OAS también tenía su 'Caja 2' y desvió US$ 9 millones en Perú para el pago de coimas, según delator
En su delación premiada, el exgerente de la constructora brasileña Alexandre Portela Barbosa reveló cómo operaba y se financiaba esta oficina secreta que bautizaron como "Contraloría de Proyectos Estructurados".
PUBLICADO: 2019-03-02
Ante las autoridades de Brasil y como parte de un acuerdo de delación premiada, el exgerente de la constructora brasileña OAS Alexandre Portela Barbosa reveló por primera vez que esta empresa también tenía un complejo esquema de desvió de fondos a través de contratos ficticios para el pago de coimas en los países que operó, como el Perú.
Portela Barbosa ha detallado cómo operaba esta 'Caja 2', de forma secreta y con una contabilidad paralela, con el fin de obtener fondos para realizar pagos ilícitos a cambio de obras públicas, en Brasil y el extranjero, reveló el diario O’Globo que tuvo acceso a su testimonio, citado por La República este sábado.
El ahora colaborador eficaz dijo que esta caja secreta se llamaba "Contraloría de Proyectos Estructurados", desde donde se desviaron hasta US$ 120 millones con fines ilícitos, según la delación premiada que fue homologada esta semana por el juez Edson Fachin, relator para el caso Lava Jato en el Supremo Tribunal Federal de Brasil.
En el caso del Perú, Barbosa confirmó la declaración que ya había dado el contador brasileño Roberto Trombet, sobre el desvió de más de 6.1 millones de dólares del Proyecto Línea Amarilla-Vía Parque Rímac, que OAS ejecuta desde el 2009 con la Municipalidad de Lima.
En esta operación, el representante de OAS en el Perú, Leonardo Francassi Costa, firmó un contrato de consultoría técnica ficticio con la empresa chilena Andreu Ltda, representada por Juan Andreu Mata. El dinero en mención recorrió una serie de cuentas en Holanda y el principado de Andorra para terminar en una cuenta en Suiza de Alberto Youssef, un 'doleiro' (cambista de moneda) y personaje principal de la operación Lava Jato en Brasil.
La información coincide con una investigación del 2017 de la Sunat, que detectó contratos ficticios en la contabilidad del proyecto Línea Amarilla por 32 millones de soles, 9 millones de dólares al cambio aproximadamente, entre agosto del 2012 y marzo del 2013.
Así, OAS —que ejecutó siete obras por un costo de US$ 1,224 millones entre 2009 y 2015— ni las empresas implicadas en los contratos ficticios pudieron justificar la veracidad de los servicios de asesoría técnica.
Por ello, la Sunat denunció por delito tributario al gerente general de OAS en Perú, Valfredo de Assis Ribeiro, y los ejecutivos Leonardo Fracasi Costa, Alfonso Agra de Víctor, Alexandre Alves de Mendoza, Clayton Goncávez Holanda, Fernanda Maima Mathia, Barros Goncalves Meneses, Zaida Salas Santa Cruz, entre otros.
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