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Friday, April 3, 2015

Que ricas son las cebollas

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Presentación final del plato

VÍDEO DE LA RECETA

Aros de cebolla caseros. Receta fácil y Vídeo


Los aros de cebolla son un plato muy popular que se suele asociar a los establecimientos de comida rápida, donde cautivan a mucha gente por su textura crujiente. Su elaboración es sencilla, tan solo necesitamos unos pocos ingredientes y una cebolla grande. Os animamos a que preparéis en casa esta sencilla receta. Si lo hacéis, estamos seguros de que nunca volveréis a comerlos fuera de casa.

En esta receta, os enseñamos a preparar una cobertura formada a base de huevo, leche y harina. Si deseáis probar otro tipo de masa para la cobertura, os invitamos a que echéis un vistazo a la que nosotros usamos en nuestra receta de alcachofas rebozadas fáciles

INGREDIENTES [para 4 personas]:

  • Cebollas - 2 unidades
  • Harina de trigo - 70 gramos
  • Leche - 120 gramos
  • Aceite de oliva - 1 cucharada grande
  • Huevo - 1 unidad
  • Sal - 1/2 cucharada pequeña
  • Pimienta negra - una pizca
  • Aceite de oliva - para freír

ELABORACIÓN DE LA RECETA

  1. En primer lugar, vamos a preparar la masa líquida en la que bañaremos nuestros aros de cebolla antes de freírlos. Para ello, y con la ayuda de unas varillas, comenzamos batiendo el huevo en un cuenco mediano. 
  2. Una vez que hemos batido el huevo, añadimos al cuenco el aceite, la leche, la sal y la pimienta. Continuamos batiendo con las varillas hasta que todos los ingredientes queden integrados.
  3. Con la ayuda de un colador, tamizamos la harina para añadirla al cuenco. Volvemos a batir con las varillas hasta que la harina y los ingredientes líquidos formen una masa homogénea. Reservamos.
  4. Pelamos y cortamos la cebolla transversalmente en rodajas de unos 5 milímetros de grosor. Separamos las distintas capas que forman cada rodaja hasta obtener aros independientes. 
  5. Ponemos a calentar abundante aceite de oliva en un sartén. 
  6. Ponemos unos pocos aros en el cuenco y los hundimos en la masa líquida para que se impregnen por todos lados. 
  7. Cuando el aceite esté bien caliente, añadimos los aros que tenemos en el cuenco. Ponemos unos pocos aros. Freímos durante 2-3 minutos por cada lado. 
  8. Mientras cocinamos los aros que hemos puesto en la sartén, ponemos más en el cuenco. 
  9. Una vez que los aros estén dorados, los retiramos de la sartén y los ponemos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite. 
  10. Servimos calientes. 

ANOTACIONES Y CONSEJOS


Es importante servir los aros mientras están calientes, ya que a medida que se enfríen irán perdiendo su textura crujiente.

Cuando retiremos una tanda de la sartén, dejaremos que el aceite vuelva a calentarse hasta la temperatura óptima, que suele rondar los 170º C. 

receta cebolla crujienteReceta para hacer cebolla crujiente


La primera vez que comí cebolla crujiente fue en un pequeño pueblo de la Alpujarra Granadina, donde nos la sirvieron al lado de un filete de carne de ternera y unas patatas fritas. No recuerdo si la carne o las patatas estaban mejor o peor, pero lo que tengo grabado es el intenso sabor de aquellas tiras crujientes de color dorado que se deshacían en la boca. Hasta ese momento yo no era muy amigo de la cebolla, pero aquel día me convertí en un devoto seguidor de este versátil bulbo, con el que se pueden elaborar incontables recetas. De entre ellas, os dejo con dos de mis favoritas; cebolla confitada y aros de cebolla fritos,

Las aplicaciones culinarias de la cebolla crujiente son infinitas. Su sabor intenso, de carácter marcadamente dulzón, se alza por encima del sabor de otros ingredientes, potenciando el contraste de sabores en aquellas elaboraciones en las que se la presenta. Bien podemos servirla como un delicioso acompañamiento de carnes y pescados o como ingrediente destacado de una hamburguesa o perrito caliente, también podemos disfrutar de su textura servida junto a parrilladas de verduras, con las que contrastará estupendamente en cuanto a textura o, por qué no, comérnosla tal cual!! En casa suele pasar que cuando frío cebolla, con intención de servirla como acompañante, rara vez queda algo después de las continuas visitas a la cocina de los habitantes de este hogar. Es así!!, su olor y textura son tan atrayentes que es difícil contenerse!

Hay muchas formas de preparar cebolla crujiente, hay quienes la cortan en trocitos pequeños, otros la cortan en finas tiras, los hay que la deshidratan un poco en el horno antes de freírla, en otras versiones se  deshidrata embadurnando la cebolla ya cortada en sal y manteniéndola así durante horas, y, en muchas otras versiones, como en la que os presento a continuación, el proceso es más rápido, durando apenas unos pocos minutos. Se haga como se haga, lo importante es que elijamos cebollas dulces, y que no dejemos de removerlas mientras se fríen para que no acabemos con un bloque de cebolla enmarañada.

Antes de ponernos el delantal y meternos en faena, os dejo un enlace para que evitéis llorar durante la preparación de esta receta;  los 6 mejores trucos para no llorar cortando cebolla.

Vídeo de la Receta



Ingredientes [para 1 cebolla]:

  • Cebolla grande - 1 unidad
  • Harina de arroz - 2 cucharadas grandes
  • Aceite de girasol - para freír
  • Sal - opcional

Elaboración de la Receta

  1. Ponemos a calentar abundante aceite de girasol en una olla. Si tenéis la posibilidad de controlar la temperatura del aceite, calentamos éste hasta que alcance los 180º C. El aceite no debe superar esa temperatura, ya que, de hacerlo, nuestra cebolla se quemará con facilidad.
  2. A continuación, debéis decidir cómo vais a cortar la cebolla. Yo he optado por cortarla por la mitad, y esas mitades las he cortado a su vez en finas tiras. Pero, si lo deseáis, también la podéis picar en trozos pequeños. No creo que el tipo de corte sea determinante, siempre que se corte en tiras o trozos pequeños que faciliten una rápida cocción.
  3. Una vez que hemos cortado la cebolla, la ponemos en un cuenco y añadimos poco a poco la harina de arroz. Si no disponéis de este tipo de harina podéis usarla de trigo. La ventaja que tiene usarla de arroz es que la cebolla queda más fina. Con harina de maíz se obtiene también mejor resultado que con la de trigo. Una vez que hayamos puesto la harina, mezclamos con la ayuda de una cuchara para que se impregne toda la cebolla. Para llevar a cabo este paso, también podemos poner la cebolla en un recipiente con tapa, o una bolsa con cierre hermético, añadir la harina y agitar enérgicamente para que la harina se adhiera a la cebolla. La cantidad de harina a añadir dependerá del tamaño de la cebolla que usemos. La idea es que las tiras, o trozos de cebolla, queden cubiertas por una fina capa de harina.
  4. Una vez que hemos enharinado la cebolla, ponemos un poco en la olla. Con la ayuda de una araña (es un utensilio de cocina parecido a una espumadera), vamos removiendo sin parar para que las tiras de cebolla no se acaben pegando unas a otras. Debemos estar muy atentos al proceso de cocción, ya que la cebolla pasa de estar blanca a coger un bonito color dorado en muy poco tiempo.
  5. Cuando la cebolla esté dorada, la retiramos de la sartén y la ponemos sobre papel absorbente.
  6. Dejamos que se enfríe un poco y ya podemos usarla para acompañar cualquier elaboración.

    Anotaciones y Consejos


    Si lo deseamos, cuando las cebolla se haya enfriado, podemos guardarla en un bote con cierre hermético donde se mantendrá en buen estado durante semanas, de este modo, podemos hacer uso de ella en cualquier momento.
    Si queremos obtener un producto final con un color diferente, podemos decantarnos por la compra de cebollas moradas.

    Cebolla Caramelizada o Confitada. Vídeo y Receta fácil

     
    receta Cebolla Caramelizada o Confitada

    Receta para hacer Cebolla Caramelizada o Confitada


    Por raro que parezca por su nombre, la receta de cebolla caramelizada no lleva azúcar, la propia cebolla contiene este ingrediente y al cocinarlo despacio hace que "caramelice".

    Elaborar cebolla caramelizada es rápido y sencillo, tan solo hay que tener en cuenta un par de indicaciones, y dedicar algo de tiempo a pelar y cortar la cebolla del tamaño que deseemos. El tipo de corte estará relacionado con el fin al que vayamos a destinar la cebolla, si queremos que ésta se vea, asumiendo una buena parte del protagonismo de un plato, la cortaremos en juliana, y, si queremos que pase desapercibida, la picaremos finamente.

    La cebolla caramelizada es una base estupenda para muchas salsas. Añádela a una base de pizza justo después del tomate, y sorpréndete con su delicioso sabor. Introduce este ingrediente en nuestra receta depizza con salchichas alemanas, o en nuestra tortilla de patatas sin huevo, y disfruta del toque dulzón que la cebolla caramelizada transmite a los platos.

    Vídeo de la Receta



    Ingredientes [Según tamaño cebolla]:


    • Cebollas grandes - 2 unidades
    • Aceite de oliva - 4 cucharadas grandes
    • Agua - 2 cucharadas grandes
    • Sal - 1 gramo

    Elaboración de la Receta


    1. Una vez que hayamos decidido el uso que vamos a dar a nuestra cebolla caramelizada, aplicamos un corte u otro a nuestra cebolla cruda.  
    2. En una sartén, o una cacerola, con tapa, echamos el aceite de oliva y lo calentamos a fuego medio. 
    3. Una vez que el aceite ha cogido calor, añadimos la cebolla cortada o picada, según el caso. Removemos bien la cebolla para que se impregne de aceite. Cocinamos a fuego suave, con la tapa puesta, removiendo de tanto en tanto y prestando atención a que la temperatura sea la adecuada para que nuestra cebolla no se queme. Todo el proceso puede alargarse en torno a 1 hora. Es importante trabajar a temperaturas bajas para que la cebolla no se queme, lo que podría estropear el resultado final. En una placa vitrocerámica, cuya potencia esté regulada de 1 a 9, usaremos el nivel 3. 
    4. A medida que avanza la cocción, la cebolla se vuelve cada vez más transparente. Simplemente destapamos cada pocos minutos y removemos para que la cebolla se haga de manera uniforme. 
    5. Con el paso de los minutos, la cebolla va virando de un color blanquecino transparente hacia un color con tonos marrones que se van intensificando poco a poco. Esto se debe a que los azúcares que hay en la cebolla comienzan a fundirse, impregnando de distintos tonos caramelo toda la cebolla. 
    6. Cuando empiezan a aparecer tonos marrones, y el volumen de la cebolla es la mitad de cuando iniciamos el proceso,  añadimos las dos cucharadas grandes de agua y removemos. Observamos como la cebolla adquiere una textura más cremosa, ya que el agua actúa disolviendo los azúcares y formando una especie de melaza que recubre toda la cebolla, intensificando su color marrón caramelo.
    7. Cuando la cebolla adquiera un color marrón intenso, añadimos la sal, removemos, cocinamos 2 ó 3 minutos más y apartamos del fuego. Ya tenemos lista nuestra cebolla caramelizada.

    Anotaciones y Consejos


    Si queréis acelerar el proceso de caramelización de la cebolla, podéis añadir una cucharada pequeña de azúcar integral. El azúcar se añade a la vez que el agua.

    Otra manera de acelerar el proceso, es usar bicarbonato sódico, a razón de 1 gramo por cada cebolla utilizada. Añadiremos el bicarbonato al principio, cuando pongamos la cebolla en la sartén. 

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