Ataque de García a Vizcarra es parte de una estrategia de impunidad
El expresidente Alan García inició ayer un ataque frontal contra el Gobierno del presidente Martín Vizcarra, acusándolo de haber encarcelado a su aliada Keiko Fujimori Higushi mediante la orden de prisión preventiva del juez Richard Concepción Carhuancho y de coaccionar al Congreso para que cese al Fiscal de la Nación, Pedro Chávarry.
Coincidió así con la acusación de Chávarry al fiscal José Pérez, de actuar con concierto con el gobierno, y con las afirmaciones de la bancada fujimorista, de que su jefa es una “prisionera política”, lo que tácitamente significa que es perseguida por el gobierno.
ATAQUE, MEJOR DEFENSA
El exmandatario abrió fuegos contra el gobierno, luego de un periodo de críticas hacia las reformas políticas de Vizcarra y del fracaso de la minibancada aprista con la caída de la “Ley Mulder” y el rechazo del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) a modificar el orden de las preguntas del referendun del próximo 9 de diciembre.
En tres post sucesivos de su cuenta de Twitter, García Pérez –a quien se le atribuye influencia en el sistema judicial- le enrostró a Vizcarra haber “politizado la justicia” y se preguntó si esa acción es un golpe de Estado.
Estos son los tuits del exmandatario:
“El Fiscal de la Nación denuncia que el fiscal Pérez tiene interés político coordinado con el gobierno. Se ha politizado la justicia. ¿Es un golpe de Estado? (1/3)”
“El Presidente y su Primer Ministro, después de encarcelar a Keiko Fujimori, exigen al Congreso expulsar al Fiscal de la Nación. Han politizado la justicia. ¿Es un golpe? (2/3)”
“El miedo al tema Chinchero inició la guerra a Chávarry, luego al Congreso y después la coacción judicial a la mayoría, etc. ¿Qué, o cuánto, ocultan los ministros de PPK?(3/3)”
García Pérez desató su hostilidad al gobierno, en su condición de minialiado informal o furgón de cola del fujmorismo. Por eso tomó como base de su ofensiva la acusación del fiscal de la Nación, PedroChávarry contra el fiscal Lava Jato, José Pérez, de estar en contubernio con el gobierno para proteger a los implicados en el “Caso Chinchero”, quienes estarían ocultando irregularidades y quizá ilícitos dinerarios.
EN DEFENSA PROPÌA
En esta forma, García, tratando de aparentar que apoya a su aliada KFH, se colocó al lado del cuestionado Chávarry reiterando su rechazo al fiscal Lava Jato, José Pérez Gómez, quien tiene a su cargo dos investigaciones al exgobernante.
Sin embargo, la maniobra de AGP es en realidad una acción política de defensa anticipada o que le permita rehuir a la justicia alegando persecución.
García Pérez también, como su socia, esta investigado por el Ministerio Público como líder de una presunta organización criminal y luego de lo ocurrido anteayer, podría enfrentar una suerte similar.
GARCIA CONTRA PÉREZ
Así mismo, en el megacaso Lava Jato está implicado en dos carpetas fiscales las que, por esas cosas del destino, desde julio pasado están en manos precisamente del fiscal José Pérez Gómez.
La primera versa sobre el favorecimiento legal “express” para que la constructora Odebrecht se adjudicara el contrato de los tramos 1 y 2 del Tren Eléctrico de Lima y ejecutara las obras con grandes ventajas económicas.
La segunda, en la cual, por ahora, está en condición de testigo, es el caso de la coima por 24 millones de dólares que Odebrecht pagó por el Tren Eléctrico, de la que solo se conoce el detalle de 10 millones cobrados por su viceministro de comunicaciones, Jorge Cuba Hidalgo, y su red corrupta.
¿QUIÉN COBRÓ US$ 14 MILLONES?
La cifra total del soborno por el Tren fue revelada al fiscal Pérez en Brasil, a comienzos de octubre pasado, por el ejecutivo de Odebrecht Carlos Nostre Junior, porque como jefe del contrato programó el total de la coima indicada por su jefe Jorge Barata.
Sin embargo, Nostre narró que él solo pagó 10 millones a los corruptos de segunda categoría y que los 14 millones restantes fueron pagados por el propio Barata a los corruptos de más alto nivel.
¿A quiénes compró, a quiénes sobornó o quién o quiénes se vendieron? Eso lo sabe Barata. Pregunten a Barata., respondió. García podría estar “poniendo el parche” con su muletilla “otros se venden, yo no”.
A raíz de esto, los reflectores apuntaron a García Pérez y su núcleo duro de su último gobierno, pero las luces se atenuaron debido a que se precipitó el “Caso Keiko” y previamente Pérez Gómez tiene que interrogar sobre el tema a Jorge Barata.
OC PROPIA
En las mismas condiciones que su socia informal Keiko Fujimori, García Pérez (presunto delito de lavado de activos, en el marco de la ley del crimen organizado), el fiscal Víctor Castellanos lleva adelante una investigación al líder aprista, desde 2015.
El fiscal ha descrito en el expediente la constitución y estructura jerarquizada de la OC alanista, cuyo crimen mayor es haberse apropiado de recursos del Estado mediante el cobro de coimas y otros procedimientos, durante sus dos regímenes.
El fiscal ha descrito la especialización de sus miembros, y su observancia de sujeción y sumisión total hacia el jefe AG. En total el núcleo duro estaría conformado por 31 personas, entre las cuales está considerada hasta su esposa, Pilar Nores de García.
POLITIZAR ES LA VOZ
Por eso, ante lo que pudiese suceder en este caso y en los de Lava Jato –porque en realidad los tres casos están tan vinculados que pueden convertirse en uno solo–García ha optado por acusar al gobierno de estar no solo detrás del caso Keiko, sino también detrás del suyo.
García tiene experiencia en aparentar ser un perseguido político porque esa es la base para cualquier trámite de asilo político que le permita eludir la justicia como hizo en 1992.
ALGO MÁS
En aquel tiempo, gracias a la “persecución” que desató en su contra el padre de su actual socia, el entonces presidente de facto Alberto Fujimori, consiguió evadir el proceso penal por corrupción en el primer tramo del Tren Eléctrico y la venta de aviones Mirage a Pakistán. Colombia le concedió asilo político. Luego migró a Francia en donde solo esperó que los delitos prescribieran.
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