¡CÓMICS, QUÉ PASIÓN!
Maestros del cómic italiano desde los años 30 hasta la actualidad
Se puede afirmar que el cómic surge en Italia el 27 de diciembre de 1908, día en el que aparece en los quioscos la primera edición de la revista semanal Corriere dei Piccoli. En esta publicación, dirigida a niños y adolescentes, las ilustraciones clásicas han sido reemplazadas por páginas con recuadros de dibujos en secuencia, los cuales cuentan una historia. Estas producciones son todas de origen estadounidense, pero en la versión del Corriere los nombres son italianizados y, en vez de globos con los diálogos que caracterizan el cómic norteamericano, al pie de las viñetas se ponen textos en verso que resumen la historia.
Esta presencia del cómic en el mercado editorial se fortalece durante los años 30, más aún cuando el 3 de diciembre del 1932 aparece la primera traducción italiana de Mickey Mouse, llamada Topolino.
La década de los 30 aporta cambios significativos con la llegada de una ola de nuevos cómics procedentes de los Estados Unidos, de género aventura, de ciencia ficción y policial. La nueva revista L’Avventuroso nace en el 1934 y su primer número se agota en pocas horas: es el efecto de personajes como el ciudadano del espacio Gordon (Flash Gordon); el magoMandrake; el Agente Segreto X-9 y, dos años más tarde, L’Uomo Mascherato (El Fantasma). Es en este momento que se consolida en Italia la forma - cómic como la conocemos: desaparecen los textos a pie de página y finalmente se traducen los diálogos en los globos o balloons.
En el 1937, nuovamente en Topolino, se presenta Kit Carson, obra de Rino Albertarelli, entre los primeros autores en proponer una ambientación western, género que será uno de los más queridos en la historia de la historieta italiana.
El progresivo crecimiento del cómic de producción nacional tiene también una connotación política, porque el régimen fascista considera moralmente perjudiciales a los personajes estadounidenses e insiste para que se presenten a los jóvenes lectores modelos de héroes “todos italianos”. Curiosamente, sólo se salva de esta progresiva clausura Mickey Mouse. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, todo se acabó por un tiempo, y también la fantasía de los jóvenes lectores.
DESPUÉS DE LA GUERRA
Después de la guerra, el cómic vuelve a hacer soñar a lectores jóvenes y menos jóvenes, retomando los héroes de los años 30 pero también introduciendo a nuevos personajes, sin poderes excepcionales y que esconden su humanidad sólo detrás de una máscara.
En los años ’50, la alternativa está representada por publicaciones cómicas lideradas por Topolino, que en 1949 pasa al formato cuaderno y recopila cuentos de los personajes Disney, realizados por maestros italianos del género, como son Giovan Battista Carpi y Giulio Chierchini.
En los años 60 la primera revolución se observa con el nacimiento de algunos héroes negativos, criminales que rechazan el orden preconstituido, pero que operan según principios morales propios.
Si bien se observa un fuerte interés para un cómic más adulto (hasta erótico en algunos casos), paralelamente no desaparece la historieta de aventura.
LOS NUEVOS AÑOS
Se consolidan guionistas que se inspiran en la literatura e ilustradores cuya mirada está evidentemente influenciada por la pintura y el arte contemporáneo. Un ejemplo es Dino Battaglia, que adapta en cómic Moby Dick de Hermann Melville (1967), con dibujos nuevos y visionarios.
Después de todas estas experiencias, el escenario del cómic italiano de hoy en día es increíblemente variado, desde los volúmenes populares mensuales hasta los cuadernos de Topolino, desde las viñetas de sátira política en las revistas hasta verdaderas novelas literarias en forma de historieta, publicadas con tapa dura y distribuidas en las librerías.
El dato
Del 18 de marzo al 11 de abril
Galería del Instituto Italiano de Cultura
Av. Arequipa 1055, Santa Beatriz
De lunes a viernes de 9.00 a.m. a 2 p.m. y de 3 p.m. a 8 p.m.
Ingreso libre
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