómo de una manera muy clara el Estado de derecho tiene la obligación de guardar, entre otras cosas, el bien común, el bien y la dignidad y la honra y la buena fama de las personas”.
Finalmente, exhortó a recuperar el respeto a toda opinión, a que la discrepancia no sea insulto ni descalificación, sino un intercambio de ideas con razonabilidad.
“Vale la pena, en estos días al empezar el mes de julio, que no sea la ley del más fuerte, que no sea la ley de la venganza. Que sea la ley de lo que ha dicho el Papa: del amor de Dios, ir contra la corriente, no tener temor de afirmar con sencillez y con bondad y de buen humor: Señor, esto no está bien, pero no sigamos adelante en este juego de ‘yo te acuso, tú me acusas, nosotros nos acusamos’. Así no es. El Perú se merece un poco más de respeto y de paz”.
Cumple 29 años como obispo
Juan Luis Cipriani recordó, en el marco de sus 29 años como obispo, el tiempo vivido en Ayacucho en una época donde el terrorismo ocupaba gran lugar.
Mencionó que fue una gran sorpresa ese nombramiento como obispo auxiliar de Ayacucho, pero que lo tomó con humildad.
“No hay que olvidar que en esos tiempos la gente de Ayacucho estaba absolutamente aislada del país. No es que los ayacuchanos fueran los culpables, sino que en esa ciudad, en esa zona, Sendero Luminoso había creado como un ambiente que fuese su propia casa”, aseveró.
“Ese ambiente de enorme violencia fue el lugar donde el Papa Juan Pablo II me llamó para servir a la Iglesia y para servir a ese pueblo ayacuchano al que desde aquí le envío un gran saludo y una bendición muy especial”, rememoró.
Agradeció a los obispos y a todos los ayacuchanos que lo ayudaron en todos estos años. “Tanta gente, no podría ni mencionarla, que con tanta bondad y generosidad me han acompañado, con su oración, algunos con sus comentarios, pero a todos con gran cariño les agradezco, porque si esto lleva a Dios me han hecho un bien enorme”, refirió.
“Poco a poco fui tratando que la Iglesia tuviera más espacio. Los sacerdotes, muchos de ellos ya fallecidos, nunca abandonaron su trabajo en el campo y la verdad. La verdad es que estar ahí, estar en el partido, en la cancha, estar en Ayacucho, para mí fue un momento duro, pero con el tiempo no dejo de dar gracias a Dios de que me ha enseñado a predicar la fe sin temor”, subrayó.
RECIBAMOS AL PAPA CON ESPERANZA E ILUSIÓN
Con respecto a la próxima Visita Pastoral del Papa Francisco en enero del próximo año, el arzobispo de Lima señaló que es importante rezar por el Santo Padre. “Ya veremos la manera de ir preparando un poco el alma para recibir al Papa con esperanza, con ilusión y con fiesta”, indicó.
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