El millonario ‘regalo’ de Cofopri
La institución que dirige Omar Quesada, el secretario general del Apra, le entregó a un traficante de tierras una playa de 300 mil metros cuadrados en una de las zonas de mayor desarrollo y valor inmobiliario del sur de Lima. Se la 'vendió' a 5 mil soles y ahora el traficante puede obtener por ella por lo menos US$ 12 millones. ¿Quién está detrás de esta oscura operación?
Actualización: Omar Quesada acepta levantar su secreto bancario y tributario
Por Óscar Miranda
Entre la playa de Puerto Viejo y el Club Regatas de San Antonio, a la altura del kilómetro 72 de la Panamericana Sur, se encuentran las playas La Playita y Barrancadero. Desde hace algunos años, exactamente desde que comenzó el boom inmobiliario del sur de Lima, las constructoras las miran con codicia: ambas playas son apacibles, de arenas limpias, y están a menos de una hora de la ciudad. A la Municipalidad de San Antonio, en Cañete, llegan con regularidad empresarios a preguntar por el valor arancelario de los terrenos que las circundan. Está claro. Un proyecto inmobiliario en el lugar sería un éxito.
A medida que los terrenos para construir casas de playa se hacen cada vez más escasos, el valor de zonas como La Playita y Barrancadero se multiplica con el paso del tiempo. Para tener una idea: en la playa Las Gramas, dos kilómetros al norte de La Playita, un terreno de 180 metros cuadrados se vende actualmente a US$ 80,000, es decir a US$ 444 el metro cuadrado. En Puerto Nuevo, un terreno de 330 metros cuadrados se vendió, hace dos años, a US$ 98,000, lo que equivale a US$ 296 el metro cuadrado. Es decir que el precio del metro cuadrado en las playas vecinas fluctúa entre los US$ 200 y los US$ 400, con clara tendencia al aumento.
Pero sucede que hace dos meses, una persona llamada Oswaldo Chauca Navarro adquirió la zona de 300 mil metros cuadrados que rodea La Playita y Barrancadero y lo hizo pagando por ella la increíble suma de S/. 4,908 (US$ 1,728 al cambio de hoy). Es decir, el metro cuadrado le salió a US$ 0.06 aproximadamente.
¿Cómo lo hizo? Quien le ‘vendió’ la propiedad fue nada menos que el Organismo de la Formalización de la Propiedad Informal (Cofopri), la institución que dirige Omar Quesada Martínez, secretario general del Partido Aprista, ex presidente regional de Ayacucho, dirigente de los llamados “cuarentones” y miembro del círculo de confianza de Alan García.
LA OPERACIÓN
Hasta junio del año pasado, el predio formaba parte de un terreno de 840,058 metros cuadrados que estaba en manos de la Superintendencia de Bienes Nacionales (SBN). El 23 de ese mes, Cofopri se lo apropióinscribiendo el terreno a su nombre en Registros Públicos sin avisarle a la SBN lo que hacía, invocando el Decreto Legislativo 1089 y el Decreto Supremo 032-2008, que lo facultan a asumir, con fines de formalización, la titularidad de las tierras eriazas que hayan sido habilitadas antes de diciembre de 2004.
Informada del hecho, la SBN le dirigió los oficios 8866 (en agosto), 10446 (en setiembre) y 13688 (en diciembre) para advertirle que: 1) el terreno de 840 mil metros cuadrados no estaba habilitado para fines agropecuarios; 2) la entidad estaba evaluando transferir la propiedad a terceros, que se habían mostrado interesados en comprarla, a precio de mercado; y 3) había iniciado una acción judicial para desalojar a una persona que la había ocupado ilegalmente.
Se trataba, por supuesto, de Oswaldo Chauca.
Según la Superintendencia, la única respuesta que recibieron de Cofopri fue el oficio Nº 17300, del 22 de octubre, en el que les recordaban que el D. Leg. 1089 y el D.S. 032-2008 los facultaba a hacer lo que habían hecho. Y no respondieron nada más.
Mientras tanto, Cofopri ya había iniciado los trámites para tomar una parte de los 840 mil metros cuadrados –exactamente 300 mil metros cuadrados–, independizarla, en dos partes, y entregársela, por la vía de la adjudicación, a Chauca y a su esposa Mery Campos, por un lado, y a sus socios Juan Carlos Quiñones, Ana María Salazar y Jorge Abanto Medina. Luego de pagar solo el valor arancelario de la propiedad –S/. 4,908; cada grupo pagó S/. 2,454– Chauca y los demás se convirtieron en propietarios de 30 hectáreas en una de las zonas más codiciadas y lucrativas, en términos inmobiliarios, del sur de Lima.
El funcionario directamente responsable de esta operación fue el jefe zonal de Cofopri en Lima y Callao, Hernando Hidalgo Díaz.
Hidalgo, según fuentes del propio Cofopri, es un hombre de la entera confianza de Omar Quesada. Si bien ingresó a la institución hace 14 años y se ha mantenido en los gobiernos de Valentín Paniagua y Alejandro Toledo, las fuentes señalan que conoció a Quesada mientras se desempeñaba como jefe zonal de Ayacucho y aquél era el presidente regional. En setiembre del 2007 fue nombrado jefe de Lima y Callao, según diversos testimonios a pedido de Quesada.
Consultado por IDL-Reporteros, Hidalgo dijo que “desconocía” que hubiera alguna irregularidad en la operación y que, en todo caso, si la había, la responsabilidad no era suya sino de los técnicos que revisaron y aprobaron la solicitud de adjudicación de Chauca. Ante la contundencia de los hechos descritos, aseguró que iniciará una investigación interna. Lo mismo anunció el procurador de Cofopri, presente en la reunión.
IDL-Reporteros gestionó una entrevista con Omar Quesada sobre estos hechos pero al cierre de esta edición el dirigente aprista comunicó que no se pronunciaría hasta mañana.
No comments:
Post a Comment