Es ampliamente conocida la recomendación: el pescado posee múltiples propiedades que lo convierten en un alimento saludable.
Es una excelente fuente de proteína, contiene poca grasa, es bajo en calorías y le proporciona al cuerpo omega 3, unos ácidos grasos esenciales poliinsaturados que el organismo no puede producir, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés).
¿Y en qué se diferencian de los mariscos?
No solamente difieren en las clases y variedades que existen, entre pescados y mariscos también se puede encontrar otra gran diferencia: los niveles de mercurio que contienen.
“Los pescados que contienen mayores concentraciones de mercurio, que son los que se encuentran de últimos en la cadena alimenticia, no se deben consumir más de dos veces al mes”, indicó a la BBC el doctor Andrei Tchernitchin, Presidente del Departamento de Medio Ambiente y profesor de la Facultad de Medicina del Colegio Médico de Chile.
“EL VENENO ESTÁ EN LA DOSIS”
Así lo señala Tchernitchin, citando el caso de una comunidad indígena boliviana ubicada cerca de un área de extracción de oro y que se alimentaba de pescados carnívoros de un cercano río, en la que comenzaron a presentarse enfermedades asociadas al consumo de mercurio.
Un caso similar sucedió en Japón, en donde una empresa productora de ácido acético arrojó durante mucho tiempo residuos de mercurio sobre la bahía de Minamata.
Los pescados y los mariscos eran el medio principal de subsistencia de los pobladores de la región que, en algunos casos, presentaron problemas neurológicos, estados delirantes, pérdida de la memoria y habla incoherente.
Control
Pero cuando se modera el consumo, no implican peligros para la salud.
No obstante, se debe tener especial cuidado con el consumo de pescados y mariscos por parte de mujeres en estado de embarazo, lactantes y niños menores de tres años. Los fetos en particular son muy vulnerables a los efectos dañinos del mercurio.
Éstos implican daños al sistema nervioso, inmunológico y digestivo, además de afectar a los riñones, pulmones y los ojos.
El nutricionista Miguel Celdrán, de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (España), asegura a la BBC que estos grupos poblacionales no deben consumir los pescados que contienen una mayor concentración de mercurio.
¿Y cómo llega el mercurio al mundo marino?
Este elemento se encuentra en la corteza terrestre de forma natural y puede originarse de la actividad volcánica y de la erosión de las rocas.
Sin embargo, son las actividades humanas la principal causa de dispersión de mercurio, principalmente aquellas vinculadas con la combustión de carbón en procesos industriales y centrales eléctricas.
Una vez que es liberado el mercurio en el ecosistema marino y en el medio ambiente en general, puede llegar a transformarse en metilmercurio al mezclarse con ciertas bacterias, explica El Departamento de Ambiente y Cambio Climático de Canadá.
“Esta sustancia se acumula en especies marinas y peces, que terminan con una concentración más alta del químico en su organismo que en el propio entorno”.
Como si fuera poco, a esto se le suma un proceso que se produce en la cadena alimenticia llamado ‘bioamplificación’.
“Las especies predadoras (como tiburones) se alimentan de otros animales y absorben las sustancias contaminantes que se encontraban en su comida. Por tal motivo los peces más grandes tienen más mercurio en su organismo, devoraron a numerosos peces pequeños que, a su vez, absorbieron la sustancia que estaba en el plancton”.
¿Cuáles especies marinas podemos comer?
La recomendación del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, en términos generales, es consumir al menos dos porciones semanales de pescado como parte integral de una dieta saludable.
Se estima que el peso de una porción es de 140 gramos, luego de haberse cocinado.
EPA junto con el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, una ONG dedicada a temas que se relacionan con el medio ambiente, brindan una guía que clasifica los pescados y mariscos según la concentración de mercurio que normalmente tienen.
Especies con mayor cantidad de mercurio
Tiburón, Pez espada, Aguja.
Especies con alta concentración de mercurio pero más baja que los anteriores
Verdel (de la variedad del golfo y español), Corvina (del Pacífico), Bacalao negro, Mero chileno (también conocido como bacalao austral), Merluza negra, Atún.
Especies con cantidad moderada de mercurio
Lubina rayada, Carpa, Langosta, Rape, Pez búfalo.
Especies con menor cantidad de mercurio
Palometa, anchoas, bagre, almeja, cangrejo de río, ostras, salmón, sardinas, camarones, calamares, tilapia, merluza, abadejo, vieira, trucha.
Estos datos no deben tenerse en cuenta como alternativa a una consulta médica. En cualquier caso relacionado con la salud, se deben seguir las indicaciones de un especialista.
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