Mandamás de Camargo Correa hace temblar a Toledo, García y Humala
Está en Lima y dice que está dispuesto a hablar sobre coimas
Obras realizadas por empresa brasileña en la mira
De manera silenciosa el presidente de la empresa brasileña Camargo Correa, investigada por pagar sobornos en países de Latinoamérica para ganar obras públicas, Marcos de Moura Wanderley, llegó a nuestro país hace unos días.
Según fuentes de la Fiscalía, su presencia podría provocar el nerviosismo no solo de exfuncionarios de los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala sino de los mismos exjefes de Estado, debido a que la investigación del caso Lava Jato y Castillo de Arena, en Brasil, vinculaba a dichos gobiernos con la presunta receptación de sobornos.
Según fuentes de la Fiscalía, su presencia podría provocar el nerviosismo no solo de exfuncionarios de los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala sino de los mismos exjefes de Estado, debido a que la investigación del caso Lava Jato y Castillo de Arena, en Brasil, vinculaba a dichos gobiernos con la presunta receptación de sobornos.
Magaly Gonzales, esposa de Wanderley, confirmó que el empresario está en la capital peruana y que está dispuesto a colaborar con la justicia de nuestro país.
Como se sabe, al igual que Odebrecht, Camargo Correa negocia con la justicia brasileña que 40 de sus ejecutivos y accionistas cuenten todo lo que saben respecto al pago de sobornos a cambio de la reducción de penas.
Parte del acuerdo sería traer del archivo todo lo actuado en la operación conocida como ‘Castillo de Arena’ iniciada en el 2008 y donde aparecieron registros de supuestos pagos a Alejandro Toledo y Alan García.
Entre esa copiosa documentación figuraba un cuadro de pagos relacionada a la construcción del tramo IV de la Carretera Interoceánica Sur que Camargo ganó en consorcio con otras empresas brasileñas en junio de 2005, durante el gobierno de Toledo. El cuadro llevaba el sugestivo nombre de Previsión de “Capilés”, una palabra que para la policía brasileña significa “coimas”.
Parte del acuerdo sería traer del archivo todo lo actuado en la operación conocida como ‘Castillo de Arena’ iniciada en el 2008 y donde aparecieron registros de supuestos pagos a Alejandro Toledo y Alan García.
Entre esa copiosa documentación figuraba un cuadro de pagos relacionada a la construcción del tramo IV de la Carretera Interoceánica Sur que Camargo ganó en consorcio con otras empresas brasileñas en junio de 2005, durante el gobierno de Toledo. El cuadro llevaba el sugestivo nombre de Previsión de “Capilés”, una palabra que para la policía brasileña significa “coimas”.
La fiscalía peruana ha determinado que este cuadro y otros archivos fueron enviados desde el Perú por Marcos de Moura Wanderley, cuando fue representante de Camargo Correa en nuestro país.
El cuadro detalla un soborno de 6 millones 313 mil dólares por este tramo de la Interoceánica con fechas y montos de pago calendarizados en los primeros meses de 2006. Por estas razones la Fiscalía ha solicitado la detención de Toledo.
La información del caso Castillo de Arena además incluía diversos cuadros de pagos mensuales por más de 2’750,000 dólares a diversos funcionarios por los contratos para la construcción de la Planta de Tratamiento de Agua de Huachipa, que se adjudicó al consorcio integrado por Camargo Corrêa de Brasil y OTV de Francia, en el segundo gobierno de Alan García.
Sobre la Planta de Huachipa, se debe precisar que el excongresista nacionalista Daniel Abugattás denunció en noviembre del 2015 que “la corrupción supera un periodo gubernamental, porque, si bien esto se ‘cocinó’, por decirlo de alguna forma, durante el gobierno de Alan García, continuó durante el nuestro”.
A esto se debe añadir que durante el gobierno de Ollanta Humala, Marcos de Moura Wanderley estaba relacionado sentimentalmente con Rocío Calderón Vinatea, amiga de la exprimera dama Nadine Heredia.
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