Decenas de miles de trabajadores en todo Brasil abandonaron sus puestos de trabajo en una huelga nacional mayormente pacífica exigiendo mejores condiciones de trabajo y la mejora de los servicios públicos en la nación más grande de América Latina.https://whttps://www.blogger.com/blogger.g?blogID=4596793376581297000
Los manifestantes protestan durante una huelga nacional para exigir mejores condiciones de trabajo y la mejora de los servicios públicos el 11 de julio de 2013 en Sao Paulo, Brasil.
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Los manifestantes protestan durante una huelga nacional para exigir mejores condiciones de trabajo y la mejora de los servicios públicos en Sao Paulo, Brasil. Foto: puso MEDIA
Por AP6: 25AM BST 12 de julio 2013
Metalúrgicos, transporte y trabajadores de la construcción, así como maestros y funcionarios públicos se adhirieron a la "Jornada de Lucha", organizada por los sindicatos más grandes de Brasil.
Los huelguistas, ya sea parcial o completamente bloqueadas 80 interestatales y autopistas interurbanas en 18 estados.
Alrededor de 2.500 huelguistas marcharon en Río de Janeiro, donde algunos se enfrentaron con la policía, que desató gases lacrimógenos y balas de goma en respuesta a unos manifestantes arrojaban piedras. Al caer la noche, los manifestantes seguían reunidos en la zona centro de Río de Janeiro, y se registraron escaramuzas dispersas con la policía. No se informó sobre heridos.
En la ciudad de Santos, los trabajadores portuarios impidieron la entrada de camiones el puerto más grande de América Latina. Estibadores en huelga también bloquearon el acceso a los puertos de otros seis estados.
Algunos bancos ubicados en zonas en las que se esperaba que los manifestantes para organizar grandes manifestaciones cerraron, pero les permite el acceso a los cajeros automáticos
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En Sao Paulo, cerca de 5.000 personas se manifestaron por la Avenida Paulista una de las principales arterias de la ciudad, con pancartas exigiendo una semana laboral más corta, mejores condiciones de trabajo y la vivienda asequible.
Los maestros de escuelas públicas y privadas también se declararon en huelga y cerraron las escuelas en varias ciudades, mientras que algunos hospitales estaban operando con equipos esqueleto. Sin embargo, los trabajadores de metro, tren y autobús en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras capitales de los estados no se unieron a la huelga, y los servicios de transporte estaban funcionando normalmente.
La ausencia de los trabajadores de metro, autobús y tren "debilitó la jornada de lucha", João Carlos Gonçalves, secretario general de la central sindical Unión Fuerza, dijo a la agencia de noticias Agencia Estado.
"Pero, sin embargo, hemos movilizado a los trabajadores y llamó la atención a nuestras demandas, que era lo que queríamos lograr", agregó.
Los huelguistas exigen mejores servicios de tránsito, la salud y la educación públicas, así como la reforma de la agricultura y de la semana de trabajo reducida.
La huelga sigue a protestas masivas en todo el país que se extendió por Brasil el mes pasado, cuando manifestantes enojados por la corrupción, los malos servicios públicos y una fuerte carga tributaria salieron a las calles. Las protestas también se denunciaron los miles de millones de dólares gastados para organizar la Copa Mundial y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, el dinero que dicen debe ir hacia mejores hospitales, escuelas y transporte.
Sin embargo, las protestas del mes pasado fueron más enérgicos y hubo choques más violentos con la policía. La mayoría de los que participaron el mes pasado rechazó también la presencia de los sindicatos o los partidos políticos en las manifestaciones, tanto de los que muchos consideran parte de un sistema de gobierno corrupto establecido. Combates estallaron durante las protestas en Sao Paulo cuando los sindicatos y los partidos trataron de unirse a algunas manifestaciones.
La presidenta Dilma Rousseff ha respondido a los disturbios flotando varias propuestas, incluyendo el gasto de 23000 millones dólares en el transporte urbano, el uso de las regalías del petróleo para financiar la educación y la importación de miles de médicos extranjeros para trabajar en la empobrecida, en áreas atendidas.
También ordenó a su gabinete para centrarse en soluciones para cinco áreas prioritarias: la responsabilidad fiscal y control de la inflación, la reforma política, la salud, el transporte público y la educación.
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