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Wednesday, May 16, 2018

ALAN GARCÍA Y LOS SÁNCHEZ PAREDES: la política y el narcotrafico

MARTES, 26 AGOSTO 2008

LA CAMIONETA DE ALAN GARCÍA Y DE LOS SÁNCHEZ PAREDES

Gustavo Gorriti y Sheilla Díaz de IDL – Seguridad Ciudadana publican hoy una documentada investigación que podría traer cola: La camioneta"César Hildebrandt asegura que el 'rollo de García está muy claro: ha ordenado a todos sus francotiradores que apunten a la cabeza de Toledo'. Para el periodista, el actual mandatario peruano teme que Toledo 'intente meterlo en la cárcel' de llegar al poder. Hildebrandt recuerda que García y su esposa vendieron en el 2003 una camioneta Nissan Frontier a la familia Sánchez Paredes".
Veamos. Había una vez una camioneta Nissan Frontier 4×4 de doble cabina que llegó al Perú y que fue vendida a precio de nada:Resultado de imagen para nissan frontier sanchez paredes alan garcia pics
Declarando un precio de lista para la venta de 29 mil 850 dólares, la compañía hizo un sustantivo descuento de 11 mil 850 dólares, para venderla en 18 mil dólares a un ilustre cliente: Alan García Pérez (… Ver boleta de venta )
Pero la camioneta no duró ni un año en propiedad de la familia García Nores. El entonces líder de la oposición la revendió con -ojito- una ganancia de más de cuatro mil dólares:
El 4 de julio de 2003, en la oficina del notario Fernando Loayza Bellido, Alan García y su esposa vendieron el vehículo por 22 mil dólares a la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A. [ATIMMS.A.] Dicha compañía estuvo representada por su gerente general Belisario Esteves Ostolaza, quien pagó al contado. (Ver documento).
La minuciosa investigación de Gorriti y Díaz ha establecido que Esteves -ex viceministro de Comercio de Alan 85- y la empresa ATIMMS.A. “resultaron siendo la fachada de la compañía del clan de los Sánchez Paredes“, vinculado más de una vez al narcotráfico. En la foto adjunta se ve a Esteves (izquierda) con Orlando Sánchez Paredes y su hijo Orlando Sánchez Miranda.
Es más, tan cercana era la relación entre ATIMMS.A. y los SP que la camioneta en cuestión terminó -un año después- siendo manejada por el mismísimo Alfredo Sánchez Miranda, el otro hijo de Orlando Sánchez Paredes, como consta en una papeleta del 18 de agosto del 2004.
(De hecho, otro que ocupó el cargo de gerente general de ATIMMS.A. es Humberto Abanto, abogado del montesinista Moisés Wolfenson y, ojito again, ex asesor del actual ministro Luis Alva Castro cuando éste era solo congresista. Abanto es aprista y es uno de los hombres más cercanos a los Sánchez Paredes.)
Y esperen que hay más, no solo es la camioneta:
El mismo año, 2003, (…)  una compañía de carga terrestre transportó en varias ocasiones insumos químicos a COMARSA, la compañía minera de los Sánchez Paredes. El nombre de la compañía de carga es “Transportes don Reyna” y su gerente general es José Antonio Nava, hijo de Luis Nava, actual secretario general de la Presidencia de la República.
Fueron por lo menos nueve cargamentos entre la compañía de José Antonio Nava (muy activo durante la campaña, estaba en todas, yo lo veía en todos lados) y la de los Sánchez Paredes (Ver copias de facturas).
En fin. La moraleja de la historia también es de IDL-SC:
Por cierto que no hay delito en la venta de esa camioneta. Lo que sí ilustra la corta trayectoria de ese vehículo 4×4 es la cercanía, muchas veces involuntaria, otras no, en las que se desenvuelve la política y las empresas con grupos investigados por su pertenencia al crimen organizado. Así, las dos principales figuras de la conferencia de prensa en la que se anunció la investigación al clan de los Sánchez Paredes, resultaron haber tenido una cercanía presumiblemente involuntaria con ellos: Alan García les vendió su camioneta Nissan Frontier y Alva Castro los tuvo, a través de Abanto, como asesores en el Congreso.
Ejem.
P.S.: Alan responde: fue vendida a través de avisos periodísticos. Yaaa…
Narcotráfico Viajes aéreos del congresista aprista Elías Rodríguez corrían por cuenta de la minera de Fidel Sánchez Alayo, acusado de lavado de dinero del narcotráfico.

Los Vuelos de Elías

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“No tuve ni tengo vínculos con Fidel Sánchez Alayo. No sé quién quiere hacerme daño”, insistió el congresista Elías Rodríguez.
Documentos y fotografías obtenidos por CARETAS confirman la relación, hasta hoy negada, del congresista aprista Elías Rodríguez Zavaleta (39) con la familia Sánchez Paredes, especialmente con Fidel Sánchez Alayo, quien es procesado junto a su padre y tíos por lavado de dinero del narcotráfico.
Rodríguez figura en la lista preliminar de 7 congresistas que, según el sociólogo Jaime Antezana, estarían vinculados al narcotráfico y/o al lavado de activos (CARETAS 2298).
En febrero del 2008, CARETAS 2015 publicó un documento firmado por Fidel Sánchez Alayo, según el cual Rodríguez recibió US$ 10,000 de este para la compra de muebles para su oficina.
La Comisión de Ética del Congreso, entonces presidida por la parlamentaria Elizabeth León (UPP), abrió investigación a Rodríguez, pero la archivó al poco tiempo bajo el argumento de que el documento era apócrifo.
Esta versión fue esgrimida por el propio Rodríguez, pero carece de sustento. Fidel Sánchez Alayo nunca dijo que el documento era falso.
Por el contrario, interpuso una denuncia ante la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri) por el “robo” de documentos de las oficinas de una de sus empresas: Minera Santa Marina S.A.
El archivamiento definitivo de la investigación en la Comisión de Ética le permitió al trujillano Rodríguez continuar en su escaño y volver a postular al Congreso en los últimos comicios generales.
De hecho, Rodríguez fue uno de los 4 legisladores reelectos por el APRA en 2011. Obtuvo 39,690 votos como representante de La Libertad.
“No tuve ni tengo vínculos con Fidel Sánchez Alayo. Ya superé ese capítulo de mi vida”, insistió Rodríguez a CARETAS.

LA LISTA

Un extrabajador de Minera Santa Marina S.A., que pidió mantener su identidad en reserva por temor a represalias, declaró a CARETAS que Fidel Sánchez Alayo realizó numerosas contribuciones al congresista Rodríguez, como aportes a sus campañas, “donaciones” en efectivo y regalos para él y su familia.
“Le pagaba hasta los pasajes aéreos Lima-Trujllo-Lima”, contó.
Según la ONPE, el congresista Rodríguez no ha presentado sus gastos de campaña en ninguna de las tres fechas programadas.
El testigo entregó a esta revista abundante documentación que vincula al parlamentario trujillano con Minera Santa Marina S.A., la compañía del investigado Fidel Sánchez Alayo.
Aparece, por ejemplo, una extensa relación de los pasajes aéreos comprados por Minera Santa Marina entre los años 2006 y 2007.
En la lista de beneficiarios –junto a trabajadores de la minera y el propio Fidel Sánchez Alayo– figuran el congresista Elías Rodríguez y su esposa, Patricia Canchucaja.
Rodríguez, según la documentación, realizaba unos dos viajes Lima-Trujillo-Lima al mes y todo corría por cuenta de Minera Santa Marina S.A.

EL ASESOR

En el listado de pasajes aéreos se repite también el nombre de Marco Peralta Castañeda, asesor principal del congresista Rodríguez.
Correos electrónicos internos de Santa Marina S.A. muestran que Peralta mantuvo una fluida comunicación con Enrique López Sanca, representante de Santa Marina S.A. y hombre de confianza de Fidel Sánchez Alayo.
López Sanca estuvo inmerso en dos investigaciones del clan trujillano: en el presunto desvío de insumos químicos al narcotráfico de la Compañía Minera Santa Rosa (Comarsa) y en el triple crimen protagonizado por guardaespaldas de Manuel Sánchez Paredes y de sus hijos frente al Poder Judicial de Ica, el 3 de febrero del 2011.
El testigo señala a Peralta Castañeda y a López Sanca como los “nexos” entre el congresista Elías Rodríguez y Fidel Sánchez Alayo.
Esta revista obtuvo una fotografía en la que aparecen, abrazados, el parlamentario y López Sanca.
A cambio de su “colaboración”, Rodríguez debía servir políticamente a los intereses empresariales de Fidel Sánchez Alayo, según el testigo.
Uno de ellos tiene que ver con el yacimiento de oro de cerro El Toro, ubicado a 10 minutos de Huamachuco, en La Libertad.
Santa Marina S.A., de Fidel Sánchez Alayo, compró parte de los derechos mineros de El Toro –por US$ 1 millón y medio– a la empresa San Antonio, el 12 de junio del 2006.
Sin embargo, sus operaciones fueron interrumpidas por la presencia de unos 3,000 informales en cerro El Toro.
Fidel Sánchez Alayo, según el testigo, decidió “atacar desde varios frentes”, presionando a las autoridades involucradas en el problema.
El congresista Rodríguez fue uno de los caballitos de batalla.
El 8 de noviembre del 2007, por ejemplo, Rodríguez –en su calidad de parlamentario– envió el oficio No 100-2007-2008-ENRZ/CR al alcalde de la localidad de Sánchez Carrión, Alberto Loyola, pidiéndole información sobre “las acciones que se vienen adoptando contra la minería informal en la zona denominada cerro El Toro”.
El testigo aseguró que los oficios que Rodríguez envió a diversas autoridades eran redactados, en realidad, en las oficinas de Santa Marina S.A.
Por cierto, Rodríguez continúa como miembro activo de la Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República.
El parlamentario recibió a CARETAS el martes último y negó que sus viajes aéreos y los de su esposa hayan corrido por cuenta de la minera de Fidel Sánchez Alayo. “Eso es imposible. Los pasajes los paga el Congreso. Nunca me han prestado plata”, dijo.
Aseguró que no conoce a Enrique López Sanca y, cuando se le mostró la fotografía en la que aparecen juntos, dijo que él se toma fotos con mucha gente y que eso no implica que necesariamente los conoce a todos.
“Es ridículo que se diga que he escrito cartas para beneficiar a una minera”, zanjó Rodríguez. “No sé quién quiere hacerme daño”. (Américo Zambrano)


García devuelve US$ 5,000 donados por hijo de Sánchez Paredes

 14:08 Dice que no habría aceptado la donación para su candidatura en el 2006 si hubiera sabido que procedía de esa familia. Tweet En un mensaje de 21 palabras, difundido este mediodía por la cuenta en Twitter de la Secretaría de Prensa de Palacio de Gobierno, se aseguró que el presidente Alan García devolvió los US$ 5,000 que uno de los hijos del procesado por narcotráfico Orlando Sánchez Paredes donó para la campaña electoral del Apra en el 2006. “García devolvió al abogado Abanto US$ 5,000 que aportó en campaña 2006. Recordó que su gobierno lucha enérgicamente contra el narcotráfico”, dice el mensaje. El dinero fue remitido a Humerto Abanto, porque fue a través de él que Alfredo Sánchez Miranda, hijo de Orlando Sánchez Paredes, hizo llegar la donación en favor de la candidatura presidencial de García Pérez. La Oficina de Prensa también dice que en una carta dirigida a Abanto, el mandatario señala que devuelve el dinero “al conocer la relación familiar de esa persona de apellido Sánchez Miranda con el grupo Sánchez Paredes”, y añade que “de haber tenido conocimiento de ese aporte y conocer esa relación familiar, no hubiera permitido de ninguna manera que la secretaría de mi oficina lo aceptara”.
GESTIÓN 13/02/2011 

Rospigliosi: Los Sánchez Paredes saben secretos de Alan García15 Feb 2011 | 9:58 h


El analista político, Fernando Rospigliosi , aseguró que los miembros del clan " Sánchez Paredes ", conocen varios secretos del jefe de Estado, Alan García , lo cual habría generado el desinterés del gobierno en investigarlos.
"Han pasado cinco años de gobierno aprista y no pasa nada, a pesar de que hemos visto como sus sicarios se matan en la calle en Ica. Es una cosa escandalosa porque ellos conocen muchos secretos de Alan García y del Apra”, expresó Rospigliosi. 

Más adelante, el también ex ministro del Interior, agregó que "lo de la supuesta vinculación de Javier Reátegui con el narcotráfico, fue una bomba que finalmente le rebotó en la cara a García Pérez". y deslizó la posibilidad de que la misma habría sido generada desde el Ministerio del Interior. 

"Al parecer en algún momento ha habido una pelea de negociosentre gente del Apra y a consecuencia de eso han venido los ataques y las denuncias que hizo el Gobierno contra los Sánchez Paredes”, finalizó en IDL Radio. 


alan garcia 214Explosiva revelación. “García Pérez presionó a un presidente de la Corte de Lima para favorecer a la minera Sulliden”, asegura Alfredo Sánchez Miranda
Por Henry Campos
El clan de los Sánchez Paredes, involucrado en delitos de narcotráfico y lavado de activos, que hizo aportes económicos en la campaña presidencial de Alan García en 2006 e incluso le compró una camioneta a este en 2003, pretende convencer de que ahora no está ligado al expresidente, al asegurar que incluso promovió una investigación fiscal  contra {el. El Ministerio Público, dicho sea de paso, aún no concluye sus pesquisas que ya llevan ocho años sobre ese caso.

La razón de “la persecución” del gobierno de García, de acuerdo a Alfredo Sánchez Miranda, hijo de Orlando Sánchez Paredes, sindicado como cabecilla de una red de narcotráfico, fue la disputa, ocurrida en 2003, por una mina –que fue vendida hace tres meses por mil millones de dólares– entre su familia y la empresa canadiense Sulliden, la que fue patrocinada legalmente por el entorno de García Pérez.
En este “gran conflicto de intereses”, García, desde su posición como presidente de la República –asegura Sánchez Miranda–, presionó directamente a un presidente de la Corte de Lima para favorecer a Sulliden. Por tal razón, informó que su familia denunció a García en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por haber presionado a las autoridades jurisdiccionales en ese proceso.
“Tenemos como testimonios en esa denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a un exministro de García, que indica las irregularidades que hubo contra nosotros, un exasesor del Tribunal Constitucional, un expresidente de la Corte Superior de Lima, que afirma presiones directamente de García para apoyar a los señores de Sulliden contra nosotros”, dijo Sánchez Miranda textualmente en una entrevista concedida ayer a un medio radial.
En 2003 la empresa canadiense Sulliden era asesorada legalmente por Jean Pierre Nava Mendiola, hijo del exsecretario de Palacio de Gobierno Luis Nava, y su abogada fue nada menos que Rosario Fernández, quien fue luego ministra de Justicia de García Pérez.
“Cuando esta gente entra al Gobierno lo primero que hace es presionarnos a nosotros, políticamente, mediáticamente, para poder tranzar con Sulliden (...) y tuvimos que tranzar con ellos, pero el muñeco ya se había armado y siguió andando y estas son las consecuencias”, manifestó.
“Esa es mi hipótesis y está totalmente comprobada, porque la representación de Nava está en Registros Públicos y los cientos de escritos firmados por Charo Fernández están en los expedientes”, añadió Sánchez tuteando a quien fuera la ministra de Justicia en el gobierno de Alan.
Esta habría sido la razón, según Sánchez Miranda, para que el exmandatario ordenara a la Policía hacer un atestado contra su familia en una conferencia de prensa “sin haberse establecido una investigación fiscal previa”.
Una camioneta
Lo contado es lo nuevo. Pero no puede soslayarse la oscura relación entre García Pérez y los Sánchez Paredes que es corroborada, por ejemplo, con las peripecias de una camioneta Nissan Frontier de doble cabina importada de Yokohama, Japón, que, según la investigación de IDL-Reporteros, comprada por el líder del APRA, terminó luego en manos de Alfredo Sánchez Miranda, uno de los hijos de Orlando Sánchez Paredes.
Lo raro es cómo se dieron las transacciones. La camioneta, cuyo precio real de venta era de 29 850 dólares, fue comprada en 2002 por 18 000 dólares por García. Es decir, el líder del APRA tuvo un tremendo descuento de 11 850 dólares. ¡Qué suerte tienen algunos! ¿No?
Pero no solo eso. García la revendió al año no más obteniendo una ganancia de más de cuatro mil dólares. El comprador fue la compañía Alta Tecnología e Inversión Minera y Metalúrgica S.A. (ATIMMSA), una de las empresas de fachada de los Sánchez Paredes, vinculado al narcotráfico. Fue el gerente general de ATIMMSA, Belisario Esteves Ostolaza, quien le pagó a García 22 mil dólares al contado por la camioneta.
¿Pero quién era Esteves Ostolaza? Pues nada menos que el viceministro de Comercio de García Pérez en su primer gobierno. O sea, la relación entre García y los Sánchez Paredes sería de larga data.
¿Y qué dijo el APRA sobre la historia de la referida camioneta? Pues que todo era una coincidencia. Que la camioneta se vendió a través de un aviso en los clasificados de El Comercio.
Pero hay otros hilos de la relación de los Sánchez Paredes con García. Resulta que uno que ocupó el cargo de gerente general de ATIMMSA hasta el 2007 fue el abogado Humberto Abanto, quien también fue asesor del entonces congresista y luego ministro Luis Alva Castro. Abanto, quien es aprista y ahora además defiende a Agustín Mantilla en el caso Rodrigo Franco, es uno de los hombres más cercanos a los Sánchez Paredes y, por lo visto, a la cúpula aprista.
Y los Nava también hicieron negocios con los Sánchez Paredes. Esto ocurrió en 2003 e interviene en este capítulo la compañía Transportes Don Reyna, cuyo gerente general era José Antonio Nava –hijo de Luis Nava, ex secretario general en el segundo gobierno de García–, que transportó en varias ocasiones insumos químicos a Comarsa, compañía minera de los Sánchez Paredes. ¿No es ya entonces demasiada coincidencia?
La plata sí llegaba sola
Y lo que cerraría el círculo de esa turbia relación es que el clan de los Sánchez Paredes realizó un importante aporte económico a la campaña presidencial del 2006 de García Pérez, quien ganó finalmente en esa contienda. Este, para atenuar el escándalo, tuvo que devolver el dinero aduciendo que no conocía el origen de ese dinero.
La suma –conocida hasta ahora– de los Sánchez Paredes fue de cinco mil dólares. Y fue el propio Alfredo Sánchez Miranda quien lo reveló a la prensa. Y no solo eso. También aseguró que el expresidente y líder del APRA estuvo muy al tanto de esa entrega.
“Al conocer la relación familiar de esa persona de apellido Sánchez Miranda con el grupo Sánchez Paredes, cumplo con devolver a usted esos US$ 5 mil, pues de haber tenido conocimiento de ese aporte y conocer esa relación familiar, no hubiera permitido de ninguna manera que la secretaría de mi oficina lo aceptara”, fue la defensa de García sobre el asunto a través de una carta.
Lo cierto es que Sánchez Miranda entregó los cinco mil dólares a través de un cheque a Mirtha Cunza, fiel secretaria de García Pérez. El propio abogado Abanto reconoció que ese dinero fue entregado porque el APRA lo necesitaba para financiar el arriendo de una avioneta que trajera a Lima a García para el mitin del cierre de la primera vuelta de 2006. Sin embargo, Sánchez Miranda aseguró que en realidad fue para la segunda vuelta del 2006, cuando García estaba compitiendo con el entonces candidato nacionalista, Ollanta Humala.
Quiere archivo
La reaparición de ayer en la prensa de Sánchez Miranda fue aprovechada para indicar que tras siete años de investigaciones, el Ministerio Público no ha encontrado pruebas para sustentar una acusación contra su familia. Lamentó, en ese sentido, que en lugar de que se archive se haya pedido una ampliación del caso en que están como principales investigados –tras reducirse en 2008 una lista de 77 sospechosos– Orlando Sánchez Paredes y sus hermanos Wilmer y Manuel; los hijos de este último, Fidel y Miguel Sánchez Alayo; Blanca Sánchez Príncipe, hija de Perciles Sánchez, y Belisario Esteves. 

Diario 16, 20.04.2014

Hijo de Sánchez Paredes: “No quiero que Alan García me devuelva el dinero”

Además, aseguró que busca interponer una demanda contra el presidente, sin embargo, su aporte para financiar la campaña aprista del 2006 no figura en la ONPE


Hijo de Sánchez Paredes: “No quiero que Alan García me devuelva el dinero”
Alfredo Sánchez Miranda, hijo de Orlando Sánchez Paredes, dijo hoy que no quiere que el presidente Alan García le devuelva los 5.000 dólares que dio para su campaña electoral en el 2006, así como tampoco los 20.000 dólares que su familia le entregó al mandatario por la compra de su camioneta el 2003.
“Yo le digo al Presidente que no quiero que me devuelva dinero, los 5.000 dólares ni los 20.000 dólares de la camioneta, sino mi honor, mi buen nombre, quiero que sea un caballero y me respete”, dijo Sánchez Miranda a RPP.
Asimismo, precisó que la entrega de los 5.000 dólares fue a pedido de Humberto Abanto, gerente general de exploraciones Algamarca, propiedad de los Sánchez Paredes y dijo no creer que García desconociera los vínculos que tenía aquel personaje con su familia, ya que la revista “Caretas” había publicado en varias ediciones dicha información.
Respecto a las declaraciones que formuló el presidente ayer sobre los presuntos vínculos con el narcotráfico que mantienen los Sánchez Paredes, señaló que evalúa demandarlo ante la corte internacional.
“Yo estoy viendo los mecanismos legales internacionales para interponer una demanda ante las cortes internacionales denunciado estos hechos. Ahí están los papeles, los papeles no mienten. No quiero hacer de mi familia un circo. No vamos a permitir que vengan a deshonrar nuestro buen nombre”, indicó Sánchez Miranda.
Además, aseguró que la indagación por lavado de activos iniciada a su familia es consecuencia del litigio con la empresa canadiense Sulliden por la concesión minera de 1’000.000 de onzas de oro valorizada en 1’300.000 millones de soles.
Cabe señalar que, según afirma “Perú 21”, ni Sánchez Miranda ni su empresa, Comarsa, figuran como aportantes de la campaña aprista del 2006 en la página web de la ONPE.

“Alan García tiene nexos con 

el narcotráfico internacional”

Pide que se investigue el cobro de cupos que presuntamente realizaba el 

‘Capitán Carlos’ en los 90.

Cali pachanguero. García trabajó como columnista para familia de conocido en cártel colombiano. (César Fajardo)

Redacción PERU21
REDACCIÓN PERU21
"El expresidente Alan García tiene nexos con el narcotráfico internacional, específicamente con Óscar Fernando Cuevas Cepeda, un importante lavador de activos del Cártel de Cali", según aseguró ayer el especialista en temas de narcotráfico Jaime Antezana.
En entrevista concedida en Canal N, Antezana señaló que la vinculación data de los años en los que García estuvo exiliado en Colombia. Agregó que, por entonces, se sabía de la vinculación de Cueva Cepeda con las actividades de la droga.
El analista se pronunció así al recordar que, hace unos días, publicó dos comentarios en su Facebook y que el exmandatario solo tomó en cuenta el referido al presunto cobro de cupos del llamado 'Capitán Carlos', pero no dijo nada de la foto en la que aparece al lado del mencionado lavador de activos colombiano.
"García fue columnista de la revista de la familia de Óscar Cuevas. Una foto te puede decir mucho, como no puede decir nada", puntualizó.
De otro lado, dijo que el plan de deshacinamiento de los penales para justificar los indultos fue una política 'pronarco'. "Se habla de que unos 100 indultados han vuelto a la 'chamba' (trabajo)", enfatizó.
'CAPITÁN CARLOS'Pero Antezana también disparó contra el actual jefe de Estado, destacando la necesidad de que se investigue las referencias al cobro de cupos que habría realizado el llamado 'Capitán Carlos' para autorizar el despegue de narcovuelos de zonas cocaleras.
Agregó que cuatro testigos identifican al hoy presidente Ollanta Humala como el oficial que, bajo ese apelativo, trabajaba para el narcotráfico. Añadió que el cobro de cupos se sigue dando en este gobierno.
SABÍA QUE
García compró en 2002 un vehículo a Belisario Esteves, exministro de su gobierno y exgerente de los Sanchez Paredes, y lo vendió al año siguiente ganando en esa operación US$4 mil, según Antezana.

El primer capo peruano

 vinculado con el Apra


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El ataque cinematográfico a una camioneta de lujo conducida por un millonario joven aprista, hijo de un líder de ese partido asesinado en oscuras circunstancias en el 2011, estrechamente ligado al operador de los narcoindultos Facundo Chinguel, hizo recordar la larga data de los contactos entre el partido de la estrella y el narcotráfico.


Esta figurita repetida, remake, o leimotiv aprista tuvo su primera aparición en el caso del primer capo peruano, Carlos Lamberg, quien en los años ochentas fue responsabilizado por el cargamento de droga más grande hallado hasta entonces, fue sentenciado y luego, aparentemente gracias a sus amistades en el partido, redujo su condena a la mitad.


VÍNCULOS APRISTAS


El narcotraficante Carlos Lamberg, fundó en la década de 1970 el diario PM, un diario popular de extraño formato pequeño, en el que los líderes históricos del partido, León de Vivero y Jorge Idíaquez, influían directamente, según recuerdan crónicas de la época.

En esos años, según dijo el mismo Lamberg en una entrevista con Gustavo Gorriti, quien fue el periodista que impulsó las investigaciones al narcotraficante, tenía constantes reuniones con Víctor Raúl Haya de la Torre, por lo que aseguraba que las acusaciones en su contra eran represalias por su acercamiento a la política y su proximidad al principal líder aprista.

Según la investigación de Gorriti, Lamberg pagó los costos hospitalarios de Haya en un clínica privada hasta su muerte, en 1979; después de la cual, compró la casa en la que el fundador del Apra había pasado sus últimos días de vida, conocida como “Villa Mercedes”.

Al año siguiente, el mismo año de su detención, Lamberg ya era el financista de la campaña electoral de Armando Villanueva del Campo, el narcotraficante quería llegar al poder y había encontrado en el Apra al vehículo perfecto.

Luego de que se descubriera que el financista era un investigado por narcotráfico, después de la campaña de 1980 el Apra formó una comisión investigadora de la que formó parte Alan García, quien luego se quedó con el liderazgo del partido; sin embargo, muchos compañeros y excompañeros apristas indicaron que Lamberg también financió ocultamente la campaña del nuevo líder aprista.

Dicha hipótesis tomó peso cuando, cuatro días antes de que García jurará como presidente en julio de 1985, explotó un laboratorio de pasta básica de cocaína, conocido luego como “Villa Coca”, propiedad de Reynaldo Rodríguez, quien fue socio de Lamberg y tuvo como abogado a Vladimiro Montesinos.

El gobierno de García reemplazó al fiscal a cargo de las investigaciones y puso a otro, Hugo Denegri, que archivó el caso y dejó libre de polvo y pasta al socio de Lamberg, también conocido como “El Padrino”.

EL PRIMER CAPO PERUANO

El 2 de enero de 1980 la Policía detuvo un camión Fiat que transportaba 475 kilos de pasta básica desde Pucallpa hacia Lima y fue el hallazgo más grande de droga hasta ese momento.

El cargamento fue valorizado en un millón de dólares (de esa época), y todos los detenidos sindicaron a Lamberg como el dueño de la carga. El capo, luego de ser capturado, extrañamente quedó libre.

El setiembre del mismo año, Lamberg fue detenido en Acapulco, México, por la posesión de cocaína, mientras estaba acompañado de otros mexicanos y su compañero Jorge Idíaquez, secretario personal y guardaespaldas de Haya de la Torre.

Cuando Idíaquez y León de Vivero fueron cuestionados sobre su amistad con Lamberg dieron versiones contradictorias e intentaron negarla, sin éxito.

Esta cercanía de Lamberg con la política presuntamente le permitió que, en 1984, a pesar de haber sido condenado a 14 años de cárcel por narcotráfico, su pena fuera reducida a la mitad.

El caso del militante aprista Oropeza

Después del ataque que parecía copiado de película de acción, apenas comenzamos a jalar el hilo del crimen, todo vuelve a apuntar al partido alanista.


La noche del miércoles 1 de abril, una camioneta Porsche acababa de salir del aeropuerto en el Callao y se desplazaba por la avenida Insurgentes en San Miguel cuando otro vehículo le cerró el paso.


Cinco sujetos bajaron y atacaron con cuatro granadas y 25 balazos de metralleta a la camioneta Cayenne Turbo valorizada en un cuarto de millón de dólares.


A pesar de la espectacularidad del ataque, no hubo muertos ni heridos de gravedad. “Si hubiéramos querido matar a alguien, hace rato lo habríamos hecho”, dijo uno de los supuestos autores a un canal de televisión.


Tenía sentido, un asesinato puede hacerse con menos recursos y exposición, el móvil era otro: el conductor, el aprista Gerald Oropeza, de 34 años, tendría una deuda de 5 millones de dólares con otro capo de la droga apodado “Canario”. El ataque puede haber sido solo un recordatorio del pago pendiente.


Oropeza es militante aprista al igual que su padre, Américo, quien llegó a ser candidato para la alcaldía de su distrito y se preparaba para integrar la lista congresal del partido de la estrella cuando fue asesinado el 26 de enero del 2011.


Amigos y familiares del líder aprista acusaron entonces (y lo han reafirmado en esta semana) a Gerald, su madre y su hermana, de ser los autores intelectuales del crimen en busca de quedarse con las empresas de Américo, las que efectivamente heredaron después de su muerte.


VÍNCULOS APRISTAS
Gerald Oropeza también está vinculado con Facundo Chinguel, el expresidente de la Comisión de Gracias Presidenciales durante el gobierno de Alan García, quien cumple con una condena de prisión preventiva por los narcoindultos.


Chinguel fue abogado de la Gerald, su madre y su hermana, en la acusación a a Oscar Palomino de haber asesinado a su padre por, presuntamente, un ataque de celos al enterarse de que el exlíder aprista tenía un romance con su pareja.


El proceso, que culminó con la sentencia a Palomino, permitió a Gerald librarse, al menos judicialmente, de las acusaciones de otra parte de la familia y amigos de su padre.


Después de la muerte de Américo, Chinguel le compró a sus patrocinados (Gerald, su madre y su hermana), 162 mil acciones en la empresa Sergeoro por 30 mil soles; 210 mil acciones en Servicios Oro Perú por otros 30 mil; y, por 20 mil soles, 580 acciones en Salinpsa.


La Fiscalía ha pedido 17 años de cárcel para Chinguel por dirigir una organización ilícita con la que vendía indultos a narcotraficantes.





Los Sánchez Paredes
Otros caso de posibles nexos entre el Apra y el narcotráfico ocurre con el llamado clan Sánchez Paredes, sobre el cual hay varios episodios y datos que levantan sospechas.


Pericles Sánchez Paredes, hermano del narcotraficante Simón, financió a varios candidatos apristas para la Asamblea Constituyente de 1978. Según cuentan algunos exapristas, Pericles intentó donar 5 millones de soles al Apra en 1981, sin embargo, no lo hizo directamente por temor al escándalo.


La comisión del Congreso que investigaba a Miriam Pilco, secretaria del Apra en La Libertad por sus vínculos con dicha familia, descubrió que Manuel Sánchez Paredes financió la campaña al Congreso de Luis Alva Castro y otros diputados apristas.


Amigo cercano de Pericles y Simón, fue el aprista Joaquín Cubas, yerno del exalcalde de Trujillo y compadre de Carlos Roca. Joaquín fue asesinado en Tijuana en un ajuste de cuentas.




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