La plata de Arana
La corrupción no queda en Pepe Julio Gutiérrez. ¿Quién paga a los "espartambos"?
Muy orondo, el líder del movimiento Tierra y Libertad —y también candidato a la presidencia de la República—, Marco Arana, cree poner fin al escándalo del pago de un millón y medio de dólares pretendido por su lugarteniente político José Julio Gutiérrez de la empresa minera Southern,anunciando que dicho personaje ha sido “separado” de la mencionada agrupación.
No. La corrupción que se evidencia detrás de las protestas en Islay contra el proyecto Tía María es más honda y tiene hilos más finos. Tales hilos deben conducirnos a la investigación de los recursos que consigue Arana de la cooperación internacional para financiar sus actividades. Dice Cecilia Valenzuela que los llamados “espartambos” – que a huaracazo limpio se enfrentan a diario a la policía y amedrentan a quienes no están de acuerdo con los antimineros – reciben “jornales”. ¿Quién paga eso?
El intento de supervisar al milímetro – a través de la estatal Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI) – el uso de los millones de dólares y euros que llegan a las arcas de las ONG ambientalistas o de Derechos Humanos, se frustró el 2007. APCI sólo recibe una “declaración anual” donde las ONG (las registradas) apenas mencionan las fuentes de financiamiento y el supuesto destino de la plata. Nadie puede verificar si se cumple esto último.
¿Los espartambos dan recibo por sus servicios? ¿Cómo se movilizan? ¿Dónde viven y cómo? Sí hay maneras de llegar a la madeja de su ilegal acción.
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