Keiko vuelve a las andadas
Quiere traerse abajo al fiscal Pérez Gómez y al presidente Vizcarra. Pretenden reinventase.
La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien, según la hipótesis de la Fiscalía es la mandamás de una banda criminal, es, digamos, ha sido la representante política de esa gente que piensa con el bolsillo: retrógrados mercantilistas, que para mejorar su imagen se organizan en grupos como la Confiep.
Digo que Keiko ha sido alguien de confianza de esa gente porque, por sus errores de todo tipo, se ha dejado atrapar en todos los flancos y los malos empresarios, que no piensan en el país sino solo en acumular riqueza, le han quitado la confianza y están en un plan de buscar a otro que sea mejor que ella para el 2021.
Si embargo, Keiko, exprimera dama de la dictadura, sobrina de Vladimiro, amiguísima de Joaquín Ramírez, no se quedará de brazos cruzados. Querrá hacer todo lo posible para que los que le dieron plata en carretilla vuelvan a confiar en ella.
Sus pasos más evidentes son: Estará calladita en cuanto a las cuestiones formales del proceso de lavado de activos por el que se le investiga, pero por lo bajo, a oscuras, hará todo lo posible para bajarse al equipo del fiscal valiente José Domingo Pérez Gómez.
La prioridad de Keiko, el sueño dorado de Keiko, es que el fiscal Pérez resbale y si no lo hace ella sueña con que alguien lo empuje.
La otra prioridad de Keiko es la venganza contra el presidente Martín Vizcarra. Su anhelo es vacarlo porque, como no estudia, no sabe que la vacancia es inviable en estos tiempos; por eso, optará por ensuciarlo lo más que pueda con la ayuda de sus encuestadoras amigas y sus formadores de corrientes de opinión que se frotan las manos en varios medios de comunicación de diversos formatos.
Uno de los pasos para cumplir sus objetivos será reagrupar a su gente, activar a sus operadores más obedientes, tratar de hacerse la buena, de vez en cuando mostrarse como candidata para que digan que no está muerta políticamente del todo.
Keiko necesita volver, necesita reinventarse, necesita ganarse la confianza de sus financistas antes de que se vayan del todo con el morado u otro candidato.
Keiko ha demostrado, hasta científicamente, que es malísima política; pero, ojo, Keiko no es política solamente, usa la política para otras cosas que mejor no digo para que esta columna no pase a la sección policiales.
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