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Thursday, January 2, 2020

Creado un fármaco para potenciar el sistema inmune contra el cáncer y frenar las metástasis

Creado un fármaco para potenciar el sistema inmune contra el cáncer y frenar las metástasis


El medicamento MSC-1 ha superado con éxito su primer ensayo en pacientes

Actúa contra la proteína LIF, que está alterada en la mayoría de cánceres de páncreas y de glioblastomas, el tipo más común de tumor cerebral


Un innovador fármaco que tiene una doble acción contra el cáncer, potenciando la capacidad antitumoral del sistema inmunitario e inhibiendo la capacidad de generar metástasis, se ha ensayado por primera vez con éxito en pacientes.
El fármaco MSC-1, desarrollado en el Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO), bloquea una proteína llamada LIF. Esta proteína favorece la progresión de alrededor del 80% de los cánceres de páncreas, el 60% de los glioblastomas -el tumor cerebral más común, el 35% de los de ovario, el 15% de los de pulmón y posiblemente porcentajes más bajos de otros tipos de tumor.

Los cánceres que se podrían tratar

El fármaco MSC-1 bloquea la proteína LIF, que está activa en el 80% de cánceres de páncreas, el 60% de glioblastomas cerebrales, el 35% de cánceres de ovario y el 15% de los de pulmón

“Estos son los casos que esperamos que se beneficien de una terapia contra la proteína LIF”, declara Joan Seoane, investigador Icrea en el instituto VHIO y director del trabajo, quien recuerda que “los cánceres en que LIF está activa suelen ser agresivos y tener mal pronóstico”.
El origen del proyecto se remonta al año 2009, cuando Seoane descubre que LIF favorece la regeneración de las células madre tumorales. Estas células madre son clave en la reaparición de tumores después de un tratamiento, ya sea en el mismo órgano donde apareció el tumor inicial o bien en otros órganos en forma de metástasis.
Joan Seoane, director del proyecto, junto a las investigadoras Ester Bonfill-Teixidor y Mónica Pascual-García, en el Instituto de Oncología de Val d'Hebron (VHIO)
Joan Seoane, director del proyecto, junto a las investigadoras Ester Bonfill-Teixidor y Mónica Pascual-García, en el Instituto de Oncología de Val d'Hebron (VHIO) (Xavier Cervera)
Pensando que bloquear LIF puede ser una estrategia eficaz contra algunos cánceres, el investigador solicita dos patentes con la perspectiva de desarrollar fármacos.
Junto a Judit Anido, bióloga y emprendedora que tiene formación tanto en investigación del cáncer como en administración de empresas, funda la compañía Mosaic Biomedicals. Desarrollan un anticuerpo para bloquear la proteína LIF y se asocian a los hospitales Memorial Sloan Kettering de Nueva York (EE.UU.) y Princess Margaret de Toronto (Canadá) para realizar un ensayo clínico en pacientes que tengan la proteína LIF activada.
Paralelamente, Seoane continúa investigando cómo afecta al proteína LIF a la evolución de los tumores. En una investigación que presenta hoy en la revista Nature Communications , ha descubierto que, cuando LIF se activa, el sistema inmunitario deja de atacar las células tumorales.

Primeros resultados

El primer ensayo clínico, con 41 pacientes, ha demostrado que el fármaco no tiene efectos secundarios significativos

“Es algo que nos ha sorprendido, es realmente extraordinario”, declara Seoane. Lo extraordinario es que la razón de ser de LIF en el cuerpo humano es favorecer el desarrollo embrionario, y que el cáncer reactiva un mecanismo que estaba apagado desde los primeros días de la gestación.
Y aún más extraordinario es que el embrión utiliza la misma proteína para dos objetivos aparentemente independientes como regenerar sus células madre y evadirse del sistema inmunitario de la madre cuando se implanta en el útero, y que el cáncer se aprovecha por igual de ambas capacidades.
“El cáncer no inventa la rueda, sino que secuestra un mecanismo que ya existía”, señala Seoane. “Los mamíferos han tenido que resolver el problema de hacer que un organismo crezca dentro de otro sin ser atacado por su sistema inmunitario. El cáncer se aprovecha de esto”.

Próximo estudio

Este año está previsto iniciar un segundo ensayo con 150 pacientes para evaluar la eficacia del MSC-1

Posiblemente, en la historia de la vida, LIF aparece inicialmente para facilitar la replicación de células madre en embriones. Después, cuando aparecen los mamíferos placentarios, utilizan esta misma proteína para que los embriones se puedan implantar en el útero sin ser detectados por el sistema inmunitario de la madre. Y actualmente la utilizan los tumores para escapar del sistema inmunitario y formar metástasis. “Es una hipótesis plausible, porque en todos estos casos LIF silencia genes que promueven la diferenciación de las células, aunque no está demostrada”, señala Seoane.
Más allá de las razones biológicas sobre cómo funciona LIF, la investigación abre la vía a aplicaciones médicas que podrían mejorar el pronóstico de distintos tipos de cáncer. En el primer ensayo clínico del fármaco MSC-1 han participado 41 pacientes con cánceres de páncreas, ovario y pulmón de los hospitales Vall d’Hebron, Princess Margaret y Memorial Sloan Kettering.
Según los resultados presentados en abril en el congreso de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer celebrado en Atlanta, el fármaco que inhibe la proteína LIF no tiene efectos secundarios, ni tan solo a dosis altas.

“Los mamíferos han tenido que resolver el problema de hacer que un organismo crezca dentro de otro sin ser atacado por su sistema inmunitario. El cáncer se aprovecha de esto”

Aunque es inusual que un fármaco no tenga efectos secundarios, en este caso es lógico porque LIF no parece tener ninguna función después de la etapa embrionaria, señala Seoane. En experimentos en que se ha eliminado completamente la proteína LIF en ratones, no se ha observado ningún efecto secundario aparte de la infertilidad, que se explica por la incapacidad de los embriones de desarrollarse e implantarse en el útero.
El primer ensayo, como es habitual, no estaba diseñado para evaluar la eficacia del fármaco, sino únicamente su seguridad. Para conocer su eficacia, está previsto iniciar un segundo ensayo clínico con 150 pacientes este mismo año. Por ahora, los únicos indicios de eficacia corresponden a experimentos realizados con ratones, en los que se ha visto que MSC-1 frena la progresión de los cánceres en que la proteína LIF está activada y aumenta la supervivencia. Los primeros resultados en personas se esperan a finales del año próximo.
De cara al futuro, el hecho de que MSC-1 no haya tenido efectos secundarios abre la vía a administrarlo en combinación con quimioterapias o inmunoterapias para mejorar la eficacia. Un tratamiento combinado, además, podría reducir la probabilidad de que el cáncer se vuelva resistente a los fármacos, al igual que ocurre con los tratamientos contra el VIH.
Está previsto investigar también en qué fase de la enfermedad es mejor iniciar el tratamiento. Aunque los primeros ensayos clínicos se realizan en pacientes con cáncer avanzado, el hecho de que LIF favorezca las metástasis sugiere que el fármaco estaría indicado para pacientes que aún no las han desarrollado.
Por ahora, el equipo del VHIO ha desarrollado un test de detección de LIF para identificar a los pacientes que se podrían beneficiar del tratamiento con MSC-1.

Filantropía y financiación europea

La investigación ha salido adelante gracias a la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer, el Consejo Europeo de Investigación y las fundaciones Fero, Cellex, BBVA y La Caixa

Desarrollar la idea a lo largo de estos diez años “ha sido verdaderamente un trabajo de equipo en el que han intervenido cirujanos, oncólogos, patólogos, farmacólogos… excelentes profesionales de muchos centros de aquí y de otros países”, señala Seoane. Y agradece especialmente la financiación de la Asociación Española Contra el Cáncer, el Consejo Europeo de Investigación y las fundaciones Fero, Cellex, BBVA y La Caixa, “porque sin su apoyo esto no hubiera sido posible”.
Si los próximos resultados confirman las expectativas depositadas en MSC-1, llegará un punto en que deberá pasar a manos de una multinacional porque Mosaic Biomedicals no tendrá la capacidad financiera de completar el desarrollo de fármaco y comercializarlo para que llegue a los pacientes. Pero “personalmente es muy gratificante ver cómo un producto que nosotros hemos creado empezando de cero puede mejorar la vida de los enfermos”, declara Seoane.
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