Llegó a su fin uno de los eventos más cubiertos por la prensa extranjera y –al mismo tiempo- el menos seguido por la audiencia. Para buena parte de nuestra prensa, la COP20 fue una reunión de activistas que “bailaban el flashmob” y marcharon por Larco.
Pero como tú ya leíste nuestro post sobre las cuatro noticias más importantes que ocurrieron en el evento climático del año y también la nota sobre qué demonios se consiguió al final, podemos estar más tranquilos.Ahora hay otro que tema que debería ocupar nuestra reflexión. ¿Sabes cómo nos ha visto la prensa extranjera en estos días? La Conferencia de las Partes (amigablemente conocida como COP20) ha marcado un hito en nuestro país: es la reunión climática que más emisiones ha producido de todas las organizadas por las Naciones Unidas.
Lima, la desordenada
Primero vamos con este artículo escrito por Inés Santaeulalia y publicado en El País de España titulado “Salvar el planeta desde la ciudad con el aire más sucio de América Latina”. De por sí ya entramos con la pierna en alto.La nota de El País nos recuerda que nuestra capital colapsa más pulmones en toda Latinoamerica por tener el aire más contaminado según un informe de la Organización Mundial de la Salud. Claro, el estudio se hizo solo con países que participaron voluntariamente, pero aún así salimos mal parados.
Pero esta es la parte clave de la nota publicada en El País:
El transporte público es uno de los mayores problema de la urbe, que tras años de crecimiento desordenado y descontrolado no tiene una red eficiente para dar servicio a los limeños. Las autoridades de la capital son conscientes del caos y ya han puesto sobre la mesa el proyecto de construir la primera línea subterránea de metro.Mientras Lima entera se ahoga por el tráfico y las emisiones provocadas por el mismo, sus habitantes curiosean desde afuera como “se negocia el futuro del planeta” mientras que sus participantes ni siquiera miran alrededor. ¿Acaso la COP20 terminó siendo un evento excluyente? Ese parece ser el sabor que nos deja esta nota.
Unos pequeños autobuses destartalados atestados de gente se cruzan estos días en las calles con los 11.500 delegados de los 196 países de la cumbre que entran y salen en la sede con la prisa pegada al cuerpo. Sin tiempo de mirar. En la ciudad dicen que ahí dentro se negocia el futuro del planeta. Jara, antes de arrancar su taxi, manda un mensaje a los negociadores: “Les diría que se den un paseíto. Vayan a ver como el Nevado Pastoruri se ha secado. Les deseo todo lo mejor en su labor porque aquí ya nos estamos dando cuenta de todo eso”.
(Para leer más sobre cómo nuestro tráfico sorprende a la prensa extranjera, puedes leer esta otra nota de Jaime Cordero también publicada en El País)
Lima, la contaminada
Como decíamos al inicio de esta nota, la COP20 ha sido histórica: su impacto en el medioambiente es sorprendentemente negativo. Tanto así que, según esta nota de la Asociated Press publicada en The Guardian, se trataría de un récord en lo que a emisiones de dióxido de carbono se refiere.¿Por qué tanto? El artículo señala esto en concreto:
- El lugar tuvo que ser construido (estructuras temporales del tamaño de 11 canchas de fútbol: hormigón, tuberías y materiales traídos desde Francia o Brasil). Esto representa el 20% de la contaminación provocada.
- El combustible que se tiraron los delegados y observadores para venir al Perú (11 mil personas aproximadamente). Esto representa alrededor del 30% de la contaminación provocada.
- Los 300 autobuses que usaron para moverse porque el transporte público que tenemos es tan malo que da roche ofrecerlo como una opción. Esto representó cerca del 15 al 20% de la contaminación provocada.
- El resto de la huella dejada en el medio ambiente viene de la electricidad, el agua, el papel, la comida, los paltos y vasos descartables (ajá, tecnopor en la COP20) y los 40 mil policías que estuvieron en alerta máxima.
- Para obtener electricidad se utilizaron exclusivamente generadores que operan con petróleo
- En un principio querían usar la electricidad peruana, alimentada en un 52% por hidroeléctricas, pero Jorge Alvarez, portavoz de la ONU dijo que “por alguna razón, no funcionó”.
- No se utilizaron paneles solares (porque el sol de Lima no es confiable)
- El ministro del Medio Ambiente pidió un estacionamiento de bicicletas (3 días después de iniciada la conferencia) pero solo lo usaron 40 personas porque ir en bicla por nuestras calles no es muy amigable.
- No hubo vehículos híbridos o eléctricos pese a que Japón donó 121 (Álvarez culpa a la burocracia peruana)
- También hubo harto aire acondicionado.
Aguanta…
Perú, el destruido
Sí, la situación actual de esa reserva forestal que hemos jurado mantener está actualmente en peligro de desaparecer gracias a la actividad generada por la minería ilegal. Donde habían árboles, cenizas quedan quedan. Donde había ríos, ahora abundan desagües tóxicos. Esta nota de NBC News da en el clavo al empezar la impresionante galería de imágenes con este párrafo:Décadas de extracción ilegal de oro han transformado grandes pedazos de la selva virgen en peruana en una tierra baldía desnuda y envenenada con mercurio. Las excavaciones para separar las motas de oro de toneladas de tierra han dejado agujeros lo suficientemente grandes como para devorar media docena de buses. El mercurio, una neurotoxina usada para unir el oro, impregna la cadena alimenticia, llegando a los humanos a través del pescado que comen. Las tierras arruinadas son una cicatriz al sureste de Madre de Dios, una meca de la biodiversidad cuyas maravillas naturales atraen ecoturistas y donde muchas tribus viven en aislamiento voluntario.Y como para generar más impacto: esta foto muestra un operativo policial en La Pampa (región de Madre de Dios), fue tomada el 20 de noviembre, días antes del inicio de la COP20.
Otro dato que nos da este artículo:
La minería ilegal es la segunda causa de la deforestación en el Perú, después de la tala para la agricultura, según el ministro de Medio Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal. “Es terrible pues causa heridas casi irremediables en la selva”, dijo.Pero ya se acabó la COP. Finalmente, el Perú salvó al mundo (o algo así). ¿Ya podemos empezar a salvar al Perú?
En plena COP 20, donde la protección de bosques es una principal inquietud, el Estado peruano se revela incapaz. Desde
2009 se ha detectado que consultores forestales permiten que la cifra
real del número de especies existentes en cada concesión sea manipulada
por madereros, lo que promueve la tala ilegal y el blanqueo. Pese a
ello, los ingenieros responsables siguen en actividad y aptos para
certificar documentos porque no procede su inhabilitación.
El viernes pasado la viudas de Saweto vencieron el miedo, salieron de su comunidad, atravesaron los peligros de un territorio desprotegido por la Policía y llegaron a Lima, a la COP 20, a exigir que de una vez por todas les entreguen los títulos de propiedad de sus tierras.
Julia Pérez, viuda del líder asháninka Edwin Chota, asesinado por traficantes de madera, nos recibe pero no tiene ganas de hablar. Carga a su bebé que ya tiene un mes de nacido, mientras juega con su otro pequeño de dos años. Ella no quiere repetir las mismas palabras de su esposo. Está harta, molesta y preocupada.
– ¿Qué le voy a decir? Nada. Nadie nos ha prometido nada, pero ¿qué van a hacer ahora? Ya es muy tarde – nos dice Julia a regañadientes.
Hergilia Rengifo, viuda de Jorge Ríos, compañero de Edwin Chota, señala a un solo responsable de esta tragedia: El Estado. Lo culpa de haber hecho esperar a Edwin Chota dos días frente al Gobierno Regional de Ucayali para que luego le digan que se regrese, que no lo iban a atender. Lo culpa de no haber hecho nada en contra del negocio de los taladores ilegales que acabaron con la vida de su esposo.
– Una cosa puede ser la mano que hace, pero ahí hay detrás otro que lo permite – nos dice.
Hergilia tiene razón. La tala ilegal y el blanqueo de madera tienen un origen común: necesitan de un personaje clave que elabore o firme un documento con información falsa y que perpetúe su negocio. Necesitan de un consultor forestal.
Los consultores forestales son personas o empresas privadas contratadas por las madereras para que den fe de cuántos ejemplares y de qué especies se encuentran dentro de una concesión forestal. Algo así como notarios de la Amazonía. Para poder realizar esta labor, los consultores tienen que registrarse en el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), organismo que depende del Ministerio de Agricultura.
Aquí empiezan los problemas. El organismo supervisor de las actividades de los consultores, y de todas las vinculadas a la explotación forestal, no tiene injerencia en el registro de consultores de ese sector. Se trata del Osinfor, un organismo autónomo adscrito a la PCM.
Existe una brecha entre el Serfor y el Osinfor. Así, se generan situaciones como la detectada esta semana por Utero.Pe: De acuerdo a cifras obtenidas de Osinfor, se presentó información falsa en 1146 planes operativos anuales. Al cruzar esta base de datos con una lista de Serfor, de consultores habilitados para seguir elaborando mapas, resultó que 72 consultores forestales que avalaron informaciones falsas siguen aptos y registrados para elaborar más documentos.
De acuerdo a las supervisiones de Osinfor un consultor forestal puede elaborar decenas de planes de manejo con información falsa. Es el caso de quien encabeza nuestro ránking: Mario Pizarro Atausupa, consultor de Madre de Dios, que firmó nada menos que 103 “POAs carentes de veracidad” y que, actualmente, figura en el registro de consultores forestales activos. Intentamos contactarnos con Pizarro pero fue imposible.
A quien sí ubicamos fue a Amós Armas Arche, consultor forestal de Ucayali, la misma región de Edwin Chota. En su caso, Osinfor también encontró que, desde 2010 hasta la actualidad, ha firmado o elaborado documentos que contenían información falsa. En total, lo ha hecho 88 veces y gracias a ello tiene el segundo puesto en el ranking nacional de los consultores con información falsa. Armas sigue habilitado por Serfor.
Expliquémonos: Para extraer árboles de cualquier concesión forestal, predio privado o comunidad nativa, lo primero que una empresa maderera debe presentar es un Plan Operativo Anual (POA) que señale cuántos árboles existen y qué especies se van a explotar. Este plan debe ser elaborado y firmado por un consultor forestal registrado en Serfor. Esto quiere decir que el consultor debe internarse en el bosque, hacer el trabajo de campo y, solo después de eso, elaborar el POA y el inventario de árboles. Con este documento el concesionario se presenta a la autoridad regional, quien aprueba el informe confiando en la buena fe del consultor. Un documento de este tipo puede llegar a costar 40 mil soles.
En la práctica, lo que sucede es completamente distinto. Muchos de los consultores no van al campo sino que realizan el trabajo en su escritorio, haciendo aproximaciones de acuerdo a las conveniencias del cliente. A primera vista podría parecer un trámite sin importancia pero cuando se mira las cifras de manera global, el panorama es terrible.
En el último operativo de SUNAT, Interpol y Osinfor sobre blanqueo y exportación de madera, se mostró que había 36 millones de pies tablares de madera aserrada, que se habían movilizado indebidamente. Esto equivale aproximadamente a 163,636 metros cúbicos, que es más o menos el volumen que tiene el Aeropuerto Jorge Chávez, incluida la torre de mando.
Toda esa madera salió de cualquier lugar menos de donde los papeles legales lo señalaban. Gracias a estos documentos falsos, los taladores ilegales pueden sacar árboles de cualquier lugar (un parque nacional, una reserva o zona intangible) e ingresarlos al circuito comercial o exportarlos como si vinieran de una concesión legal y supervisada.
Sin embargo, la realidad supera siempre cualquier estimación. Amós Armas Arche, el consultor forestal que ocupa el segundo lugar en firmar la mayor cantidad de informes falsos, confiesa que nunca corroboró la información que firmó y que lo hizo a cambio de diez soles.
– Yo nunca he elaborado POAs (…) he firmado. Que me digan que he firmado después de saber, conociendo o presumiendo, no. Yo no conocía si esa información era falsa o no.
Armas parece no darse cuenta de la gravedad de sus palabras y continúa.
– Me han solicitado, ellos (los concesionarios) han contratado a otras personas y me han buscado como ingeniero y yo he firmado. Casi todos de la especialidad hacen eso.
Este consultor forestal se escuda en su desconocimiento legal, acepta que tal vez ‘si quieres ah’ no debió firmar sin ir al campo. Sin embargo, la gravedad de sus acciones va más allá de la ignorancia.
Hicimos el cruce entre la base de datos de Serfor y las supervisiones de Osinfor y esto fue lo que encontramos: la lista completa de los 72 consultores forestales que siguen habilitados y que, de acuerdo a las supervisiones, elaboraron información falsa.
Otro de los terribles hallazgos es que el negocio ilegal ha sido tan lucrativo que el cedro y la caoba ya no son las especies más amenazadas.
De acuerdo al Operativo Amazonas –realizado por la SUNAT, Interpol y Osinfor para medir el blanqueo de madera y su exportación– ahora el nuevo objetivo de la industria del lavado de madera son “las maderas duras”. Éstas son la virola, el tornillo o el shihuahuaco, convertidos en nuevos objetivos, precisamente, debido a la escasa regulación que existe a su alrededor. En sus casos, las autoridades regionales no están obligadas a corroborar que lo dicho por el consultor forestal sea verdadero. Solo lo hacen cuando se trata de cedro y caoba, dos especies que casi ya no existen, también debido a la tala ilegal.
En el 2012, la ONG EIA publicó el informe “La máquina lavadora”, que exponía los casos en los que se había exportado cedro y caoba ilegal a Estados Unidos. Dos años después, la situación se ha ampliado a más especies. Para la directora de Programas en Perú de EIA, Julia Urrunaga, no ha habido una acción concreta del Estado contra los consultores forestales.
– Ellos son el primer paso y hasta ahora no hemos visto un caso concreto en contra de un consultor. Lo que se debería hacer es sacarlos –exige Urrunaga–. Aquí se está hablando de árboles que aparecen en un inventario y que cuando se va a campo no existen, es clarísimo que hay un fraude.
– Actualmente, una vez verificada la infracción por la Autoridad Regional Forestal y de Fauna Silvestre, los consultores son sancionados con multa –explica–, pero esto no impide que continúen prestando sus servicios profesionales para la elaboración de planes de manejo.
Linares reconoce las debilidades del sector y comenta que están trabajando en un decreto supremo para que Serfor pueda retirar a los consultores que hayan elaborado o firmado documentación falsa. Por lo pronto, un consultor que ha mentido puede seguir haciendo el mismo trabajo sin ningún problema. Peor aún: puede seguir una línea de carrera.
Uno de los casos más emblemáticos tal vez sea el de Hugo Paima Ríos un consultor forestal privado de Loreto que durante el 2010 elaboró ocho documentos con información falsa. No obstante, luego pasó a trabajar como parte de la Autoridad Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) que se encargaba de verificar que lo dicho por los consultores forestales fuera verdad. Pero eso no fue lo peor. Durante ese mismo año, Hugo Paima llegó a trabajar en Osinfor como supervisor de concesiones.
La falta de comunicación y respuesta entre Osinfor, Serfor y los gobiernos regionales que deberían supervisar a los consultores alcanza niveles insólitos. A pesar de que Osinfor envió documentos a las autoridades competentes, estos parecen no haber llegado a su destino final. Al comunicarnos con los otros consultores forestales que aparecen en los primeros lugares del ránking de documentación falsa, encontramos que muchos de ellos recién se enteraron por nosotros de las acusaciones en su contra.
Este es uno de los documentos que Osinfor envió a Serfor pidiendo explicaciones por los consultores que a pesar de la evidencia seguían habilitados.
Jorge Peinado Martínez, encontrado con 32 POAs falsos, se defiende afirmando que el personal de Osinfor no está totalmente capacitado para reconocer las especies del campo. Sin embargo, reconoce que pudo haber errores de su parte.
– Por ejemplo, de 100 árboles que has inventariado no encuentran dos, puede ser por errores de digitación al momento de introducir la información –dice Peinado–. Ellos dicen que es información falsa por no haber encontrado un árbol.
Lo mismo sucedió con los consultores Emer Rosales, Manuel Trelles y Segundo Reátegui quienes se defendieron aduciendo que los técnicos de Osinfor no estaban totalmente calificados para hacer las supervisiones.
En medio de este lío, lo único cierto es que los más afectados son los bosques y las comunidades nativas que viven dentro de ellas y que al igual que las viudas de Saweto tienen que defenderse de la cadena de la tala ilegal. Sorprende siempre que los organismos competentes hayan pasado por alto esta información que involucraba un simple cruce de base de datos, pero que hubiera ayudado a evitar no solo los delitos medioambientales sino también los asesinatos como los de Edwin Chota y los demás líderes asháninkas.
El viernes pasado la viudas de Saweto vencieron el miedo, salieron de su comunidad, atravesaron los peligros de un territorio desprotegido por la Policía y llegaron a Lima, a la COP 20, a exigir que de una vez por todas les entreguen los títulos de propiedad de sus tierras.
Julia Pérez, viuda del líder asháninka Edwin Chota, asesinado por traficantes de madera, nos recibe pero no tiene ganas de hablar. Carga a su bebé que ya tiene un mes de nacido, mientras juega con su otro pequeño de dos años. Ella no quiere repetir las mismas palabras de su esposo. Está harta, molesta y preocupada.
– ¿Qué le voy a decir? Nada. Nadie nos ha prometido nada, pero ¿qué van a hacer ahora? Ya es muy tarde – nos dice Julia a regañadientes.
Hergilia Rengifo, viuda de Jorge Ríos, compañero de Edwin Chota, señala a un solo responsable de esta tragedia: El Estado. Lo culpa de haber hecho esperar a Edwin Chota dos días frente al Gobierno Regional de Ucayali para que luego le digan que se regrese, que no lo iban a atender. Lo culpa de no haber hecho nada en contra del negocio de los taladores ilegales que acabaron con la vida de su esposo.
– Una cosa puede ser la mano que hace, pero ahí hay detrás otro que lo permite – nos dice.
Hergilia tiene razón. La tala ilegal y el blanqueo de madera tienen un origen común: necesitan de un personaje clave que elabore o firme un documento con información falsa y que perpetúe su negocio. Necesitan de un consultor forestal.
Los consultores forestales son personas o empresas privadas contratadas por las madereras para que den fe de cuántos ejemplares y de qué especies se encuentran dentro de una concesión forestal. Algo así como notarios de la Amazonía. Para poder realizar esta labor, los consultores tienen que registrarse en el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), organismo que depende del Ministerio de Agricultura.
Aquí empiezan los problemas. El organismo supervisor de las actividades de los consultores, y de todas las vinculadas a la explotación forestal, no tiene injerencia en el registro de consultores de ese sector. Se trata del Osinfor, un organismo autónomo adscrito a la PCM.
Existe una brecha entre el Serfor y el Osinfor. Así, se generan situaciones como la detectada esta semana por Utero.Pe: De acuerdo a cifras obtenidas de Osinfor, se presentó información falsa en 1146 planes operativos anuales. Al cruzar esta base de datos con una lista de Serfor, de consultores habilitados para seguir elaborando mapas, resultó que 72 consultores forestales que avalaron informaciones falsas siguen aptos y registrados para elaborar más documentos.
Consultores de oficina
De acuerdo a las supervisiones de Osinfor un consultor forestal puede elaborar decenas de planes de manejo con información falsa. Es el caso de quien encabeza nuestro ránking: Mario Pizarro Atausupa, consultor de Madre de Dios, que firmó nada menos que 103 “POAs carentes de veracidad” y que, actualmente, figura en el registro de consultores forestales activos. Intentamos contactarnos con Pizarro pero fue imposible.
A quien sí ubicamos fue a Amós Armas Arche, consultor forestal de Ucayali, la misma región de Edwin Chota. En su caso, Osinfor también encontró que, desde 2010 hasta la actualidad, ha firmado o elaborado documentos que contenían información falsa. En total, lo ha hecho 88 veces y gracias a ello tiene el segundo puesto en el ranking nacional de los consultores con información falsa. Armas sigue habilitado por Serfor.
Expliquémonos: Para extraer árboles de cualquier concesión forestal, predio privado o comunidad nativa, lo primero que una empresa maderera debe presentar es un Plan Operativo Anual (POA) que señale cuántos árboles existen y qué especies se van a explotar. Este plan debe ser elaborado y firmado por un consultor forestal registrado en Serfor. Esto quiere decir que el consultor debe internarse en el bosque, hacer el trabajo de campo y, solo después de eso, elaborar el POA y el inventario de árboles. Con este documento el concesionario se presenta a la autoridad regional, quien aprueba el informe confiando en la buena fe del consultor. Un documento de este tipo puede llegar a costar 40 mil soles.
En la práctica, lo que sucede es completamente distinto. Muchos de los consultores no van al campo sino que realizan el trabajo en su escritorio, haciendo aproximaciones de acuerdo a las conveniencias del cliente. A primera vista podría parecer un trámite sin importancia pero cuando se mira las cifras de manera global, el panorama es terrible.
En el último operativo de SUNAT, Interpol y Osinfor sobre blanqueo y exportación de madera, se mostró que había 36 millones de pies tablares de madera aserrada, que se habían movilizado indebidamente. Esto equivale aproximadamente a 163,636 metros cúbicos, que es más o menos el volumen que tiene el Aeropuerto Jorge Chávez, incluida la torre de mando.
Toda esa madera salió de cualquier lugar menos de donde los papeles legales lo señalaban. Gracias a estos documentos falsos, los taladores ilegales pueden sacar árboles de cualquier lugar (un parque nacional, una reserva o zona intangible) e ingresarlos al circuito comercial o exportarlos como si vinieran de una concesión legal y supervisada.
Falsos informes
Dhayneé Orbegozo de la ONG Environmental Investigation Agency (EIA), estima que por un POA hecho desde el escritorio, el consultor forestal puede cobrar 5 mil soles. Mientras que por estampar su firma sobre un documento hecho por un tercero, unos 500 soles.Sin embargo, la realidad supera siempre cualquier estimación. Amós Armas Arche, el consultor forestal que ocupa el segundo lugar en firmar la mayor cantidad de informes falsos, confiesa que nunca corroboró la información que firmó y que lo hizo a cambio de diez soles.
– Yo nunca he elaborado POAs (…) he firmado. Que me digan que he firmado después de saber, conociendo o presumiendo, no. Yo no conocía si esa información era falsa o no.
Armas parece no darse cuenta de la gravedad de sus palabras y continúa.
– Me han solicitado, ellos (los concesionarios) han contratado a otras personas y me han buscado como ingeniero y yo he firmado. Casi todos de la especialidad hacen eso.
– Me dicen que por ir al campo y hacer un POA se puede cobrar hasta 40 mil soles, ¿es verdad?
– Claro, claro. Depende de la cantidad de hectáreas, pero ellos no quieren gastar eso y ellos mismo lo hacen y al ingeniero le dan diez soles…– ¿A usted cuánto le pagaron por firmar?
– Como le digo, a lo mucho 10 soles, 20 soles lo máximo. Y te dicen ‘si quieres ah’, como saben que los ingenieros están hecho una desgracia, se aprovechan.Este consultor forestal se escuda en su desconocimiento legal, acepta que tal vez ‘si quieres ah’ no debió firmar sin ir al campo. Sin embargo, la gravedad de sus acciones va más allá de la ignorancia.
Hicimos el cruce entre la base de datos de Serfor y las supervisiones de Osinfor y esto fue lo que encontramos: la lista completa de los 72 consultores forestales que siguen habilitados y que, de acuerdo a las supervisiones, elaboraron información falsa.
Otro de los terribles hallazgos es que el negocio ilegal ha sido tan lucrativo que el cedro y la caoba ya no son las especies más amenazadas.
De acuerdo al Operativo Amazonas –realizado por la SUNAT, Interpol y Osinfor para medir el blanqueo de madera y su exportación– ahora el nuevo objetivo de la industria del lavado de madera son “las maderas duras”. Éstas son la virola, el tornillo o el shihuahuaco, convertidos en nuevos objetivos, precisamente, debido a la escasa regulación que existe a su alrededor. En sus casos, las autoridades regionales no están obligadas a corroborar que lo dicho por el consultor forestal sea verdadero. Solo lo hacen cuando se trata de cedro y caoba, dos especies que casi ya no existen, también debido a la tala ilegal.
En el 2012, la ONG EIA publicó el informe “La máquina lavadora”, que exponía los casos en los que se había exportado cedro y caoba ilegal a Estados Unidos. Dos años después, la situación se ha ampliado a más especies. Para la directora de Programas en Perú de EIA, Julia Urrunaga, no ha habido una acción concreta del Estado contra los consultores forestales.
– Ellos son el primer paso y hasta ahora no hemos visto un caso concreto en contra de un consultor. Lo que se debería hacer es sacarlos –exige Urrunaga–. Aquí se está hablando de árboles que aparecen en un inventario y que cuando se va a campo no existen, es clarísimo que hay un fraude.
Impunidad forestal
Lo más impresionante en el caso de los consultores forestales que han elaborado información falsa, es que no existe forma de retirarlos del registro de Serfor. Lies Linares, directora de la Oficina de Asesoría Jurídica de Serfor, explica que no cuentan con las herramientas necesarias.– Actualmente, una vez verificada la infracción por la Autoridad Regional Forestal y de Fauna Silvestre, los consultores son sancionados con multa –explica–, pero esto no impide que continúen prestando sus servicios profesionales para la elaboración de planes de manejo.
Linares reconoce las debilidades del sector y comenta que están trabajando en un decreto supremo para que Serfor pueda retirar a los consultores que hayan elaborado o firmado documentación falsa. Por lo pronto, un consultor que ha mentido puede seguir haciendo el mismo trabajo sin ningún problema. Peor aún: puede seguir una línea de carrera.
Uno de los casos más emblemáticos tal vez sea el de Hugo Paima Ríos un consultor forestal privado de Loreto que durante el 2010 elaboró ocho documentos con información falsa. No obstante, luego pasó a trabajar como parte de la Autoridad Técnica Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) que se encargaba de verificar que lo dicho por los consultores forestales fuera verdad. Pero eso no fue lo peor. Durante ese mismo año, Hugo Paima llegó a trabajar en Osinfor como supervisor de concesiones.
La falta de comunicación y respuesta entre Osinfor, Serfor y los gobiernos regionales que deberían supervisar a los consultores alcanza niveles insólitos. A pesar de que Osinfor envió documentos a las autoridades competentes, estos parecen no haber llegado a su destino final. Al comunicarnos con los otros consultores forestales que aparecen en los primeros lugares del ránking de documentación falsa, encontramos que muchos de ellos recién se enteraron por nosotros de las acusaciones en su contra.
Este es uno de los documentos que Osinfor envió a Serfor pidiendo explicaciones por los consultores que a pesar de la evidencia seguían habilitados.
Jorge Peinado Martínez, encontrado con 32 POAs falsos, se defiende afirmando que el personal de Osinfor no está totalmente capacitado para reconocer las especies del campo. Sin embargo, reconoce que pudo haber errores de su parte.
– Por ejemplo, de 100 árboles que has inventariado no encuentran dos, puede ser por errores de digitación al momento de introducir la información –dice Peinado–. Ellos dicen que es información falsa por no haber encontrado un árbol.
Lo mismo sucedió con los consultores Emer Rosales, Manuel Trelles y Segundo Reátegui quienes se defendieron aduciendo que los técnicos de Osinfor no estaban totalmente calificados para hacer las supervisiones.
En medio de este lío, lo único cierto es que los más afectados son los bosques y las comunidades nativas que viven dentro de ellas y que al igual que las viudas de Saweto tienen que defenderse de la cadena de la tala ilegal. Sorprende siempre que los organismos competentes hayan pasado por alto esta información que involucraba un simple cruce de base de datos, pero que hubiera ayudado a evitar no solo los delitos medioambientales sino también los asesinatos como los de Edwin Chota y los demás líderes asháninkas.
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